LA PASAJERA crítica: Con ñ de España

Terror ochentero español cañí con ecos de Berlanga y Carpenter (ahí es ná), en La pasajera

El fantástico español sigue demostrando año a año, que pese a no contar con los presupuestos astronómicos de las pelis americanas, son capaces de ofrecer ideas con cara y ojos altamente competitivas. Sin ir más lejos el último Festival de Sitges nos dejó una escalofriante La abuela de Paco Plaza, las realidades alternativas en Visitante de Alberto Evangelio, y esta “roadhorrormovie” cachonda La pasajera, que nos trae el tándem Raúl Cerezo y Fernando González Gómez. Una película llena de referencias a Carpenter y Cronenberg, pero que logra impregnar su esencia personal gracias a un guion y a una puesta en escena muy patriótica y castiza.

Independientemente de la valoración subjetiva de la peli, hay que reconocerle el desparpajo y el espíritu juguetón de Fernando González Gómez, quien ya participó en la inclasificable Zombie World 2, una reunión de historias con zombies como protagonistas a cual más barroca, y que también dirigió Estándar, una versión en la España profunda de Este muerto está muy vivo, en la que empezaban a verse los cimientos de ese humor negro que caracteriza también La pasajera. Es como insuflar el espíritu de Berlanga a los clásicos de Carpenter con historias que nos resulten más cercanas que ver a yanquis insensatos recorrer la Ruta 66 buscando irremediablemente la muerte.

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Y es que los personajes que aparecen en La pasajera podrían ser perfectamente vecinos nuestros, empezando por ese Ramiro Blas, que acapara todo el protagonismo con ese carácter retrógrado a caballo entre El Fary y José Luis Torrente, abanderando los símbolos españoles más casposos, desde el amor a los toros, hasta esos cansinos pasodobles. Como los citados referentes, el personaje puede resultar odioso o auténtico según los ojos con los que se mire. Sus compañeras de viaje son una niña en edad contestataria que no se corta una ante los exabruptos machistas del viejo verde, una madre divorciada buscando nuevas aventuras en su vida, y una enfermera que va a reencontrarse con su padre.

“Una película llena de referencias a Carpenter y Cronenberg, pero que logra impregnar su esencia personal gracias a un guion y una puesta en escena muy patriótica y castiza”

Los rifi-rafes entre el malhablado conductor y sus empoderadas compañeras de viaje dibujan ese primer tercio de La pasajera hasta que la llegada de un puerto de montaña, la noche y una espesa niebla, marcan el pistoletazo inicial de los momentos de terror, donde los seres poseídos y los efectos viscosos dinamizan la acción. Esa invasión alienígena que transforma a los humanos en zombies saltimbanquies nos recuerda por momentos a La Cosa, en otros a La invasión de los ultracuerpos, y en otros a La noche de los muertos vivientes, en un ambiente claramente ochentero. Como en Lobos de Arga, no estamos ante una obra de terror al uso, sino ante una en la que el sentido del humor y de la aventura priorizan sobre las imposiciones de un género en el que todo está muy visto.

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Menos la mexicana Cecilia Suárez, el reparto está formado por perfectos desconocidos, hecho que se agradece en vistas a darle autenticidad a la trama. El argentino Ramiro Blas (un “amiguete” de González Gómez que también participó en Estándar) adoptando un forzado acento cañí, es el que acapara más tiempo en pantalla, para lo bueno y para lo malo, porque su personaje puede resultar repulsivo a espectros sensibles de la sociedad. Al igual que Paula Gallego y Cristina Alcázar, sus caras nos podrán sonar por haberlos visto en tal o cual serie o haber participado en algún corto fantástico. Esa anonimidad hace que el dibujo de los personajes y los roles sean más creíbles y no resulten artificiales las situaciones dentro de la “Vane”.

Se nota que la pareja formada por Raúl Cerezo y Fernando González Gómez (“Los Ferezo”, como se autodenominan) se ha tragado mucho cine ochentero y que está poniendo los cimientos para unirse a los Paco Plaza, Jaume Balagueró o Nacho Vigalondo, en el selecto grupo de directores de terror con sabor hispano. De hecho ya han finalizado su nueva colaboración, Viejos, obra que, con toda la ironía que les caracteriza, ha nacido del cariño hacia el cine de la productora de Mindsommar, A-24. Conociéndolos, seguro que la película no va a tener desperdicio.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: los que les gustan pelis como Jeepers Creepers o Las colinas tienen ojos, donde los viajes se convierten en infernales… aunque aquí con sentido del humor.

No recomendada por Kuato a: los que consideraban casposo el humor de Torrente y sus ramalazos racistas y patrióticos. En La pasajera, los toros y los pasodobles son omnipresentes.

Ego-Tour de luxe por: ese pasodoble que se marcan Ramiro Blas y Paula Gallego en el tramo final de la película, que resume el espíritu de diversión que transmite.

Atmósfera turbínea por: la escasa distribución de la peli en las salas españolas, poniendo muy difícil su visionado en la gran pantalla. Una pena.

■ LA PASAJERA. Estreno en Venusville: 18/02/2022.