EL INOCENTE crítica: Inocente o culpable... mejor en HBO - Web de cine fantástico, terror y ciencia ficción

Inocente o culpable… mejor en HBO

Aunque Matthew McConaughey se vista de abogado
de L.A. de seda, Matthew McConaughey se queda

Por Da II

<En ocasiones hay películas cuya crítica o valoración se convierte en una endiablada putada. Son estas malditas películas neutras, que no poseen ninguna virtud sustancial pero que al mismo tiempo tampoco padecen de ningún error fatal, que no albergan ningún detalle llamativo pero tampoco ningún gazapo divertido. En fin, son ese tipo de películas que cuando uno es preguntado por un colega, pues no sabe muy bien a qué argumento atenerse. ¿Es buena? Pues hombre, no ¿Es mala? No, eso tampoco. Así que a uno no le queda más que recurrir esa expresión horrible de “se deja ver.” Que viene a ser como aquello de, sí, es buen tío...

A pesar de que la propaganda va encaminada a presentarla como una película de ficción jurídica, basada en una obra de un tal Connelly, autor de novela negra, se trata de una cinta de ese genero protagonizada por un letrado, algo que se nota en la pobreza e incoherencia de algunos diálogos morales entre profesionales, por más que uno sea fiscal y otro abogado. El desarrollo, focalizado siempre en el protagonista, responde al clásico planteamiento del cine negro. Desde luego que nadie espere un argumento tipo Grisham, como en la ocasión anterior que el amigo, Matt se enfundó el traje de letrado en Tiempo de matar, donde pegaba mucho más como niño pijo del sur, enrrolladete y liberal, que en ésta como un duro y hábil abogado penalista de L.A.

"Tanto cochazo, parezco el chófer de Bruce Willis en Jungla de cristal"

En fin, en esa disyuntiva tan universal de si se sube o se baja podemos encuadrar tanto la trama como el fondo. Porque si bien la trama está cuidada y se desarrolla con ritmo y tensión, no se tarda demasiado en adivinar que el asesino es el mayordomo. Por su lado, el fondo, o el dilema moral, que vendría a ser aquello de qué es mejor, si un inocente entre rejas o diez culpables en la calle, se muestra con claridad, más bien en muchas ocasiones se explica, pero en ningún momento se termina de exprimir, y ahí se queda en tierra de nadie, en esa neutralidad tan suya de toda la cinta. No queda claro si este dilema afecta al comportamiento del personaje o es el personaje quien plantea el dilema con su comportamiento. Como si quisiera ser transcendente e intrascendente al mismo tiempo.

"El desarrollo responde al clásico planteamiento del cine negro, pero desde luego que nadie espere un argumento tipo Grisham…"

En cualquier caso, esto de la neutralidad no deja de tener su mérito ya que requiere cierto equilibrio, que se lo pregunten a Suiza, pero incluso ese “encantador” país tiene su lado oscuro, y por lo tanto más humano, al aceptar, y quedarse, tanto el dinero de las víctimas como el de los asesinos, de los dictadores y de los exiliados. En fin, quizá es lo que uno termina de echar de menos, cierto punto ambiguo, de doble rasero, o de mala leche. La película se queda alienada en una formalidad bien conseguida, eso sí, pero le falta un poquito de alma.

En esa formalidad neutra se mueven las relaciones entre los personajes, que parecen sacadas de todos los tópicos de series de policías o de abogados. Así, no deja de ser de manual que el prota sea un abogado defensor mientras su ex sea una fiscal, pero el resto también se mueve en el mismo rasero –unas relaciones en el fondo muy propias de una serie televisiva-. A pesar de ello, todas están más o menos bien planteadas y, hasta cierto punto, logradas, pero no terminan de profundizar, como si el director hubiera temido arriesgar para sacarle punta a alguna de ellas.

"Gracias a Dios que no me han puesto las patillas de abogado que llevaba en Amistad"

Quizá, en esa neutralidad sin fondo, el gran perjudicado es el personaje principal, que daba para mucho más en ese mezcla de letrado canalla y detective duro de novela negra, que se pasea por la ciudad en un Sedán Lincoln Continental que utiliza a modo de despacho (uno no acaba de entender la razón o la sinrazón de la traducción de los títulos de las películas, uno de los misterios más insondables de la naturaleza). Es cierto que el amigo Matt, el surfero, no es la mejor elección, pero también que no desafina tanto, hasta tiene sus momentos, el problema es que el tipo es más vacilón que duro, y solo irónico en vez de cínico.

La verdad es que a uno después de ver la película se le queda cierta sensación de canal de pago, de haber visto el episodio piloto de una serie, que promete pero que al mismo tiempo le queda todavía mucho por desarrollar. Claro que puestos a imaginar una serie con el amigo Matt de protagonista sería la de un abogado surfero y cabroncete. De todas formas, este letrado, Haler, planteado con más cinismo, y con casos callejeros realistas, sería un buen formato televisivo. En fin, lo dicho, quizá mejor en HBO o en la FOX./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: los que piensan que la inocencia o la culpabilidad son conceptos absolutos cuando realmente son decisiones jurídicas. Vamos, para toda esta gran masa de gilipollas que siguen censurando y considerando inmoral defender a un culpable.

		No recomendada por Kuato a: la mayoría de los licenciados en derecho de las universidades españolas. Después de verla querrán aportar su visión filosófica jurídica del tema. Y realmente no están preparados.

		Ego-Tour de luxe por: aquí no queda más que parafrasear a Saladino cuando el Elfo herrero le pregunta por lo que significa Jerusalén, y este contesta primero “Nada” para luego girarse y agarrándose el puño decir “Todo”...

		Atmósfera turbínea por: …de la misma forma en esta película podríamos destacar algo para luego censurarlo con los mismos argumentos. Lo más destacable es que la película está tan pulidita que no hay una arista especialmente cortante. Como Mimosín, todo muy suavecito.