OBJETIVO: WASHINGTON D.C. crítica: ¡Vaya un fugitivo!

Gerard Butler es de nuevo Mike Banning, más madurito y fondón, en Objetivo: Washington D.C.

Si Keanu Reeves ha recogido con su John Wick el testigo de aquellos tipos duros de los 60's de escasa gestualización y eruditos en frases lapidarias, otro tanto podemos decir de Gerard Butler con nuestros añorados héroes de acción de los 80's, que aún van arrastrando sus arrugas o su bótox por la pantalla alargando sus sagas como pueden. Lejos ha quedado aquel vergonzante Geostorm, porque las cuatro últimas películas que ha encadenado desde entonces lo certifican como el legítimo sucesor de los Bruce Willis, Mel Gibson y compañía, cuyas pelis ahora revisamos con nostalgia.

Con esa apariencia de buen tío con el que te echarías unas birras sin pensártelo dos veces, ha ido interpretando sucesivamente a un poli duro en Juego de ladrones. El atraco perfecto, a un heroico capitán de submarinos en Hunter Killer. Caza en las profundidades, a un codicioso farero en Keepers, el misterio del faro, y ahora vuelve a su papel fetiche de Mike Banning, ese guardaespaldas que todos quisiéramos tener, en Objetivo: Washington D.C., cerrando una trilogía que nos ha hecho pasar muy buenos ratos retrotrayéndonos a tiempos pasados donde los héroes no provenían de otros planetas ni tenían superpoderes.

"Yo no mencionaré Geostorm si tú no mencionas Ben-Hur"

Y qué quieren que les digamos, cada vez nos gusta más este ángel protector capaz de sacar a relucir ese humor socarrón aún en los peores momentos, siendo Butler en esta tercera parte más actor franquicia que nunca en una entrega que huele a serie B ochentera por los cuatro costado. De hecho, si las dos primeras entregas presentaban una similitud conceptual con Air ForceOne, con Aaron Eckhart haciendo las veces de Harrison Ford y Gerard Butler como héroe salvador de la patria ante el asedio de enemigos contemporáneos, como aquellos temibles norcoreanos en Objetivo: La Casa Blanca, o unos mosqueados islamistas en Objetivo: Londres, ahora el guion escrito por Robert Mark Kamen (Venganza, The Transporter) no se complica tanto la vida, dándole a Butler y a su personaje Mike Banning el protagonismo absoluto, adoptando en Objetivo: Washington D.C. el modelo de películas como U.S. Marshalls o Enemigo público, donde un falso culpable se ve sometido a una frenética persecución.

" Una entrega que huele a serie B ochentera por los cuatro costado"

Posiblemente la primera de la saga dirigida por un grande como es Antoine Fuquay con el doble de presupuesto, fuera comparativamente mejor con escenas más fastuosoas, pero no nos engañemos, con Objetivo: Washington D.C. estamos ante un ejercicio honesto de una franquicia donde hemos visto evolucionar a su protagonista, y ahora la única intención del director Ric Roman Waugh es divertir a unos fieles seguidores que ya sólo quieren ver a su empático héroe corriendo, soltando gracietas y cargándose a los villanos de turno.

"Listo para mi segundo mandato como presidente tras Deep Impact"

Además, esta tercera parte cuenta con un as en la manga que marca la diferencia respecto a las anteriores, y que propicia los mejores momentos de la película: un genial Nick Nolte en estado de gracia marcando galones como padre ermitaño del prota que le roba a Butler planos sin piedad, mientras le inyecta un impagable soplo de aire fresco a la trama protagonizando las escenas que más recordaremos al salir del cine. Uno de esos secundarios de lujo a los que nos tiene acostumbrados esta franquicia donde repite un Morgan Freeman esta vez ascendido a presidente de los USA (como en Deep Impact) y otras caras conocidas como Danny Huston, Tim Blake Nelson como vicepresidente, Piper Perabo, y una Jada Pinkett Smith intentando emular al gran Tommy Lee Jones de El fugitivo o U.S. Marshalls.

Al igual que Liam Neeson con su Bryan Mills en Venganza, o Tom Cruise con su Ethan Hunt en Misión imposible, está claro que Gerard Butler ha encontrado en Mike Banning ese personaje por el que será recordado en las futuras tertulias de cine (con permiso de su Leónidas pixelizado de 300), y aunque haya expresado su deseo de que ésta sea la última entrega de la saga, nos alegra saber que solo la esperadísma It: Capítulo 2 ha sido capaz de superarla en taquilla, habiendo ya recuperado con creces su inversión inicial. Por lo que mucho nos extrañaría si no volviéramos a ver al simpaticote agente secreto en acción más pronto que tarde... Esperemos, eso sí, que acompañado de Morgan Freeman, y sobre todo de ese viejuno Nick Nolte: dos viejos rockeros que llenan la pantalla con su presencia.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: los cansados de ver pelis de Marvel que quieran ver a un ser humano como los de antaño sin máscaras ni disfraces.

No recomendada por Kuato a: los que hayan despotricado de las dos primeras partes de la saga por la simpleza de su guion. Aquí se ha recurrido a los tópicos con alegría.

Ego-Tour de luxe por: la insigne presencia de Nick Nolte en la película, y esas dos escenas que hacen esbozar una sonrisa en el cine, en especial la post-créditos.

Atmósfera turbínea por: nuevamente, una traducción del título tan confusa que se sacan de la manga, que no concuerda con la idea del original Angel Has Fallen. ¿Para cuando dejaremos de doblar los títulos?

■ OBJETIVO: WASHINGTON D.C. "Angel Has Fallen" (2019). Dirección: Ric Roman Waugh. Guión: Katrin Benedikt, Robert Mark Kamen y Creighton Rothenberger. Reparto: Gerard Butler, Morgan Freeman, Piper Perabo, Jada Pinkett Smith, Nick Nolte, Danny Huston, Tim Blake Nelson y Mark Arnold. Estreno en Venusville: 30/08/2019.