MATAR O MORIR (PEPPERMINT) crítica: Mamá Punisher

Jennifer Garner es una mamá Punisher que se venga a tiros en Matar o morir (Peppermint)

A estas alturas de mili, pelis de acción femenina ya hemos visto unas cuantas en todas sus formas, tamaños y colores: clasicazos como los Alien y los Terminator, fantásticas recientes como Underworld, Resident Evil y Tomb Raider, westerns como Rápida y mortal, Perseguidas y Cuatro mujeres y un destino, de espías como Los ángeles de Charlie, Salt y Atómica, de superhéroes como Elektra, Cat Woman y Wonder Woman, de asesinas como Hannah, Memoria letal, Colombiana y las Nikita, fantasteens como Los juegos del hambre y Divergente, de venganzas como Kill Bill… Por citar unas pocas, que no quisiéramos que murieran de inanición por leerse la lista de un tirón si las pusiéramos todas...

Y ahora nos llega una más, directa al apartado de tiros y venganzas, Matar o morir (Peppermint), que podría considerarse como la versión femenina de The Punisher, con Jennifer Garner haciendo los honores de pasarse por el gatillo la banda latina de narcos más chunga de Los Angeles como castigo por el asesinato de su marido y su hijita. Jennifer Garner ya había hecho sus pinitos en la acción en la serie Alias y en la superheroica Elektra, por eso no es un género que le sea extraño, y a pesar de contar ya 46 años, y a pesar aún más de su cara de bobalicona, que le acerca más a una muñeca pepona que a una asesina, tiene mérito que convenza como madre y esposa desconsolada que sólo encuentra consuelo haciendo justicia a tiro limpio. Será su manera de ahorrarse el psicólogo tras su divorcio de Ben Affleck…

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Las pelis de venganzas no son precisamente un alarde y un ejemplo de originalidad, pues básicamente consisten en una batería de muertes y tiroteos, así que dependerá de su ritmo, de sus secuencias de acción, y de su tratamiento de la violencia, que sean recomendables o que acumulen polvo en la estantería de un videoclub de extrarradio, y por suerte para nosotros, Matar o morir (Peppermint) pertenece al primer grupo. No quedaba otra tras el listón tan alto dejado por Atómica y John Wick… Matar o morir (Peppermint) basa su acción en los tiroteos, y sin llegar a las curradas coreografías de los de John Wick, son suficientemente espectaculares como para valer el precio de la entrada haciéndonos babear más que un alien aquejado de psialorrea, teniendo en cuenta que aquí no hay Gun Fu que valga sino tiros a la antigua usanza.

"Matar o morir (Peppermint) basa su acción en los tiroteos, suficientemente espectaculares como para hacernos babear más que un alien aquejado de psialorrea"

Tampoco hay las hostias como panes que se reparten en Atómica, más allá de algún puntual encontronazo cuerpo a cuerpo, pero la cinta no se queda corta en lo que a violencia descarnada explícita se refiere, con muertos a balazos a quemarropa a tutiplén, más de uno recibiendo el tiro de gracia en plena sandía. No pidan credibilidad, pues es la historia de una mamá reconvertida en Punisher-Sarah Connor-La Novia (las tres a la vez como el aceite 3 en 1), con una banda latina como objeto de su venganza, siendo una gozada ver a Jennifer Garner hecha unos zorros mientras canta “Las chicas son guerreras” y reparte plomo a diestro y siniestro, en una versión femenina sin complejos de El justiciero, siguiendo los pasos (y los tiros) de Bruce Willis, y de Charles Bronson antes que él.

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Nada que envidiarle por ello a Jason Statham causando bajas en su organización por acumulación de plomo en sangre en sus Transporter, o a Liam Neeson pasándose por la piedra a toda una banda de albaneses en sus Venganza (no por casualidad del mismo director). En Matar o morir (Peppermint), Jennifer Garner hace lo propio con un cartel hispano, y no formado precisamente por hispanos simpáticos, educados y agradables de los que te ayudan con la compra cuando te los encuentran en el portal de casa, sino por los hispanos más chungos, como salidos de la serie Narcos o los amigotes de Danny Trejo de la quinta galería, rapados, tatuados y armados hasta los dientes, que convierten la apariencia del futbolista Arturo Vidal en el osito Winnie the Pooh.

Bien por Pierre Morel, pues, que se redime del insufrible tostonazo que significó Caza al asesino, y regresa a la línea de las pelis accioneras cañeras que dirigió bajo la tupida ala de Luc Besson (Distrito 13, Venganza y Desde París con amor), aunque en esta ocasión la producción sea cien por cien americana, a pesar de la participación del hongkonés estudio Huayi Brothers. Matar o morir (Peppermint) ingresa por méritos propios en el prestigioso club de buenas películas de venganzas, que como The Punisher, John Wick o El justiciero, deberían prescribirse médicamente para estados depresivos, ya que en períodos de decaimiento, poca moral y baja autoestima, no hay nada mejor para animarse que ver que el prota de la peli recobra a base de tiros vengativos el apetito, el sueño, la alegría y las ganas de vivir. Mucho más sano que atiborrarse de pastillas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: eso, espectadores en estado depresivo con decaimiento, poca moral y baja autostima.

No recomendada por Kuato a: espectadores incrédulos y de poca fe que no puedan creerse que una mamá y ama de casa sea capaz de pasarse por la piedra a base de tiros a todo un cartel como el de Medellín.

Ego-Tour de luxe por: Jennifer Garner. A ver si Ben Affleck tiene huevos ahora de no pasarle la pensión.

Atmósfera turbínea por: que ya puestos, no ejecute su venganza vestida con chandal amarillo y una katana.

■ MATAR O MORIR (PEPPERMINT). "Peppermint" (EUA, 2018). Director: Pierre Morel. Guión: Chad St. John. Reparto: Jennifer Garner, Richard Cabral, John Ortiz, John Gallagher Jr., Juan Pablo Raba, Method Man, Tyson Ritter, Annie Ilonzeh, Jeff Hephner, Pell James, Eddie Shin, Chris Johnson, Kyla-Drew, Erin Carufel y Johnny Ortiz. Estreno en Venusville: 19/10/2018.