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EL HOYO crítica: 13 Rue del Perzhoyo

Imagínense 13 Rue del Percebe en un futuro distópico pasando hambre: eso es El hoyo

RAY ZETA

Pocas veces los astros se han alineado tan rectamente para que jurado, prensa y público, coincidan de manera tan rotunda en un Festival de Sitges. Lo habitual es que cuando se canta en rueda de prensa el título ganador de la edición, sea Swiss Army Man, Jupiter’s Moon o Climax, se oigan tantos aplausos como abucheos, pero en el caso de El hoyo, la ovación ha sido unánime, abrazándose unos con otros con lágrimas en los ojos, igual que cuando Sudáfrica gana el Mundial de rugby al final de Invictus, sin hacer diferencias entre razas, colores o clases sociales. Con el añadido además de que es una producción española, y nunca antes una película española había ganado el festival en solitario (Justino, un asesino de la tercera edad consiguió un ex aequo en 1994).

El hoyo, pues, ha sido la absoluta vencedora de la presente edición del Festival de Sitges (al premio a Mejor película hay que sumarle también el Premio del público y el de la Crítica para su director, Galder Gaztelu-Urrutia), y lo ha sido merecidamente, pues es una de esas películas tocadas por una varita mágica que resulta perfecta en todos sus apartados, sean guión, dirección, interpretación o dirección artística. Es una película pequeña que luce grande y crece a medida que avanza el metraje hasta no caber en la pantalla, una película que entretiene y que incita a reflexionar, agradable o repulsiva según el momento, y con más capas que una muñeca matrioshka, escondiendo lecturas sociales, políticas y humanas con mala leche a raudales. El hoyo, en definitiva, lo tiene todo.

 

EL HOYO: ciencia ficción

"Hay que joderse, tanta opulencia y ni un puto Donut"

 

Imagínense el edificio de 13 Rue del Percebe con una plataforma llena de comida que va descendiendo y deteniéndose escasos minutos en cada planta para que los vecinos de esa planta puedan comer... mientras quede comida. Manolo el moroso se pondrá las botas porque en la azotea, la plataforma de comida estará por estrenar, pero Don Senén del colmado, la portera y Don Hurón de la alcantarilla, no podrán hacer más que lamer los platos, porque tras pasar por los pisos del ladrón, la pensión y el veterinario, cuando la plataforma llegue a la planta baja no quedarán ni las sobras. Esto es El hoyo, una fábula con ecos de Cube, Blindness y Snowpiercer, que se revela como un estudio de la naturaleza humana cruel y contundente, además de como una denuncia política que no deja títere con cabeza.

El hoyo es sencillamente la mejor película fantástica española desde Rec, lo que es mucho decir”

Porque El hoyo es una metáfora de la sociedad politizada en la que vivimos, una alegoría a modo de reflexión del poder de las clases dirigentes, y una descripción de las clases sociales, de los que nos gobiernan, de los que están arriba, y de los que están abajo, pero con la sorna y la putería de que en cualquier momento se pueden invertir las tornas. Pero no piensen que por ello es un discurso político en forma de ladrillo que huele a naftalina y alcanfor, pues la denuncia la hace a modo de thriller fantástico. En El hoyo hay hostias, hay asesinatos y hay canibalismo, pues es una peli tanto de acción como de suspense, y hostias, asesinatos y canibalismo que no escatiman en sangre y violencia para regocijo del respetable. Hasta por haber, hay alguna cagada, en sentido literal.

 

EL HOYO: ciencia ficción

"Mientras no nos canten el 'Qué festín' de La bella y la bestia..."

 

Una puesta en escena simple pero efectiva, un puñado de excelentes actores que no sobrepasan los dedos de una mano, liderados por un cada día más cómodo Ivan Massagué (quien tras su paso por el Festival de Sitges el año pasado con El año de la plaga, tiene el honor de haber protagonizado la peor peli del festival un año y la mejor el otro), secundados por el cínico y semidesconocido Zorion Eguileor, con unos diálogos entre ambos tan ingeniosos como los de Groucho y Chico Marx, y una más que sobria Antonia San Juan que aporta serenidad al conjunto. También hay espacio para diálogos adornados con humor, porque El hoyo es, a fin de cuentas, una obra irónica y sarcástica, que como las buenas sátiras nos retratan sacándonos los colores.

El resto es todo guión y dirección apoyado en un montaje que va de pausado a frenético, para contar una historia que gracias a sus potentes giros argumentales, no sólo no decae en ningún momento, sino que encima va in crescendo hasta llegar a un final perfectamente resuelto, neutralizando la maldición de las películas con buenas ideas de partida que no saben cómo acabarlas. Porque el final de El hoyo es un final redondo y con mensaje (nunca mejor dicho; cuando la vean lo entenderán). Todo esto es El hoyo, sencillamente la mejor película fantástica española desde Rec, lo que es mucho decir. Corran a verla. Se divertirán, sufrirán y reflexionarán, pero coman antes, no sea que con tanto racionamiento de comida les coja gusa a media peli. Buen cine y bon appétit.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

INF VNV 5

Recomendada por Kuato a: sociólogos y estadistas del siglo XXI que deseen completar sus tesis. También a los concursantes de “Master Chef”.

No recomendada por Kuato a: quien crea que el edificio de 13 Rue del Percebe no tiene paredes porque vemos el interior de los pisos.

Ego-Tour de luxe por: la frase “es obvio”. Es obvio, ¿no?

Atmósfera turbínea por: que no se estrene en salas 4DX para que nos llegue el olorcito a comida buena.

 

EL HOYO. "El hoyo" (España, 2019). Dirección: Galder Gaztelu-Urrutia. Guión: David Desola, Pedro Rivero. Reparto: Ivan Massagué, Zorion Eguileor, Antonia San Juan, Emilio Buale, Alexandra Masangkay, Eric Goode. Estreno en Venusville: 08/11/2019.

 

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