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ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO rueda: Benicio, el patrón

Patrón del narcotráfico en la peli y patrón en la rueda. Hablamos, claro, de Benicio Del Toro

RAY ZETA

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN, 26/10/2014. A Benicio Del Toro le conocimos en 2008 cuando vino a presentar el díptico del Che a Barcelona. Hace seis años vimos a un Benicio más serio, más distante, y también más delgado; hoy en cambio hemos tenido delante a un Benicio más relajado, más simpático y más accesible. Será la edad, que no siente tanta presión como con las películas del Che, que está feliz porque en esta edición recibe el Premio Donostia, o el chacolí de San Sebastián, pero el caso es que la diferencia de carácter es notable. El Benicio Del Toro de hace seis años era para hacerle la foto desde detrás de la barrera, el de 2014 es para a llevártelo de pinchos y zuritos por el casco viejo.

Lo único que no ha cambiado es que sigue tan parco en palabras como el primer día. Con su español materno hablado con acento puertorriqueño, responde a las preguntas que acapara casi en su totalidad, la mayoría de ellas peloteándole por su trabajo, casi con una sola frase. Y no porque se muestre borde o antipático, créanme, sino porque considera que con eso es suficiente y ya ha dicho todo lo que debía decir, poniendo incluso al final de cada intervención una sonrisa y cara de no saber si ha contestado correctamente a lo que se le preguntaba.

 

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Ahí van unos ejemplos: ¿te has quedado con ganas de interpretar más a Escobar? “Sí, sí...”; ¿interpretar a personajes históricos es especial o un trabajo más? “Un trabajo más”; ¿qué sabes de Pablo Escobar ahora que no supieras antes? “Bueno, sé más”; ¿te gustaría interpretar películas más ligeras como comedias igual que ha hecho Robert De Niro estos últimos años? “Sí, sí...”; ¿cuál es la película más complicada que has hecho? “La del Che”; ¿te gustaría trabajar más en el cine español? “Sí, cómo no”

Sus compañeros de mesa, el director debutante italiano Andrea Di Stefano, hasta ahora actor (era el cura de La vida de Pi), y los actores Josh Hutcherson, Claudia Traisac y Carlos Bardem, han soportado estoicamente el protagonismo de Benicio Del Toro y han aceptado resignados su condición de invitados de piedra. Josh Hutcherson, quien en la rueda de prensa de presentación de Los juegos del hambre: En llamas celebrada en Madrid hace un año no paró de cuchichear y enviarse notitas como un colegial de primaria con Jennifer Lawrence y Liam Hemsworth, no ha tenido más remedio aquí que aguantar de un tirón sin rechistar siendo el único que necesitaba traducción simultánea.

"El Benicio Del Toro de hace seis años era para hacerle la foto desde detrás de la barrera, el de 2014 es para a llevártelo de pinchos y zuritos por el casco viejo"

Él, Claudia Traisac y Carlos Bardem han tenido sólo lo que se llama una “pregunta limosna”, o sea una pregunta de manual más para que digan algo los pobres, que para conocer su respuesta. ¿Qué ha significado para vosotros estar en este proyecto y como lo habéis vivido? A lo que se han deshecho en piropos hacia el equipo, claro, sobre todo hacia Benicio Del Toro y el director. Que si ha sido estupendo, que si ha sido genial, que si todo el mundo ha sido muy amable, que si todo el mundo es muy bueno, que si todo el mundo es la rehostia en patinete y todas esas cosas.

Hay que puntualizar pero, que mientras Hutcherson y Traisac lo han hecho desde el peloteo del inexperto, sonando más a respuesta políticamente correcta que otra cosa, Carlos Bardem lo ha hecho transmitiendo sinceridad y seguridad, recordando que ya había servido en la guerrilla a las órdenes de “Benicio Guevara” (tuvo un pequeño papel en El Che) y bromeando incluso al llamarle “patrón” como cuando hace de su sicario en la película, arrancándole a Benicio una sonora carcajada.

 

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El director Andrea di Stefano ha sido más preguntado, sobre todo acerca de su aproximación a un personaje tan controvertido como Pablo Escobar, el mayor narcotraficante de todos los tiempos, además de extorsionador, secuestrador, torturador y asesino, pero también benefactor del pueblo colombiano. Di Stefano dice haber estado un año y medio leyendo e investigando para luego procesar la información y elegir qué período de la vida de Escobar iba a reflejar en la película, pero en ningún momento se moja de por qué ha optado por presentar una cara más suave que dura del narcotraficante, alegando todo lo más que al fin y al cabo es una película de ficción.

Momento idóneo para que Benicio Del Toro acudiera en su rescate, defendiendo que la película muestra las dos caras del personaje: “llegó a ser como el Joker en un cuento de Batman”, explica, “arrodilló al gobierno de un país, por eso en la película empieza suave pero acaba convirtiéndose en Godzilla”. Buen intento Benicio, aunque los que hemos visto el filme compartimos la opinión de que el tratamiento es demasiado suave. Y ya que estamos hablando con referencias cinematográficas, dinos: ¿qué película ha sido para ti (se entiende que de las tuyas) la más importante? ¿Sospechosos habituales, quizás?  Dick Tracy por el papel de Dustin Hoffman, Mumbles  (Murmullos)”. Estupefacción generalizada en la sala y fin de la rueda.

 

ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO. Estreno en Venusville: 14/11/2014

 

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