FIVE NIGHTS AT FREDDY’S crítica: Muñecos diabólicos

Adaptación del videojuego a modo de cabalgata de Reyes anticipada por muy Halloween que sea

Algún día deberemos reconocerle a Jason Blum el mérito que se merece. Y no me refiero a su labor como cineasta productor, sino a su faceta de hombre de negocios. Jason Blum es capaz de cagar un zurullo, pintarlo con los colores de Los Angeles Lakers, exponerlo en una vitrina, y cobrar una entrada de 10 dólares por verlo. Precio de la pintura: 5 dólares; recaudación de las visitas: 100 millones de dólares con 5; beneficio pues, 100 millones de dólares.

¿Les parece un ejemplo exagerado? En absoluto, pues es exactamente lo que hace con su productora Blumhouse. Elige un tema que sabe que atraerá la atención del público a modo de gancho comercial, como es continuar sagas terroríficas míticas como La noche de Halloween o El exorcista, produce una película de nefasta calidad cinematográfica por cuatro duros, ¡y boum!, taquillazo al canto porque el público acude en masa al cine a pesar de lo malas que sean las pelis.

"Pues espérate, que después de Halloween y El exorcista, viene Viernes 13"

El último ejemplo, Five Nights at Freddy’s. Apenas 20 millones de dólares de presupuesto, la peor y más ridícula película de (supuesto) terror estrenada en mucho tiempo (ridícula incluso para la Blumhouse, no les digo más), críticas nefastas (un paupérrimo 29 % en Rotten Tomatoes), y aún así, más de 150 millones de dólares de recaudación en sus primeros días de exhibición. ¿La explicación? Fácil: es la adaptación de un videojuego que lo peta entre los adolescentes.

El videojuego en cuestión es el del mismo título, popularmente conocido por su abreviación “FNaF”. En él, el guardia de seguridad nocturno de una pizzería debe defenderse del ataque de unos muñecos que tienen forma de animal humanoide. Eso mismo relata la película, aderezada con el drama personal del protagonista al deber hacerse cargo de su hermana pequeña, mientras arrastra un trauma infantil que se antoja más postizo que el flequillo de Nicolas Cage en Ghost Rider.

“La peor y más ridícula película de (supuesto) terror estrenada en mucho tiempo (ridícula incluso para la Blumhouse, no les digo más)”

Pero eso no es lo peor, lo peor es que nada de lo que acontece en la pizzería Freddy Fazbear relacionado con los muñecos tiene ni pies ni cabeza. Ni su justificación (y mucho menos su motivación), ni su comportamiento, ni su nexo psicológico con el protagonista, a lo que tampoco ayuda el papel que juegan en la trama personajes secundarios como los interpretados por Elizabeth Lail y Matthew Lillard. El videojuego podrá estar muy bien recreado estéticamente, pero el guión es un auténtico despropósito.

El diseño de producción copia acertadamente el juego, y los ninotes Freddy, Bonnie, Chica y Foxy, parecen haber salido directamente de él como la Sudako de The Ring (o Samara, como quieran) sale del televisor, pero en ningún momento se consigue crear una atmósfera inquietante o angustiante, y no digamos ya terrorífica. Debido a la falta de medios, más bien parece que asistimos a una cabalgata de Reyes con muñecos involuntariamente cómicos como la del oso desnucado de Cádiz.

"Que no se quejen, que las princesas Disney de la cabalgata de Cádiz, aún eran más feas"

Consecuencia directa de haber realizado la película exclusivamente para el target adolescente que se ha quedado sin yemas en los dedos de tanto jugar al videojuego, sabiendo que tendrá suficiente con ver en la pantalla del cine los personajes que ha visto durante miles de horas en la pantalla de su ordenador, sin pararse a pensar si lo que ve tiene algún sentido. Nada nuevo bajo el sol, pues ya desde Alone in the Dark, con la mayoría de adaptaciones videojueguiles ocurre lo mismo.

Olvídense pues de clásicos recientes producidos por Blumhouse como Insidious, Sinister, La purga o Déjame salir. Five Nights at Freddy’s se mueve en la esfera de los churritos al igual que Fantasy Island, Sweetheart, Ojos de fuego o El exorcista: Creyente, desafortunadamente una liga más habitual en las producciones Blumhouse. A no ser, claro, que Jason Blum, como buen productor zorruno, engañe a directores como James Wan, M. Night Shyamalan o Jordan Peele.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: quien tenga borradas las huellas dactilares de tanto usarlas.

No recomendada por Kuato a: quien confunda a Freddy Fazbear con Winnie the Pooh.

Ego-Tour de luxe por: que pese a contar ya 30 años, Josh Hutcherson siga compitiendo con Michael J. Fox por ser el eterno adolescente de Hollywood.

Atmósfera turbínea por: el presunto final sorpresa. Lo que nos faltaba pal duro.

■ FIVE NIGHTS AT FREDDY’S. Estreno en Venusville: 01/11/2023.