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JÓVENES Y BRUJAS crítica: Brujear con responsabilidad

Remake de Jóvenes y brujas tan papanateramente correcta que cuela menos que Hellboy de rosa

EL HOMBRE DE BOSTON

La época de corrección política cinematográfica que estamos viviendo está llegando a unos niveles de papanatismo que hubieran sido inimaginables hace solo escasos años. Okey a la inclusión racial convirtiendo en un anuncio de Benetton toda peli con más de un personaje (que no falten el blanquito, el negrito, el chinito y el latinito), a la igualdad de género, que mujeres como Milla Jovovich, Charlize Theron o Gal Gadot pueden repartir hostias como el que más, y a mostrar lo menos posible vicios como beber y fumar, que como menos se incite al botellón, mejor, pero de eso a cambiar el argumento de una peli concreta en pos de la corrección papanatera, va un trecho.

Y eso es justamente lo que ha hecho el remake de Jóvenes y brujas, éxito de 1996 que a pesar de su sencillez, o quizás gracias a ella, se convirtió en un clásico fantástico juvenil instantáneo, erigiéndose en película de cabecera de toda una generación USA. Su argumento es bien simple: cuatro amigas experimentan con la brujería, descubren su capacidad para realizar hechizos, aprovechan sus poderes mágicos en beneficio propio, se enemistan a causa de sus diferencias, alguna se pasa al Lado Oscuro, y se tiran los platos brujeriles a la cabeza. Y hago mención especial en la frase “aprovechan sus poderes mágicos en beneficio propio” porque es el quid  de la cuestión.

 

"Si te portas bien te contaré el episodio de Expediente X de la bruja de Maine"

 

Porque eso es lo que haríamos todos, no nos engañemos. Si ahora cualquiera de nosotros descubriera que tiene poderes mágicos, los utilizaría primordialmente para dos cosas: follar y ganar pasta (y no tengo claro el orden). También para otros menesteres como aprobar exámenes o promocionarse en el trabajo, putear al vecino, una videoconsola o un coche nuevo… Y sólo cuando todas estas necesidades estuvieran cubiertas y bien cubiertas, vendría desear salud para todos, la paz mundial y demás chorradas similares. Pues eso lo que hacen las jóvenes brujas de la peli original: hechizar de amor al guaperas del insti, vengarse de quien te hace bullying, volverse más guapa si se es feúcha, y putear al padrastro cabrón.

“Igual que las webs de apuestas recomiendan jugar con responsabilidad, la nueva Jóvenes y brujas recomienda brujear con responsabilidad”

Pero ay, que en la época papanata actual eso no está bien visto porque incentiva en nuestros jóvenes valores negativos como el egoísmo, el individualismo y el juego sucio, así que igual que las webs de apuestas recomiendan jugar con responsabilidad, la nueva Jóvenes y brujas recomienda brujear con responsabilidad. Por eso las nuevas brujitas son cuatro buenas chicas pamfilonas sin maldad que se no se aprovechan en beneficio propio de sus poderes mágicos, y que pactan dejar de brujear si la cosa se les va de las manos. Y como las cuatro son buenas chicas, ninguna de ellas abraza el Lado Oscuro erigiéndose en la villana de la función, como ocurría en la primera (impagable Fairuza Balk).

 

"Invocamos a Neve Campbell para enganchar una saga de tanto éxito como Scream"

 

No cuela. Solo por esto, la nueva Jóvenes y brujas ya podría considerarse fallida en su propuesta, pero encima tampoco acierta en las novedades que presenta: unos poderes mágicos que dejan al Dr. Strange a la altura de Martin Short en El hada novata (desde la telepatía a la piroquinesis, no les digo más), llegando a ellos con la rapidez que un Ferrari pasa de cero a cien; y la inclusión de un villano externo (ya les comentaba que no queda bien que sea una de ellas) tan previsible como ridículo, que acaba por cerrar la tapa de un ataúd de una peli que si bien durante la primera mitad consigue permanecer entreabierto, se va cerrando a medida que presenta sus cartas, hasta que la aparición del villano lo cierra definitivamente.

Tanta corrección política intenta suplirse sorprendentemente con la aparición de elementos escatológicos como menstruaciones a destiempo, condones usados y masturbaciones inconclusas (tanto masculinas como femeninas). De lo que se desprende que deben formar parte de un plan maestro a modo de educación sexual, para completar la clase sexual sobre consentimiento que sale en una de las escenas. O sea, que a los jóvenes de hoy en día se les debe proteger de valores negativos como el egoísmo, el individualismo y el juego sucio, y de peligros como la sexualidad de riesgo, los botellones y brujear sin responsabilidad. Loables intenciones todas ellas, ¿pero y qué hay de los malos remakes?

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: el profesor Severus Snape, la bruja Morgana, Madame Mim, Saruman y Gargamel.

No recomendada por Kuato a: profesores de ética, religión y educación sexual.

Ego-Tour de luxe por: el plano final que conecta el remake con la original. Lo único bueno de toda la peli.

Atmósfera turbínea por: que Assumpta Serna no tenga un cameo. ¡Dónde vamos a parar! Para una peli americana de éxito en la que salió…

 

JÓVENES Y BRUJAS. Estreno en Venusville: 30/10/2020.

 

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