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JUPITER’S MOON crítica: Volando voy, volando vengo

Drama fantástico con refugiados voladores aspirantes a jóvenes X-Men en Jupiter's Moon

CHEMA PAMUNDI

El húngaro Kornél Mundruczó parece ser un director cuya principal obsesión es innovar. Lo intentó (y le salió bien) hace dos años con la intensa White God, una especie de versión canina de El amanecer del planeta de los simios más rara que un perro verde (nunca mejor dicho), y lo vuelve a intentar ahora con la no menos rara Jupiter's Moon. Tratar de innovar en el cine fantástico resulta cada vez más difícil y, por tanto, también es cada vez más de agradecer. Sin embargo y lamentablemente, en esta ocasión Mundruczó se ha quedado estancado en el terreno de las buenas intenciones, porque su nuevo trabajo es un puré de géneros y conceptos filosóficos de sabor indefinido, una mezcla poco sutil y a ratos un tanto plúmbea de cine de acción, manifiesto político, autoayuda new age, tebeo de ciencia-ficción posmoderna y fábula religiosa. Ya puestos, le podría haber añadido también algún número musical y unos dinosaurios.

Aryan es un joven refugiado sirio que, intentando entrar de manera ilegal en Europa, es abatido a tiros por un policía. No obstante, en vez de permanecer muerto, el chiquín resucita y encima desarrolla el poder de levitar. O sea, que se convierte en una especie de ángel o de superhéroe (la película hace mucho más hincapié en la primera opción, que es más como de cine serio e importante). Un médico alcohólico y caído en desgracia se dará cuenta de que puede ganar mucha pasta explotando las habilidades sobrenaturales del chaval y hará lo posible por ayudarle a huir, mientras que las fuerzas de la ley se lanzan tras él para retirarlo de circulación, porque... bueno, porque se ve que en la UE está prohibido flotar, o algo.

 

Jupiter's Moon

"Nada, que por más que lo intento, no logro leer la mente como el Profesor X"

 

Jupiter's Moon bordea de forma constante el ridículo pero, por puro milagro, no llega a caer nunca en él. Su arranque busca (y consigue) el mismo efecto de puñetazo en la cara que lograba Salvar al soldado Ryan, pero cambiando a las tropas yanquis que corrían para salir vivas de playa Omaha por refugiados que corren para intentar colarse vivos en suelo europeo. Tras ese inicio de vértigo, la cinta se entrega al mix de géneros que mencionábamos antes, tan atrevido sobre el papel como inofensivamente gaseoso y desequilibrado en la práctica: el drama de denuncia social “para todos los públicos” consigue calar (más o menos), y la fantasía de tintes oníricos tiene sus momentos epatantes, gracias sobre todo a unos efectos especiales de primer orden, pero el argumento de thriller con persecuciones (toda la película es, de hecho, una larguísima persecución) queda un poco postizo y embarullado, y el subtexto pseudo-místico en plan "segunda venida de Cristo" resulta incluso mosqueante.

"Jupiter's Moon bordea de forma constante el ridículo pero, por puro milagro, no llega a caer nunca en él"

Jupiter's Moon es una obra de grandes ambiciones, que sólo de manera intermitente logra resultados convincentes. Casi todos ellos parten de ciertos recursos visuales imaginativos, como esos maratonianos planos secuencia que siguen a los personajes y que refuerzan la sensación de que un inmigrante ilegal siempre está de paso (de que Europa no le permite desarrollar sentido de pertenencia sino simple instinto de supervivencia). En cambio, lo peor viene por unos diálogos empeñados en subrayar las metáforas del guion para que no se pierda nadie. Ya sabemos ver solitos el simbolismo de que al principio nadie vea que el protagonista puede volar (vivimos en un mundo de gente ensimismada y egoísta, que ya nunca levanta la cabeza para mirar al cielo), no hacía falta que un personaje lo verbalizase de forma explícita al cabo de una hora de metraje.

 

Jupiter's Moon

"Corro a matricularme en la escuela de Charles Xavier para jóvenes talentos"

 

El universo que plasma Jupiter's Moon, la paleta de colores que utiliza y hasta la manera de mover la cámara recuerdan lo suyo a Hijos de los hombres de Alfonso Cuarón. Pero mientras que aquello era un peliculón sólido como una roca en todos los aspectos, esto no pasa de ser una acumulación de momentos, un título dubitativo y demasiado centrado en prestigiarse por el simple hecho de ser diferente a casi todo el cine de ciencia-ficción que se estrena hoy en día. Pues mira, no. Con eso no basta.

Jupiter's Moon toca el mismo tema básico que tocaba White God (la indiferencia de la sociedad ante el sufrimiento de las clases marginadas que ella misma ha creado), pero supone un paso atrás en todos los aspectos. Kornél Mundruczó es un director con potencial, aunque quizás sea menos “autor” y más “artesano” de lo que él se cree. Dicen que Hollywood le va detrás para ofrecerle un blockbuster, y da la sensación de que ese es justo el tipo de proyecto que necesita para dar lo mejor de sí: una película en la que se responsabilice exclusivamente de desarrollar lo visual, mientras otros se encargan de escribirle una historia que se sostenga en pie.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien quiera ver durante dos horas flotar a un sirio.

No recomendada por Kuato a: quien busque ciencia-ficción con más sustancia argumental que planos bonitos.

Ego-Tour de luxe por: la astucia de saber vestir una peli fantástica de serie B con un tema de actualidad candente y grave como el de los refugiados, que la haga parecer mejor de lo que es. Desde luego, el premio a mejor película en Sitges 2017 demuestra que el truco ha colado.

Atmósfera turbínea por: los carteles al inicio de la peli, explicándonos bien masticadito que el título hace referencia a Europa, son un ejemplo del tono de pedantería superficial que baña todo el discurso político de Jupiter's Moon.

 

JUPITER'S MOON. "Jupiter's Moon" (2017). Dirección y guión: Kornél Mundruczó. Reparto: Merab Ninidze, Zsombor Jéger y György Cserhalm. Estreno en Venusville: 17/11/2017.

 

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