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MIKE NICHOLS noticia: Adiós a los 83 años

<Siempre se le recordará por haber dirigido El graduado, pero a Mike Nichols le debemos también la impagable visión de un Jack Nicholson peludo y orejudo corriendo y saltando por Central Park cual lupino hechizado homenajeando a Paul Naschy. Nos referimos, cómo no, a Lobo, la obra licántropa que dirigió hace ahora justo 20 años, con el citado Nicholson en estado de gracia, una aún de muy buen ver Michelle Pfeiffer, y un James Spader de prominente flequillo que también se estrenaba en las artes lupinas.

   “Fue un verdadero visionario, ganó los premios más importantes del sector por su trabajo como director, escritor, productor y cómico, y fue uno de los pocos que se hizo con un Emmy, un Grammy, un Oscar y un premio Tony a lo largo de su carrera", ha declarado el presidente de ABC News, James Goldston, al anunciar su muerte por un paro cardíaco a la edad de 83 años... Y es que Micke Nichols fue un auténtico crack que cultivó todas las artes escénicas con éxito, ya fueran teatrales, cinematográficas o televisivas, picoteando de toda ellas y acaparando premios también en todas ellas.

   Alemán de origen judío nacido en Berlín, llegó con su familia a los Estados Unidos a la edad de ocho años. En su adolescencia estudió medicina mientras lo iba compaginando con el teatro, a lo que se dedicó finalmente revolucionando la comedia de principios de los 60. En el cine debutó en 1966 con ¿Quién teme a Virgina Wolf?, otro gran clásico del cine a mayor gloria del matrimonio Richard Burton-Liz Taylor, para dar el braguetazo definitivo al año siguiente con la mencionada El graduado, para ir cultivando el género de la comedia y alguna muestra de drama hasta despedirse en 2007 con La guerra de Charlie Wilson.

   Así que Lobo fue su única incursión en el fantástico, una película con tantos seguidores como detractores. Quizás no fue el director idóneo para una pieza de hombres lobos, priorizando el drama de los personajes por encima de la acción licántropa, y no son pocas las escenas que acusan falta de energía, pero aún así la cinta mantiene suficientes puntos de interés como para merecer una revisión a modo de homenaje, la interpretación de Jack Nicholson y su transformación en lobito aullador, entre ellos, incluyendo su marcaje territorial a base de mearse en los zapatos de James Spader, el bocado que le pega a un ciervo en todo el cuello, y el polvazo lupino que le echa a Michelle Pfeiffer. Y es que mientras el resto de la humanidad homenajeará a Mike Nichols con El graduado, en Venusville lo haremos con Lobo./>

 

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MIke Nichols, graduado por siempre

 

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