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LA SOCIEDAD DE LA NIEVE rueda: La sociedad del jabón

J.A. Bayona presenta La sociedad de la nieve sin necesidad de ducharse de tanto jabón que le dan

RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 10/10/2023. ¿Es Juan Antonio Bayona el mejor director español de la actualidad? Al menos será el mejor director catalán, porque por primera vez en lo que llevamos de festival, la sala de las ruedas de prensa se ha quedado pequeña. Y es que nadie se ha querido perder la presentación de su película La sociedad de la nieve, y menos aún después de la buena acogida que ha tenido en San Sebastián, por eso junto a los reporteros habituales se agolpan medios televisivos y radiofónicos de lo más tochos, que será la única vez que pisen el suelo del Melià Sitges durante esta edición. Una lástima, porque si apoyaran de la misma manera al resto de películas, otro gallo le cantaría al festival.

Parece encima que todos han venido con un único objetivo: darle jabón a Bayona hasta dejarle sin piel, pues no hay intervención que no le pelotee hasta la saciedad cantando las excelencias de su película, mientras el director escucha una y otra vez los exagerados elogios con cara de aburrido. La tragedia de los Andes en la que el avión de un equipo de rugby uruguayo se estrelló en la cordillera, no dejando más opción a los supervivientes que comerse a los muertos, ya se ha explicado en diversas ocasiones, por ejemplo en ¡Viven! (1993), pero Bayona cuenta que lo que le impactó a él no fue el canibalismo, sino la grandeza de la historia en todos sus sentidos, humano, filosófico y espiritual.

 

"Por eso no hay nadie más humano, filosófico y espiritual que Hannibal Lecter"

 

Por eso La sociedad de la nieve se centra más en las emociones humanas que en los hechos macabros, y no se ceba mostrando a cámara ni descuartizamientos ni canibalismo gore como si fuera una versión nevada de Holocausto caníbal. “La intención siempre fue no dulcificar la historia, aunque decidimos no centrarnos en lo más escabroso porque eso sacaba al espectador de la película”, afirma el director. En cuanto a las lecturas religiosas que siempre se le ha dado, decidió pasarlas por alto para no limitar la lectura de la película y centrarse en la vertiente espiritual: “me pareció más interesante hacer una lectura espiritual a partir del acto de entrega de los cuerpos de los muertos para que los vivos pudiesen volver”.

“El cine fantástico es una manera más verdadera de contar la realidad”

Y eso que confiesa que lo filmó todo sin escatimar detalles, desde el troceado de cadáveres en filetes, hasta el machacamiento de huesos para ingerir el polvillo resultante con la intención de obtener calcio, pero lo fue eliminando del montaje “porque llevaba la película en una dirección diferente a la que quería” (no hay que olvidar que La sociedad de la nieve es un producto familiar para ver en Netflix, así que hay que ir con ojito de no violentar al público más de lo necesario). Eso a pesar de repetir una y otra vez que lo que buscaba era la realidad, y pone como ejemplo la escena del accidente del avión: “no buscamos la espectacularidad sino la experiencia inmersiva, que el espectador sintiera que estaba con ellos sabiendo lo mismo que sabían ellos”.

 

"Tsumani tachado, montaña tachada... Me falta el desierto"

 

Y sigue contando que apostó por un casting desconocido “porque había que entender el concepto social y cultural de la historia, y eso sólo se consigue con actores locales”. También que rodaron tomas en Los Andes, en el lugar exacto de la tragedia, lo que le acarreó un día de mal de altura chunguísimo, aunque la mayor parte del rodaje se realizó en Sierra Nevada. “Rodamos más de 600 horas, los montadores se quejaban de que les faltaban horas al cabo del día para poder visionar todo el material diario”, explica a modo de anécdota. Y alaba la labor del compositor Michael Giacchino por crear una banda sonora con referencias a El planeta de los simios de Jerry Goldsmith, combinada con música tribal uruguaya.

Y acaba exponiendo que en La sociedad de la nieve, porque así fue en la historia real, tienen igual peso los vivos que los muertos, lo que lleva la película a la vertiente más fantástica del relato: “ha de haber una visión que cuente la verdad y esa visión pasa por una mirada que interpreta los hechos, y es ahí donde entran los muertos, pues son parte de la historia como si estuvieran vivos. En ese sentido los muertos siguen vivos. Ahí entra el elemento fantástico”. Y cierra la rueda con una perla que no tiene desperdicio: “el cine fantástico es una manera más verdadera de contar la realidad”. Perla que como no podía ser de otra manera, le reporta la enjabonada final.

 

LA SOCIEDAD DE LA NIEVE. Estreno en Venusville: 15/12/2023.

 

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