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GORRIÓN ROJO crítica: Academia de rusas calientes

Novela de espías de la Guerra Fría con una Jennifer Lawrence calentita, calentita, en Gorrión rojo

ROBERT THORNHILL

Aunque vayan pasando las generaciones y a los millennials de hoy en día la Guerra fría les suene al título del último videojuego para su Nintendo, lo cierto es que los rusos siguen siendo nuestros villanos favoritos, y aunque los verdaderos perturbados del mundo sean ahora de origen musulmán o coreano, su eterna rivalidad con los capitalistas yanquis sigue siendo un filón inagotable para el mundo del cine. Ahí está sin ir más lejos, la muy nominada fábula La forma del agua, en la que los rusos no dejan de ser uno de los elementos dinamizadores.

Pues con esa convicción de que nos encanta putear a esos duros bolcheviques llega Gorrión rojo, donde volvemos a retomar esas intricadas historias con oscuras intrigas y sagaces espías dobles, adaptando la novela homónima del exagente de la CIA Jason Matthews (¡atención, peligro!, ¡ha escrito una trilogía!) en un proyecto que estuvieron tanteando colosos como David Fincher o el mismísimo Darren Aronofsky.

 

Gorrión Rojo

"Te enseñaré todo lo que aprendí en Portero de noche"

 

El tándem de los Lawrence, Francis y Jennifer, se vuelve a reunir en un acto de madurez después de obsequiarnos con sus batallitas adolescentes en la saga Los juegos del hambre, para ofrecernos una obra atemporal donde no hay lugar para las florituras, y aunque el tráiler nos pueda llevar a pensar que estamos ante una nueva Atómica, con la pechugona Lawrence dando leña a lo Charlize Theron, lo cierto es que las referencias más orientativas serían El topo o La casa Rusia, porque su arma más letal se encuentra entre sus piernas.

La trama de Gorrión rojo juega con elementos y situaciones que en alguna u otra ocasión hemos visto en los cientos de pelis donde los maquiavélicos rusos y los “voydelisto” americanos juegan a los espías usando Europa como tablero de correrías. Esa femme fatale, el enigmático topo, ese inevitable romance entre espías, esas pistas falsas que nos van confundiendo por el camino, y mucha gente malfollada en la sombra montando operaciones imposibles: es el abc de un género que difícilmente nos puede llegar a sorprender.

“Las referencias más orientativas de Gorrión rojo serían El topo o La casa Rusia, porque su arma más letal se encuentra entre sus piernas”

Pero no nos engañemos, al igual que de Salt lo único que se recuerda es a una delgaducha Angelina Jolie, y de Atómica con el tiempo tan sólo nos quedará en la memoria a esa rubia cañón mortífera Charlize Theron, Gorrión rojo es una película para más gloria de esa camaleónica actriz como es Jennifer Lawrence, que ya nos demostró que ha llegado a su madurez en esa rareza como madre!, y que veremos este año de nuevo haciendo de la multiforme Mística en X-Men: Fénix Oscura.

Aunque comparte protagonismo con el siempre correcto Joel Edgerton, quien, no nos engañemos, no tiene ni la clase de Sean Connery, ni la belleza de Tom Cruise, ni mucho menos la fortaleza de Matt Damon, Jennifer como superestrella que es, hace lo que sea para dotar de personalidad a la película, ya sea quedarse en pelota picada excitando al personal, marcar cuerpazo embutida en modelitos “quitaelsentido”, o pasarse por la piedra a quien haga falta.

 

Gorrión rojo

"He aprendido a hacer la pinza birmana versión eslovaca"

 

Dejando claro que Gorrión rojo está pensada para el lucimiento de Jennifer Lawrence como actriz franquicia, se nos explica cómo una bailarina rusa del Bolshoi acaba convirtiéndose en agente de la KGB (curiosamente como Natasha Romanoff, la Viuda Negra) e ingresa en una academia de putillas mentales bajo la férrea dirección de la sargento de hierro Charlotte Rampling, donde saldrá preparada como un dulce gorrión con alma de gaviota, capaz de manipular a los hombres manteniéndoles a raya y dominándoles a su antojo a lo Sharon Stone en Instinto básico.

Aún así, siendo Gorrión rojo una película que se deja ver y por momentos entretenida, no llega al límite en las escenas donde debería hacerlo y las escenas de acción brillan por su ausencia. Se queda a medias de lo que ofrecía El Topo o El puente de los espías, porque ni Lawrence ni Edgerton están al nivel interpretativo de Gary Oldman o Tom Hanks, ni tampoco apuesta por esos espías modernos que corren, saltan, mamporrean, disparan y salvan el mundo como Atómica, James Bond o Misión Imposible. Es verdad que la presencia de la gran Raven soporta bien la película, pero esperábamos más de este Gorrión rojo que tan sólo será recordado por su primer desnudo integral y poco más.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: los que han visto cincuenta veces Rocky IV para ver cómo Rocky Balboa atizaba al chuloputas de Ivan Drago, y a aquellos que disfrutan viendo esas espectaculares bellezas rusas cayendo en las redes de James Bond.

No recomendada por Kuato a: los que no soporten esa cara de niña malcriada de Jennifer Lawrence, y para los que sueñen con una Lawrence seductora y ardiente. Va a ser que no.

Ego-Tour de luxe por: no sé si la escena quería ser cómica o no, pero esa senadora borracha o drogada como Mary Louise Parker haciendo trapicheos, es tan ridícula que hace gracia y todo

Atmósfera turbínea por: otra que viene con el cuento de que se va a retirar porque se quiere dedicar a la política. Si a Daniel Day-Lewis ya no lo creemos, a ésta menos.

 

GORRIÓN ROJO. "Red Sparrow" (E.U.A., 2018). Director: Francis Lawrence. Guión: Eric Warren Singer Y Justin Haythe. Reparto: Jennifer Lawrence, Joel Edgerton, Matthias Schoenaerts, Charlotte Rampling, Mary-Louise Parker y Jeremy Irons. Estreno en Venusville: 02/03/2018.

 

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