E.S.O. rueda: El síndrome de "E.S.O.colmo" - Web de cine fantástico, terror y ciencia ficción

El síndrome de "E.S.O.colmo"

Peli para pre-adolescentes, peli para pre-adolescentes, peli para pre-adolescentes... ¿Ha quedado claro?

Por Ray Zeta

<Cines Alexandra, Barcelona, 22.04.10. Lo malo de asistir a ruedas de prensa y entablar conversación con los responsables de la película proyectada, es que si éstos son simpáticos y la peli sale mala, como es el caso, luego sabe mal rajarla como se merece.

Eso es exactamente lo que sucedió durante la rueda de prensa de E.S.O., en la que estaba todo el equipo artístico: los productores, el director y guionista Santiago Lapeira, y todos los actores, juveniles y adultos (Sergi Mateu, Mercè Llorens y Rosana Pastor), a excepción de Fernando Guillén.

Viendo a los actores jovenzuelos allí sentaditos tan monos, tan indefensos y con esa carita de buenos, explicando con tanta ilusión e ingenuidad que es su primera película y que esperan que les vayan saliendo más proyectos, sabe mal tener que escribir la verdad acerca de su película como he hecho en la crítica, pero en fin, uno ha de ser profesional ante todo, y si la peli es tan mala de cojones como es, más vale ser sincero. A la larga lo agradecerán.

Rosana Pastor, Santiago Lapeira, Mercè Llorens i Sergi Mateu

Porque si se han de guiar por lo que les dice Santiago Lapeira, guionista y director del engendro, van listos. El hombre se pasó los primeros diez minutos de la rueda dándoles jabón y peloteándoles hasta límites insospechados. No os creáis nada niños, igual que si os ofrecen caramelos en la calle… (Me recordó aquel casting de “Operación Triunfo” en el que se presentó un tío cantando ópera con la misma sensibilidad de un zapato. Pese a hacer el mayor de los ridículos, él insistía e insistía en que su profesora de canto mantenía que había nacido para cantar. “Denúnciala”, le espetó Risto Mejide…).

A los adultos en cambio, a Lapeira le bastó con agradecerles su participación, y cuando le tocó el turno de hablar de él mismo, escurrió el bulto de su responsabilidad alegando que la peli es un encargo de los productores destinado a un público pre-adolescente, y que escribió el guión rápidamente precisamente por eso, porque era un guión de encargo, no de autor. Como si eso lo excusara de ser tan malo.

"De hecho, cada vez que Santiago Lapeira abría la boca, repetía una y otra vez este detalle para que quedara bien clarito: que es una película para el público pre-adolescente"

De hecho, cada vez que Santiago Lapeira abría la boca, repetía una y otra vez este detalle para que quedara bien clarito: que es una película para el público pre-adolescente (ok, pillado, pero sigo sin verle relación con que sea tan light y tenga tan poca calidad; yo cuando era pre-adolescente flipé viendo El resplandor, Terror en Amityville y Viernes 13, por ejemplo…).

En cuanto a las similitudes (por no llamarlas directamente plagios) con Rec 2 y El orfanato, dijo no haberlas tenido en mente durante el rodaje, y sí reconoció sin embargo haberse inspirado con La residencia, de Narciso Ibáñez Serrador, lo que le llevó a recordar El invernadero (1983), su primera película, también de trama fantástica, reconociendo que no acabó de salirle bien “porque era una empanada mental”. Razón por la cual, ha tardado 27 años en volver al género fantástico.

¿Título de la película? ¡La edad de la inocencia!

Los actores adultos por su parte, escuchaban atentamente en silencio, a excepción de Sergi Mateu, que vestido con un sombrerito de ala ancha que le daba un aire de mafioso provinciano (y hablando por su móvil tanto en el photocall como en la rueda), tomó la palabra para dejar claro los dos motivos que le habían llevado a participar en la peli. El primero es que estaba libre (porque normalmente, dijo con chulería, no lo está), y el segundo es que lo hizo porque se siente agradecido a Lapeira por haber sido él quien escribió la película de su debut cinematográfico: La ràdio folla.

Al finalizar la rueda charlé amistosamente un par de minutos con Santiago Lapeira. Le enseñé un ejemplar del Diario de Venusville de cuando lo hacíamos en fanzine (que pidió quedárselo para poderlo leer con tranquilidad), y le invité a visitar la web. Quizás debería haberle pedido su dirección y haberle enviado el fanzine por correo./>