EL GATO CON BOTAS crítica: El gato de los huevos de oro

El gato de los huevos de oro Gato se independiza de Shrek antes que Burro e inicia una franquicia más zorruna que gatuna Por Ray Zeta

<¿Es un pájaro? ¿Un avión? ¿Don Gato disfrazado de Zorro? ¿Dartacán mosquegato en vez de mosqueperro? ¡No! Es El gato con botas, la peli que tiene el honor de erigirse en el primer spin-off de la saga Shrek, la franquicia cuyos dos primeros episodios, Shrek y Shrek 2, son dos putas obras maestras con mayúsculas, no solo del cine de animación, sino también del cine en general (Shrek Tercero es flojísima, y si bien Shrek: Felices para siempre resultó mejor, no llegó al nivel mostrado en las dos primeras). Así que la incertidumbre de cómo iba a salir este gato con botas ha existido hasta el momento de su proyección. ¿La respuesta? Pues que se mantiene en la línea de Shrek: Felices para siempre, cuarto y último episodio de la saga del ogro verde: correcta sin más.

   Y es que lo que más llama la atención de esta entrega del gato espadachín es su falta de ambición, evidenciada ya en la escena prólogo de presentación del protagonista como forajido aventurero rompecorazones (una escena que pese a tener todos los ingredientes para resultar un teáser digno de un James Bond medieval, no pasa de simple gag), al facturar un producto que tira solo de la parodia de tópicos cinematográficos reconocibles. Allí donde las pelis de Shrek sacaban punta mordazmente a temas tan profundos como el Bien y el Mal, la marginación por ser diferente, los cánones impuestos sobre la belleza, la corrupción política o la superficialidad imperante en Hollywoood, El gato con botas se limita a encadenar situaciones ligeras graciositas aptas para todos los públicos.

"Ahora me cogeré el paquete y le demostraré a Javier Bardem que con un huevo de oro basta"

   Se sigue cubriendo el peaje obligatorio marca de la casa de actualizar cuentos infantiles, pero nada de contarnos el origen real del Gato según la historia de Perrault (cómo consigue convertir al más pequeño de los tres hijos de un molinero en el marqués de Carabás), sino que se inventan una génesis desde cero a lo “Gatman Begins” contada en un flash back tan largo como el de Tigre y dragón. Se introduce la búsqueda de las habichuelas mágicas y el ganso de los huevos de oro, y se presenta al huevo Humpty Dumpty (personaje de la cultura tradicional inglesa popularizado en “Alicia en el país de las maravillas” -aunque allí no vaya vestido de torero-) como supervillano igual que Rumpelstiltskin lo era del último Shrek (un supervillano muy por debajo de él o de otros más recientes como Megamind o Gru, debo decir), pero en lo que se basa realmente la cinta es en la parodia de géneros.

   Por encima de todo, de las aventuras del Zorro (lo que tiene mucho que ver con que el doblador sea Antonio Banderas), pues todo él en este Gato es una réplica minina de Alejandro Murieta, y por ello su recién incorporada compañera Kitty lo es también del personaje interpretado por Catherine Zeta-Jones tanto en La máscara del Zorro como en La leyenda del Zorro (hasta se marcan un bailecito que nada tiene que envidiar al de sus modelos humanos… Esperemos que si hay una secuela no tengan un gatito para que no la caguen como los otros).

   Pero también del género de los mosqueteros (que a fin de cuentas es lo que es este “Puss in Boots”), del espagueti western (esos primeros planos a lo Sergio Leone a ritmo de trompeta…) , y aún diría más, del espagueti western fronterizo (con lo que Guillermo Del Toro como supervisor habrá tenido mucho que ver), es tanto el ambiente polvoriento, el olor a sudor que desprende, y la cerveza que se intuye caliente como un meao de burro, que Robert Rodriguez habrá quedado encantado.

   Porque este gato con botas es un mosquetero, sí, pero en una composición más que acertada, un mosquetero desperado con aires de bandido mejicano que vive al margen de la ley como proscrito (recordemos que cuando lo vimos por primera vez en Shrek 2, era contratado por el rey de “Muy, muy lejano” como asesino profesional para que matara a Shrek, luego el personaje concuerda perfectamente) igual que el mariachi desperado creado por el citado Rodriguez, en lo que podría ser perfectamente una versión animada del personaje si en vez de un mosquete llevara una funda de guitarra (sin olvidar además que también es Salma Hayek quien dobla a la partenaire femenina).

"Desafío a Dartacán a un duelo a esgrima a tres asaltos cuando quiera"

   Pero mientras las dos primeras entregas de Shrek iban más allá de meras pelis de dibujos, dándoles la vuelta a los cuentos clásicos infantiles con un humor, una ironía y una sátira que ya las hubiera querido para sí Billy Wilder de haberse dedicado a la animación, El gato con botas se erige como un simple producto ligerito gracioso de ver, usar y tirar, que ofrece un pasatiempo agradable y simpatiquito tal como haría un cartoon alargado, solo que más infantil que las pelis del ogro de las antenitas. Una lástima, pues el personaje tiene potencial suficiente como para quedar bien con todos los públicos, encajar en todos los géneros, y protagonizar historias de mayor calado que gusten por igual tanto a unos como a otros.

   Peli de cuentos infantiles, de mosqueteros, y de espageti western fronterizo, pues, que aunque simpaticona no satisfará como se esperaba a los fans más puristas de la saga Shrek, pero que hará las delicias del público poco exigente, o sea niñitas y menores de doce años que exclaman un sentido "oooh, qué mono" cuando el Gato pone ojitos tristes de mimosín, y adultos para los que Shrek no sea más que “aquel monstruo verde tan feo que se tira pedos en la bañera”./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: Bryan Singer. ¿Acaso su próxima peli no es una adaptación sobre el cuento del gigante y las habichuelas? Pues para que vaya tomando nota.
		No recomendada por Kuato a: el Burro de Shrek, que vería como teniendo más antigüedad que el Gato, éste le ha birlado el puesto de protagonista en un spin-off de la franquicia.
		Ego-Tour de luxe por: el doblaje de Antonio Banderas, ya sea en inglés o en español. Se nota que el malagueño se lo pasa bomba hablando a lo gato Jinks de Pixie y Dixie. Sólo le falta gritar “¡Me las pagaréis, malditos roedores!”.
		Atmósfera turbínea por: ya que le ha birlado el spin-off al Burro, haber tenido el detalle al menos de haberlo sacado en un cameo…

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