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SITGES 2012 crónica día 4: Como una ola

   

Como una ola

4º día: Robot & Frank; Lo imposible; El alucinante
mundo de Norman; La cabaña en el bosque

Por Chema Pamundi

 

<¿Cuatro días ya? Joder, desde luego es cierto eso de que el tiempo vuela cuando te estás divirtiendo. Hoy no me ha pasado nada gracioso ni ridículo (o sea, ha sido un día extraño para mí), así que no me extenderé en prólogos. Como único apunte curioso, decir que me ha parecido ver a Jaume Figueras en uno de los pases de prensa matutinos del Auditori, sin duda una alucinación producida por la falta de sueño (estoy durmiendo tres horas diarias de media desde que empezó el festival).

   En lo cinematográfico, la de hoy ha sido una jornada grande, con cuatro películas importantes por distintos motivos:

 

 

Robot & Frank (Jake Schreier. E.U.A., 2012)

> ROBOT & FRANK web del festival

   Me producía una vagancia épica levantarme a las 7 de la mañana para plantarme en el Auditori una hora más tarde a ver Robot & Frank, que me olía a ñoñería supina (y más cuando a esa misma hora en el Retiro programaban Citadel, una de terror claustrofóbico con niños asesinos en un edificio abandonado). Sin embargo Robot & Frank había gustado bastante en el festival de Sundance y sonaba como una de las películas con serias opciones de rascar más de un premio en la sección oficial a competición de Sitges 2012, así que había que verla.

 

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"Si Daniel Brühl tenía a Lluís Homar en Eva, yo no iba a ser menos"

 

   La acción transcurre en un indeterminado futuro cercano (muy muy cercano, porque a parte de algún que otro coche rarito toda la tecnología que vemos parece bastante estándar). Frank (interpretado por un Frank Langella excelente) es un hombre mayor que vive solo en una casa de campo, y que muestra los primeros síntomas de estar desarrollando algún tipo de alzheimer o demencia senil. Para asegurarse de que esté bien cuidado y alimentado, su hijo le regala un robot asistente último modelo. Al principio Frank no quiere ni oír hablar del cacharro, que se entromete en su rutina diaria y le hace sentir como un inútil. Sin embargo, con el paso de los días el robot se irá ganando la estima del anciano, que acabará por considerarlo un genuino amigo (pese a que el robot no para de repetirle que no es un ser humano), hasta el punto de usarlo como cómplice criminal.

   La interacción entre los dos personajes protagonistas da lugar a algunos buenos gags, genera empatía en el espectador, e incluso emociona en su tramo final, particularmente en una escena concreta en la que ambos personajes generan inconscientemente un vínculo de mutua comprensión, pero Robot & Frank es ante todo una película amable, que no arriesga demasiado en ninguna dirección, prefiriendo satisfacer los corazones a desafiar las mentes (lo que en Hollywood llaman una “feel good movie”). Lástima, porque el singular punto de partida y el tema general de la historia (la memoria como principal elemento que da forma a nuestra personalidad) ofrecía un sinfín de posibilidades, y en manos de un director con una visión más inquieta de la ciencia-ficción especulativa la cosa podría haber sido un peliculón, en lugar de un peliculín.

 

 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey

 

 

Lo imposible (J.A. Bayona. España, 2012)

> LO IMPOSIBLE web del festival

   Durante muchos años, Stanley Kubrick se planteó hacer una película sobre el Holocausto judío. Le dio vueltas y más vueltas, se leyó numerosos libros del tema, y al final decidió que era mejor dejarlo correr, que un horror de tales dimensiones no cabía en una película de dos horas. Y cuando alguien le decía que Spielberg había demostrado con La lista de Schlinder que sí que era posible hacer tal película, Kubrick contestaba "No. La lista de Schlinder no va de seis millones de judíos asesinados, va de seiscientos que se salvaron". Por la misma regla de tres, J. A. Bayona no ha rodado con Lo imposible una película sobre el tsunami que en 2004 azotó la costa del sudeste asiático, sino una disaster-movie sobre una familia que sobrevivió en medio de aquella catástrofe.

   La familia en cuestión está compuesta por marido (Ewan McGregor), mujer (Naomi Watts) y tres niños, y acaba de llegar a un complejo turístico en Tailandia para pasar allí las navidades. Dos días de tranquilidad y playa, y al tercero se desata el apocalipsis. El tsunami, de hecho, es un macguffin para dar lustre y coartada moral a la película, pero Lo imposible funcionaría igual si tuviera como telón de fondo una catástrofe ficticia. De hecho, incluso puede argumentarse que hay algo de pornográfico en hacer una película de estas características basada en un desastre real. Un cuarto de millón de muertos pero no pasa nada, sales del cine contento porque la familia de occidentales ricos se ha salvado. Solo se echa en falta una escena en la que rescaten a un perrito.

 

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"Vosotros tranquilos, que si sobreviví a las críticas de Star Wars, sobrevivo a lo que sea"

 

   Sin embargo, el equívoco planteamiento de Lo imposible no es lo que más molesta. Lo que de verdad toca las narices es que, a falta de un auténtico guión (la película plantea el tsunami casi al principio, y desde ahí simplemente se dedica a seguir meticulosamente las andanzas de los miembros de la familia, que han quedado dispersados en varios grupos), se dedique a manipular a la audiencia con excesos melodramáticos y música de violines. Porque al menos durante su primera hora de metraje, hay que reconocer que el asunto funciona bastante bien. El impacto del maremoto en sí quedará como una de las escenas cinematográficas más espectaculares del 2012, y lo que viene inmediatamente después, con la madre y el hijo mayor tratando de seguir vivos en medio de la devastación, está filmado con una sobriedad de lo más efectiva.

   El problema es que cuando ya tiene medio resuelta la suerte de esos dos personajes, Bayona corta y se va a contarnos lo que les está ocurriendo a los otros tres (el padre y los dos hijos pequeños). Esta parte es mucho más aburrida, previsible y falta de fibra, entre otras cosas porque la certeza de que toda la familia está viva mata cualquier suspense. Es aquí cuando Bayona decide recurrir al sentimentalismo y a los mencionados violines. O sea, Bayona sabe filmar bien el terror puro y la adrenalina de las primeras horas de la tragedia, pero cuando las aguas bajan y toca dejar que los sentimientos dominen la narración, no sabe qué hacer con los personajes. Esto queda perfectamente demostrado en el reencuentro final, filmado con las maneras de un thriller: música tensa, movimientos de cámara rápidos y una búsqueda del suspense forzada y ridícula (los personajes van dando vueltas pasando unos junto a otros sin verse; “¡Ay ay ay… que no se van a encontrar!”).

   En sus mejores escenas, Lo imposible es un espectáculo visual despampanante (los planos panorámicos de la zona devastada son de una contundencia brutal). En sus momentos más acartonados, parece una copia pobretona del Spielberg más sensiblero y manipulador. O sea, "ni fu ni fa".

 

 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey

 

 

El alucinante mundo de Norman (Sam Fell. E.U.A., 2012)

> EL ALUCINANTE MUNDO DE NORMAN web del festival

   Al igual que me pasó a primera hora de la mañana con Robot & Frank, a las tres de la tarde y recién comido me da un poco de palo meterme a ver El alucinante mundo de Norman en el Auditori (voy tan cansado que preveo que, a la que la peli me aburra, me quedaré frito). Pero a esa hora no dan nada más en ninguna otra parte, y la sala de proyección está cerrada, así que no hay más tu tía. Aparte, El alucinante mundo de Norman es también un título de cierta relevancia dentro del festival, pues se trata de la segunda película de animación stop-motion filmada en 3D en toda la historia del cine (la primera fue Los mundos de Coraline, de la misma productora y el mismo equipo creativo). Va, venga, me meto a verla. Seguro que me lo paso bien… 

   El alucinante mundo de Norman se compone de la típica mezcla de comedia de terror+protagonista marginado e incomprendido, que haría las delicias del plasta de Tim Burton (toda su filmografía se basa en ese esquema). Sin embargo, en realidad El alucinante mundo de Norman está mucho más cerca del espíritu gamberro de Monster House que del clasicismo gótico de La novia cadáver (y a diferencia de ésta no tiene números musicales, lo cual ya la hace directamente mejor). Su protagonista es Norman, un niño que, como el de El sexto sentido, en ocasiones ve muertos. Nadie le cree, pero lo cierto es que los ve. Por supuesto, cuando la antigua maldición de una bruja haga levantarse a los cadáveres de sus tumbas y ponga en peligro a todo el pueblo, Norman será el único con los conocimientos y las narices suficientes para arreglar el problema y salvar a todo el mundo.

 

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"Me pilla Tim Burton y me hace aún más rarito para satisfacción de Johnny Depp"

 

   De El alucinante mundo de Norman cabe destacar su precioso diseño gráfico, su simpático elenco de personajes (bastante unidimensionales pero muy carismáticos), su estética deudora de los cómics de terror clásicos estilo “Creepy”, sus cachondos guiños cinéfilos a pelis de género como Halloween o Viernes 13, y sus arrestos a la hora de tocar temas serios como la soledad, la muerte, el bullying escolar o hasta la homosexualidad, sin dejar por ello de ser cine infantil de primer orden. Posiblemente algunos adultos la encuentren demasiado larga y previsible, pero eso no es un problema de la película, sino de los adultos.

   Porque El alucinante mundo de Norman es buen cine de terror para niños. Qué envidia me dan los muy cabrones. Lo más parecido a “cine de terror para niños” que yo tuve en mi infancia fueron las películas de Parchís y de Enrique y Ana…

 

 
Sentencia Quaid:
Copas de yate

 

 

La cabaña en el bosque (Drew Goddard. E.U.A., 2012)

> LA CABAÑA EN EL BOSQUE web del festival

   Cinco amigos de instituto deciden irse a pasar el finde a la “cabañita en los bosques” que menciona el título. Son cinco personajes arquetípicos (la folladora sexy, el atleta pedante, el colgao, la buena chica y el guapo decente), que solo quieren beber, fumar canutos y enrollarse. Los pobres no se imaginan que esto es una película de terror, y que por lo tanto en esos bosques acecha algo o alguien que les va a ir dando matarile uno tras otro (con crecientes dosis de gore). ¿Cómo dices? ¿Qué ese argumento lo has visto ya mil veces? Ja, eso es lo que tú te crees. Te aseguro que no has visto NADA parecido a La cabaña en el bosque.

   La cabaña en el bosqueno es una mera slasher-movie sobrenatural, es todas las slasher-movies que hemos visto, y todas las que veremos jamás. Es la demolición completa de dicho subgénero y su posterior reconstrucción, merced a una vuelta de tuerca de guión absolutamente rompe-mentes. Por desgracia no puedo contar nada más sin revelar todo lo que hace que La cabaña en el bosque sea una TAN ENORME. Baste decir que la cosa empieza como una versión socarrona de Las colinas tienen ojos, que luego gira hacia Posesión infernal, que más tarde adopta el metalenguaje cinéfilo de Scream, y que acaba como… bueno, como la de Dios es Cristo.

 

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"Y yo con el martillo de Thor en el afilador..."

 

   Desde la más pura ortodoxia narrativa, La cabaña en el bosque transgrede en realidad todos los códigos del cine de terror merced a un guión fresco, desacomplejado y de una originalidad desarmante (y mira que cuesta ser original en estos tiempos), obra del “gurú” Joss Whedon, que lo ha descrito como una “carta de amor/odio a las películas de miedo”. En realidad la cosa va mucho más allá: es un análisis radical de las pautas que conforman el proceso mismo de contar historias.

   Este texto me ha quedado muy espeso, ya lo sé, pero es difícil transmitir el entusiasmo que te produce una película cuando no puedes explicar nada concreto sobre ella para no reventar sus sorpresas. Da igual, vayan ustedes a verla y luego comentamos. La cabaña en el bosque es un “instant classic” del que se hablará largo y tendido. Por suerte no deja espacio a secuelas de ningún tipo, pero no me cabe duda de que va a ser copiado hasta la nausea./>

 

 
Sentencia Quaid:
Venus Hall of Fame

 

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2 Respuestas

  1. Anónimo
    Roberto Ruíz<br />La que tiene mala pinta es la del Robot y Frank, Esto de juntar robots con yayos tiene una pinta de rollo lacromogeno que echa para atrás.
  2. Anónimo
    Gatillo Volante<br />Apreciado Sr Pamundi, cuídeseme que no queremos tener que ir a recoger su cuerpo inerte de la butaca del Retiro; échese una siestecilla a la sombra de alguna palmera. Y sus comentarios sobre la peli del Bayona no me extrañan nada de nada; el trailer ya olía a típico drama de catástrofes con escenas que te invitan a hacerte de la Cruz Roja o de Médicos Sin Fronteras. Rollete. Además ayer vi en la tele a Naomi Watts (que nos ha dado el salto y ha preferido Madrid a Sitges) y queda lejos su época de rubia platino que enamoraba a King Kong. RIP.

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