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NO MATARÁS crítica: Jo, qué noche

Mario Casas pasa de recibir collejas a ser todo un Chuck Norris en una sola noche en No matarás

RAY ZETA

Si hay algo que reconocerle a Mario Casas, es su afán de crecer como actor con cada película sin miedo a arriesgarse, en vez de haberse quedado en plácida figura de ídolo de adolescentes, gracias a sus papeles de joven galán guapito en las películas Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti, y la serie El barco, si es que tiene algo de plácido deber lidiar a diario con hordas de fans apostadas a la puerta de tu casa para pedirte un botón de la camisa, un mechón de tu cabello y un hijo tuyo. Así, Casas no ha dudado en abandonar su imagen de guaperas cachitas musculitos para ponerse gorderas (Bajo la piel de lobo), quedarse en los huesos (El fotógrafo de Mauthausen), dejarse barba de hipster (El bar), o postrarse en una silla de ruedas (El practicante).

En el caso de No matarás no se apoya en un cambio de imagen, sino que lo hace a cara lavada descubierta pasando por todos los estados de ánimo habidos y por haber, partiendo desde la sumisión más absoluta hasta llegar a la dominancia más extrema. Porque en No matarás, Mario Casas pasa de ser el tontaina de la clase que recibe todas las callejas, se sienta en las filas delanteras del autocar en las excursiones, y nunca es elegido por ningún equipo para jugar a fútbol en la hora del patio, a convertirse en el gamberro oficial del cole que fuma a escondidas en el lavabo, dibuja pollas en la pizarra en las horas de clase, y hace novillos para irse a jugar al futbolín.

 

"Cualquiera diría que estamos en Fuga de cerebros 3"

 

Porque No matarás describe un descenso a los infiernos a modo de Orfeo moderno, narrada en una sola noche como After Hours, The Warriors o Cuando llega la noche, en la que como no podía ser de otra manera, la femme fatale de turno (aquí una cholita más suelta que Carpanta en un bufet libre), entra sin pedir permiso en la vida del prota una noche que se va al carajo, y lo lía irremediablemente llevándolo al límite en una espiral de violencia como una montaña rusa sin frenos que va atropellando a todo el que se pone por delante. Olvídense de las noches locas de la trilogía de Resacón en Las Vegas, porque la noche de Mario Casas deja a estas a la altura de un salón de té para ancianitas.

"No matarás tiene un ritmo in crescendo constante con continuos giros argumentales que van llevando la historia por direcciones cada vez más inesperadas"

Ritmo in crescendo constante con continuos giros argumentales que van llevando la historia por direcciones cada vez más inesperadas, algunos de ellos tan exagerados como la propia propuesta, pero que nos tragamos con gusto por estar metidos hasta las trancas en la historia. Tal es el grado de inmersión del espectador en la película, que si en un momento dado aparece Mario Casas ataviado con vestido de lunares y peineta interpretando “Mi jaca” para salir indemne de una de las muchas situaciones de alto riesgo que salpican la trama, no sólo nos lo zampamos con patatas sin rechistar, sino que encima acompañamos la actuación haciendo palmas.

 

"Pensaba que lo que se abría cuando se dice 'ábrete Sésamo' era otra cosa"

 

Mérito del director y co-guionista David Victori, que se resarce de la fallida El pacto, y justifica su fama de joven promesa tras haber ganado con su corto La duda el Festival Internacional de YouTube, con Ridley Scott y Michael Fassbender como jurado. Victori no sólo imprime a la película un ritmo creciente no apto para cardíacos, sino que encima la filma a base de improvisaciones de los actores, que saben qué ocurrirá en la escena, pero que no la han ensayado porque no se han conocido antes de rodarla. “Se abrirá la puerta y entrará un tío con ganas de bronca”, le decía a Mario Casas… ¡Y zas! Se abre la puerta, y todo lo que ocurre a partir de ese momento es improvisado siguiendo unas mínimas directrices.

No matarás se erige pues como un thriller violento y contundente que a buen seguro impulsará la carrera tanto de David Victori como de Mario Casas, perfecta para triunfar en el mercado internacional (“Cross the Line” es su título en inglés), y ser versionada en pocos años en forma de remake americano con Daniel Radcliffe y Selena Gomez. Y si no, que repita el mismo Casas aunque no sepa inglés, total, como la mayoría de veces no se le entiende cuando habla, tampoco notaremos mucho la diferencia.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: adolescentes empollones que sólo salgan a las seis de la tarde para tomarse una horchata en una heladería.

No recomendada por Kuato a: adolescentes que hagan novillos para hacer botellón y fumar porros en la plaza del barrio.

Ego-Tour de luxe por: ese último prolongado primer plano final de Mario Casas mirando al espectador. “Gallina de piel”, que decía Johan Cruyff…

Atmósfera turbínea por: que el polvo no llegue a consumarse… Tantas vicisitudes, sufrimientos y dolores de cabeza para nada.

 

NO MATARÁS. “No matarás” (España, 2020). Dirección: David Victori. Guión: David Victori, Jordi Vallejo, Clara Viola. Reparto: Mario Casas, Milena Smit, Elisabeth Larena, Fernando Valdivielso, Javier Mula, Aleix Muñoz, Xavi Siles, Xavi Sáez. Estreno en Venusville: 16/10/2020.

 

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