HUNT. CAZA AL ESPÍA crítica: Espías a lo bestia

Lee Jung-jae cambia el juego del calamar por el del topo en el thriller de espías Hunt: Caza al espía

■ BETO

Hablar de Lee Jung-jae es hacerlo de uno de los actores más conocidos del prolífico star-system surcoreano. No solamente por su reciente aparición en la famosa serie El juego del calamar, ya que el actor, que ya roza la cincuentena, ha sido un rostro habitual en múltiples blockbusters de su país (Along With the gods, Operación Chromite, New World, The Thieves…). Ahora se pasa a la dirección, aunque sin dejar de ser uno de los protagonistas de Hunt. Caza al espía. Una compleja historia de espionaje que implica a las dos Coreas en la década de los 80 y que pone de manifiesto las dificultades políticas que sufrió el país en esa época, aunque esta historia sea ficticia.

El inicio de la película es toda una declaración de intenciones, con un trepidante atentado y posterior persecución adrenalítica, como suele ser marca habitual del cine surcoreano. Siempre me han encantado esos tiroteos de tíos bien trajeados, que salen a la puta carrera como si fuesen equipados con zapatillas y ropa deportiva (la muerte no tiene que ir reñida con la elegancia, deben pensar...). A partir de allí asistiremos a la búsqueda de un espía norcoreano que está infiltrado en los estamentos del sur. Para ello se implicarán la KCIA y la Sección Nacional, que al mismo tiempo se vigilan entre ellas porque sus responsables también son sospechosos de ser el topo que está infiltrado.

"¿Y si para descubrir al espía organizas un juego de supervivencia llamado 'El juego del topo'?"

Para abordar la caza del espía, Hunt se sirve de enrevesadas tramas, que si bien son interesantes, obligan a estar atentos desde el minuto uno, aunque haya algunas que no haría falta que fuesen tan extensas, como las actividades políticas de la protegida de Lee Jun-jae o la historia del piloto de caza que deserta a Corea del Sur. Un verdadero juego del gato y el ratón, repleto de pistas falsas, en el que los dos contendientes (Lee Jun-jae y Jung Woo-sung) se sirven de cualquier artimaña para incriminarse mutuamente y conseguir así mantener al espectador en vilo esperando descubrir quién es el espía infiltrado de la historia. Como en todo buen thriller coreano, no podemos dejar de lado ciertas dosis de drama, pero ya se sabe que esto también viene incluido en el pack. Y es que en el fondo nuestros amigos asiáticos son unos sentimentales...

“Hunt. Caza al espía es un completo disfrute para los amantes del buen cine de acción, un thriller enérgico y violento a la altura del mejor cine surcoreano”

Para complicar la historia, se suceden algunos giros argumentales producidos por los dilemas morales de los protagonistas, que hacen que Hunt no se centre únicamente en la caza del topo. La película no deja mucho tiempo de asimilación de lo visto, ya que las escenas de acción son frecuentes y espectaculares. Tenemos desde la deserción de un norcoreano a tiro limpio por la ciudad, pasando por el rescate de Lee Jung-jae cuando están a punto de darle el matarile, hasta llegar a, mención especial, un intento de asesinato del presidente de Corea del Sur en un viaje oficial al extranjero. Lo que se llega a ver en esa escena maratoniana es brutal. De hecho, si hubiésemos visto aparecer a John Rambo por allí no hubiese desentonado en absoluto.

"Ya sabía yo que el premio de 45.000 millones, no me iba a durar mucho"

A pesar de tener un buen puñado de actores, la pareja antagonista se lleva todo el protagonismo y provoca que, con la excepción de ambos, no se llegue a profundizar en el resto de personajes, que son más bien planos. Pero esto se debe a un formato habitual del thriller surcoreano, donde la polaridad entre los antagonistas tiene como consecuencia una mayor diferenciación entre actores principales y secundarios, que es exageradamente desigual en la mayoría de casos (I Saw the Devil, The Unjust, The Yellow Sea) y que en thrillers de otros países no es tan desproporcionada.

Si algún pero le hemos de poner a Hunt, es que la historia se desarrolla en dos líneas temporales, que en ciertos momentos no quedan bien definidas y a veces cuesta darse cuenta de cuándo se ha acabado el salto de época y estamos de nuevo en la otra línea. Sin duda, el ambicioso proyecto de Lee Jung-jae no es perfecto y tal vez se le pueda acusar de querer enrevesar en demasía una historia que no tendría que ser tan complicada de explicar. A pesar de esto, la película es un completo disfrute para los amantes del buen cine de acción. Un thriller enérgico y violento a la altura del mejor cine surcoreano.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: los mercenarios de Barney Ross. Estarían como pez en el agua en el tiroteo final.

No recomendada por Kuato a: todo aquel que se líe con tramas más complejas que Buscando a Nemo, y si además es mal fisonomista, peor…

Ego-Tour de luxe por: la calidad y brutalidad de las escenas de acción, sello habitual del cine made in Corea. ¡Bravo!

Atmósfera turbínea por: el rollito protector de Lee Jung-jae con la hija de su informador muerto. Chirría un poco en la historia tratándose de espías high level.

■ HUNT. CAZA AL ESPÍA. Estreno en Venusville: 04/01/2023.