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EL CHICO Y LA GARZA crítica: Eterno Miyazaki

Hayao Miyazaki nos sumerge en su mundo más fantástico sin necesidad de ingerir psicotrópicos

BETO

Diez años han tenido que pasar para poder disfrutar del nuevo trabajo de Hayao Miyazaki. Parecía que El viento se levanta iba a ser su último largometraje, pero por fortuna no ha sido así y El chico y la garza ha llegado a nuestra cartelera para mostrarnos una vez más la magia del director japonés. En esta ocasión se trata de la adaptación de un libro de 1937 del escritor Genzaburo Yoshino, el cual Miyazaki ha moldeado tras ¡cinco años de trabajo! para poder desarrollar todo su imaginario habitual. Esta vez pasamos de una película biográfica a otra mucho más fantástica, más reconocible para lo que nos tiene acostumbrado el cineasta japonés

Situada en Japón en plena Segunda Guerra Mundial, El chico y la garza nos cuenta la historia de Mahito, un niño que pierde en un incendio a su madre y se traslada a vivir al campo, a casa de la hermana de su madre, donde  encuentra una misteriosa torre y, especialmente, una garza parlante que llevará a nuestro protagonista a vivir unas aventuras de lo más fantásticas. Todo ello sin fumarse ninguna sustancia alucinógena, que quede claro.

 

"Esto debe ser lo que llaman un Castell batrácico con folre y 'patillas'"

 

Podemos dividir la película en dos partes. Los primeros cuarenta minutos son muy sobrios, mostrándonos la nueva vida de Mahito y su rebeldía ante el mundo que se le presenta, aceptando mal la muerte de su madre y tomando una actitud de rechazo a su tía y a la relación de ésta con su padre, bien sea ignorando sus advertencias o autolesionándose. La paleta de colores está más contenida y hasta ciertas escenas se nos presentan algo difuminadas (como la del incendio inicial o la de la primera visión de la torre por parte de Mahito). Pero que la historia sea sobria no quiere decir que sea plomiza, al contrario, de hecho, es fundamental para entender el desarrollo posterior.

El chico y la garza es una obra oscura, pero está repleta de momentos fascinantes”

Todo esto cambia cuando Mahito entra en la torre. Aquí nos encontramos al Miyazaki más reconocible, en un universo de escenarios imposibles, repleto de personajes maravillosos y aterradores al mismo tiempo (los pelícanos o los periquitos son un claro ejemplo). Las escenas se suceden de una forma más embarullada, típico del cine del director nipón, a diferencia de la primera parte, donde se sigue un orden más formal. Los colores en esta segunda parte son mucho más vivos, pues se delimita de una forma más notoria lo que pasa en el mundo real respecto de lo que pasa puertas adentro de la torre.

 

"Manda huevos, hasta el hombre mono del Dr. Moreau era más guapo que yo"

 

El viaje de Mahito se convierte en un viaje de sanación para superar la pérdida de un ser querido y, al mismo tiempo, para cerciorarnos de que las cosas, y aquí incluimos a los seres que amamos, son efímeras. En este aspecto, podríamos decir que El chico y la garza es una obra más oscura que la obra general de Miyazaki, pero está repleta de momentos fascinantes, como el viaje nocturno de los wara-wara, el mundo alocado y dictatorial de los periquitos, o el océano salvaje donde pesca Kiriko.

Como sucede en toda su filmografía, los personajes que nos presenta Miyazaki son potentes, con una personalidad muy bien definida que hace que sea difícil olvidarse de ellos. Encontrarse con personajes como Kimi, con una determinación arrolladora (con el fuego como aliado y como consecuencia de lo que sucedió en el mundo real), o Kiriko, tanto en su etapa joven como anciana, hacen que el viaje de Mahito sea inolvidable, tanto para él como para los que lo vemos sentados en nuestras butacas. Esperemos que éste no sea el último viaje que nos tenga reservado el maestro Miyazaki.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: los que dicen a sus hijos que los niños vienen de París. Cuando vean a los wara-wara cambiarán de historia.

No recomendada por Kuato a: los que necesitan que las historias mantengan una lógica y todos los comportamientos estén justificados. Mejor abstenerse.

Ego-Tour de luxe por: la catarata de cosas fantásticas que suceden tras entrar en la torre. Miyazaki es un torrente inacabable de imaginación.

Atmósfera turbínea por: lo poco que sale en la película el rey de los periquitos. Ese Mussolini con plumas merecía más minutos en la cancha.

 

■ EL CHICO Y LA GARZA. Estreno en Venusville: 27/10/2023.

 

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