FROZEN 2 crítica: La comunidad del hielillo

Secuela de Frozen con Elsa y Anna de excursión a Mordor para destruir el Hielillo Único

■ RAY ZETA

No hace demasiado tiempo, las secuelas del cine de animación de Disney se comercializaban directamente en vídeo para engrosar la concurrida sección infantil de los videoclubs. Eran producciones de menor presupuesto y más modestas en intenciones que las originales, y se lanzaban al mercado sin la más mínima promoción. ¿Sabían que La Sirenita, Aladdin, Pocahontas, Mulan y El rey león tienen sus respectivas secuelas? Si es que sí, es porque probablemente han sido ustedes carne de videoclub como todos nosotros, y si es que no, no les culpamos porque no se han perdido nada y pueden recuperarlas, si tienen curiosidad, en las plataformas televisivas actuales.

Pero los tiempos cambian, y con la llegada de obras animadas de Disney, Pixar y DreamWorks tan potentes como Toy Story, Cars, Shrek o Cómo entrenar a tú dragón, las secuelas animadas se han puesto a la orden del día, siendo producidas para estrenarse en salas, y aún con más presupuesto y ambición que sus predecesoras, como es el caso de Frozen 2. ¿Creían que volverían a ver a la reina Elsa y a la princesa Anna tirándoles bolas de nieve a los gatos callejeros de Arendelle? ¿O a Kristoff y a Sven manteniendo la relación zoofílica más romántica desde Viggo Mortensen y su caballo en Océanos de fuego? Pues abróchense los cinturones, porque en Frozen 2 van a ver esto y mucho más.

"Así, poned todos cara como si estuviéramos viendo al negro del WhatsApp"

Porque lo primero que sorprende de Frozen 2 es su cambio de género con respecto a la primera parte. Si Frozen era el típico cuento de hadas de princesas Disney luciendo los vestiditos que todas las niñas piden llevar en su primera Comunión, Frozen 2 es una película de aventuras épicas. Y aún diría más, como los Hernández y Fernández de Tintin, una película de aventuras con viaje fantástico a un reino fantástico con seres fantásticos, como son las de Simbad, las basadas en obras de Julio Verne como Viaje al centro de la Tierra o La isla misteriosa, o las de Tolkien como El Hobbit o El señor de los anillos. De hecho, la expedición que emprende tal viaje, formada por Elsa, Anna, Kristoff, Sven y Olaf, es en cierta manera una comunidad del anillo, o digamos mejor una "comunidad del hielillo".

“Frozen 2 es una película de aventuras, y una película de aventuras con viaje fantástico a un reino fantástico con seres fantásticos”

La reina Elsa descubrirá así la razón de por qué es el único mutante de Arandelle con superpoderes como los de Bobby Drake, el Hombre de Hielo (secreto que la atormenta más que a Lobezno no recordar su pasado). Pero no se preocupen, que aunque en cierta manera innecesario (también en Cómo entrenar a tu dragón 2 se explicaba innecesariamente el origen del don de Hipo para domesticar dragones), está mejor ligado que la explicación que dieron en Los inmortales 2 para justificar la inmortalidad de los protagonistas (lo del planeta Zeist, tan ridículo como los putos midiclorianos de Star Wars). En fin, que si en Frozen les quitaba el sueño no saber de dónde le venían a Elsa los superpoderes, ahora podrán dormir como bebés.

"Hay que joderse, Frodo volando en águila y yo con esto"

Por el resto, Frozen 2 se revela como una película de aventuras entretenida de ritmo rápido, aunque con un metraje algo estirado debido al exagerado número de canciones existentes (once en total, lo que significa tres más que en la anterior, que ya es decir), y algún personaje de presencia forzada a modo de peaje obligado, como es el caso de Kristoff, relegado en esta ocasión a simple comparsa (además de endosarle la subtrama más ridícula de la película), y de Olaf, aún más mascota secundaria graciosita que en la primera parte (prepárense a verlo hasta en la sopa en forma de merchandising estas Navidades). A Kuato gracias al menos que en esta entrega los trolls sólo aparecen a modo testimonial...

Frozen 2 no tiene la magia de cuento de hadas que sí tenía el primer Frozen, pero lo compensa con la épica de la aventura además de con otros puntos, como la mención de los elementos naturales (Pokemon incluido) con un mensaje ecologista que recuerda el de Pocahontas menos sensiblero de lo esperado (lo que es de agradecer), y unas escenas protagonizadas por la reina Elsa con el agua y el hielo como parejas de baile, que son técnicamente espectaculares y una auténtica gozada (no sé cómo no la fichan los X-Men, los Vengadores o la Liga de la Justicia). Frozen 2 descolocará a más de uno (y a más de una, sobre todo a más de una mamá) por no ser la secuela lógica y esperada, pero si sirve para que las niñitas pidan estas Navidades el traje de guerrera Northuldra en lugar del vestido de princesita, habrá valido la pena.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: quien quiera ver una de princesas Disney con menos princesas de lo habitual.

No recomendada por Kuato a: niñitas que lleven su vestidito de princesa hasta para dormir.

Ego-Tour de luxe por: la reina Elsa a caballo. Esperen a verla y lo entenderán.

Atmósfera turbínea por: ese vestuario a lo Abba que le aparece por la patilla a la reina Elsa hacia al final. Sólo le falta cantar el “Mamma mia”.

■ FROZEN 2. "Frozen II" (2019). Dirección: Chris Buck, Jennifer Lee. Guión: Jennifer Lee. Reparto: Kristen Bell, Jonathan Groff, Idina Menzel, Evan Rachel Wood, Sterling K. Brown, Jason Ritter, Alan Tudyk, Josh Gad, Santino Fontana, Jeremy Sisto, Martha Plimpton, Ciaran Hinds, Rachel Matthews, Alfred Molina, Mattea Conforti, Hadley Gannaway. Estreno en Venusville: 22/11/2019.