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EL HOMBRE DEL NORTE crítica: Conan, el vikingo

Venganza vikinga con Alexander Skarsgard llegando 30 años tarde, en El hombre del norte

EL HOMBRE DE BOSTON

¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¿Una versión de Hamlet? ¿De El rey león? ¿De Conan, el bárbaro? ¿O lo es quizás de Gladiator o de Braveheart? Todo eso es El hombre del norte, tercera película escrita y dirigida por Robert Eggers, que con sólo dos títulos, La bruja (2015) y El faro (2019), se metió a la crítica en el bolsillo de tal manera, que los medios especializados le regalaban jamones por Navidad, animándole a ir a por la tercera, que finalmente se ha erigido en una de vikingos. Y no en una cualquiera de vikingos, sino en la que debía ser la película definitiva de vikingos, llamada a hacernos olvidar obras maestras como El guerrero número 13, Cómo entrenar a tu dragón, y sobre todo Los vikingos de Richard Fleischer.

¿Prueba superada? Pues a medias, o sea no. El hombre del norte ocupará un puesto de honor en el Valhalla de las películas vikingas, pero no desbanca el clásico de Fleisher ni en la cubierta del DVD. Su alto número de errores acaba por pasarle factura empañando sus también numerosos aciertos, hasta el punto de no consagrarse en la película redonda que debía ser, a diferencia de los modelos en los que se refleja, los citados Hamlet, Gladiator y Braveheart. Un sobrealargado metraje para la historia que cuenta, un guión casi vacío en su acto central, y una sobrecarga de elementos tienen la culpa, a pesar de mostrar una dirección briosa, una puesta en escena poderosa, y una acción contundente.

 

"Con tal de parecer Mel Gibson en Braveheart, faldita y lo que haga falta"

 

Fiel a su estilo, Eggers plantea su visión de la mitología vikinga cargada de folk horror, dejando claro que la película que le habría gustado dirigir es Midsommar. Exagerados rituales que rozan lo ridículo, brujas videntes, espadas forjadas para la venganza, continuas referencias a Odín y apariciones divinas, conforman el místico imaginario de una mitología escandinava en la que sólo falta el casco con dos cuernos. Tópica (y esperada) recreación por la que los personajes se pasean hablando frases cortas con voz grave (en ocasiones gruñendo, incluso), como si la acción tuviera lugar en el siglo X antes de Cristo en lugar del X d.C., o estuvieran dentro del traje de Batman amenazando a un criminal de Gotham City.

El hombre del norte ocupará un puesto de honor en el Valhalla de las películas vikingas, pero no desbanca el clásico de Fleisher ni en la cubierta del DVD”

Elementos que sobrecargan por acumulación una historia tan simple como la clásica venganza perpetrada por una usurpación de poder amparada en el asesinato, aunque ésta tarde más de la cuenta en llegar. Porque veamos, ¿qué edad tiene el personaje protagonista en su etapa infantil, cuando abandona el reino jurando vendetta cual Vito Corleone vikingo? ¿Diez? ¿Doce, lo más? Alexander Skarsgard ya cuenta sus buenos 45, lo que significa que se toma las cosas con calma… Lo normal sería que uno tardara diez años como mucho en volver para vengarse del villano usurpador asesino, ¡no treinta! Bueno, nos consolaremos pensando que Arnold Schwarzenegger tenía 35 años cuando hizo Conan, el bárbaro y también volvía para vengarse…

 

"He tardado porque la serie True Blood se alargó más de lo que esperaba"

 

De ahí que El hombre del norte se estructure en partes bien diferenciadas (prólogo, presentación del personaje adulto, acto central y epílogo), con un acto central que acusa un evidente descenso de ritmo debido a un exceso de duración con una clara escasez narrativa. ¿De verdad es necesario que la venganza tarde tanto en llegar? Entendemos que el director y guionista se toma su tiempo para desarrollar la relación sentimental entre el protagonista y el personaje de Anya Taylor-Joy, pero ésta es tan sobria que sobra metraje por mucho juego de pelotita a lo Sangre de héroes que metan. Y es que, ésta es otra, tampoco la película tiene tanta acción, ni tanta acción violenta cafre como nos han hecho creer las promos (Braveheart es infinitamente más bestia y ya tiene 27 años).

Parece que a Robert Eggers le ha pesado el alto presupuesto con el que ha contado, y estar al servicio de una major como Universal, acostumbrado como estaba a manejar bajos presupuestos para sellos independientes (La bruja costó 4 millones de dólares, El faro 11 y El hombre del norte se ha disparado a 60), y ha querido entregar un blockbuster en el que luzca cada uno de los centavos gastados, aunque, no nos engañemos, por temática, tono y tratamiento, sea un blockbuster suicida. Si tuviera a Dwayne Johnson de protagonista, aún tendría alguna oportunidad, pero teniendo a Alexander Skarsgard, el público optará por revisionar la serie Vikingos, y como también va de vikingos y sale el Skarsgard menos conocido y más feo, tendrá la sensación de estar viendo El hombre del norte de rebajas sin gastar un duro.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien tras las series Vikingos y Vikingos: Valhalla, aún le queden ganas de vikinguear.

No recomendada por Kuato a: quien crea que la peli definitiva de vikingos no es Los vikingos, sino Erik el vikingo.

Ego-Tour de luxe por: el ataque al poblado rus. No hay nada como unos buenos hachazos para presentar a un personaje.

Atmósfera turbínea por: que al ser productor de la peli, Alexander Skarsgard se haya quedado el papel protagonista, en vez de fichar a un actor 20 años más joven.

 

EL HOMBRE DEL NORTE. Estreno en Venusville: 22/04/2022.

 

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