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LA PRIMERA PROFECÍA crítica: Damien’s Origins

Digna precuela de La profecía en la que los papis del futuro Demien celebran su baby party

BETO

Tal y como funciona la industria cinematográfica actual, bastante justita de ideas y dando muestras hace tiempo de una sensación de agotamiento como si ya estuviese todo contado, era extraño que no llegase una precuela de La profecía. Conocíamos las andanzas de Damien gracias a las cuatro películas de la saga, aunque tras la estupenda entrega original fueron de mal en peor, pero ahora en La primera profecía nos remontamos a los meses anteriores a su nacimiento, descubriendo quiénes fueron sus verdaderos padres y el oscuro entorno alrededor de su creación.

Arkasha Stevenson, a quien conocimos por la sorprendente miniserie Nuevo sabor a cereza de Netflix, dirige esta precuela que respeta la puesta en escena y la atmósfera inquietante de La profecía, apoyándose en una fotografía oscura como si fuese de otra época. El austero convento es escenario de apariciones espectrales y sucesos inexplicables de los que es espectadora, y en ocasiones protagonista, la novicia Nell Tiger Free, quien tiene la sospecha de que una de las niñas internas en el convento puede ser la futura madre del Anticristo.

 

"Creo que en vez de una Baby Party han entendido que era una Satysfier Party"

 

La ambientación de La primera profecía es notable, consiguiendo trasladarnos a la Roma de 1971, una época convulsa a nivel de reivindicaciones y disturbios callejeros, y un tiempo en el que el poder de la Iglesia empieza a ser cuestionado por las nuevas generaciones, lo cual es uno de los motivos por los que se gesta la llegada del Anticristo. Comparándola con otras películas que tocan presencias demoníacas de los últimos años, como Reza por el diablo o La monja II, Stevenson deja a un lado los típicos jumpscares y los sustituye por una atmósfera insana, aderezada con ciertas escenas impactantes, como la de la inmolación o la del parto desde una perspectiva vaginal. Sí, Si, tal y como está escrito.

“Lo mejor que podemos explicar de La primera profecía es que consigue integrarse en la historia original de La profecía y deja bien encadenadas ambas películas”

Las conexiones entre La primera profecía y La profecía son muchas, lo que se percibe desde la escena inicial, en la que un incidente “provocado” por las fuerzas demoníacas causa una muerte accidental como las que sucedían en la cinta de Richard Donner. Las conspiraciones eclesiásticas que denotan la existencia de dos Iglesias (la tradicional y la seguidora del Anticicristo) enlazan con los sucesos del filme de 1976. Sonia Braga, como madre superiora del convento-residencia, le confiere a su personaje un mal rollo considerable.

 

"Soy el Strip Boy y voy disfrazado de cura porque da más morbo "

 

Lo mejor que podemos explicar de La primera profecía es que consigue integrarse en la historia original de La profecía y deja bien encadenadas ambas películas, gracias a que es bastante fiel a sus raíces. La primera profecía, más que terrorífica es espeluznante, con ciertos toques lovecraftianos (la bestia encerrada para procrear, el cónclave ante el nacimiento de Damien…). Solamente ponemos en el “debe” el desenlace, algo atropellado y más convencional, poco acorde con el entramado presentado hasta el momento.

Además del final, la película se ha permitido otras licencias que la diferencian en ciertos puntos de su predecesora, pues según La profecía, la madre de Damien era un chacal engendrado por Satanás, y en este caso se habla de la presencia de una bestia sin calificar que procrea con mujeres. También sale al final un personaje que no aparecía en las cuatro películas anteriores, que puede tener un papel importante y que deja abierta la puerta a una segunda entrega. Y como punto final, comentar un error de bulto de tipo musical. La acción se desarrolla en Roma en 1971 (Damien nace el sexto día del sexto mes de ese año), pero en una noche loca de Nell Tiger Free en una discoteca con la novicia española María Caballero, suenan los hits “Rumore” de Raffaella Carrà y “Daddy Cool” de Boney M., cuando esas canciones son de mediados de la década de los 70. Pero todo esto no le resta nota a La primera profecía, que es un referente para el cine de terror actual sobre cómo realizar una buena película de terror sin caer en las fórmulas habituales.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los amantes de conspiraciones eclesiásticas a los que les encanta el olor a azufre y cuerno quemado.

No recomendada por Kuato a: mujeres a punto de dar a luz. La escenita del parto (y también la cesárea final) no es lo que necesitan ver.

Ego-Tour de luxe por: la inmolación. Una buena demostración de terror a la clásica, sin sustos imprevistos, ni sonidos estridentes.

Atmósfera turbínea por: el poco papel de Bill Nighy.

 

■ LA PRIMERA PROFECÍA. “The First Omen” (2024). Dirección: Arkasha Stevenson. Guión: Tim Smith, Arkasha Stevenson, Keith Thomas. Reparto: Nell Tiger Free, Tawfeek Barhom, Sonia Braga, Ralph Ineson, Bill Nighy. ESTRENO EN VENUSVILLE: 05/04/24.

 

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