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PHENOMENA GRINDHOUSE 27.01.12 crónica: Desaparecido en combate + Furia oriental

   

Chuck Norris VS. Bruce Lee

Chuck Norris y Bruce Lee reparten tiros y
estopa en el Grindhouse más mamporrero

Por Chema Pamundi

 

Phenomena: vuelve el cine

<Hará cosa de un año, empezaron a circular por Barcelona unos curiosos flyers que anunciaban un espectacular pase doble de películas de reestreno en el cine Urgel de Barcelona(una sala que, aunque un tanto envejecida, sigue teniendo la pantalla más mastodóntica de la ciudad). Era una iniciativa de Nacho Cerdà, director, crítico de cine y prestigioso aficionado al fantástico, que tuvo la intuición de que aquello podía llegar a generar interés, de que las viejas sesiones de cine de barrio tenían un público potencial que simplemente estaba esperando a que alguien le estimulase el deseo con una zanahoria lo bastante atractiva.

   La zanahoria en cuestión era Tiburón y Alien (como programa doble, desde luego no podía ser mejor) y, por supuesto, todos los cinéfilos que nos enteramos del evento asistimos sin pensarlo dos veces. Aquello fue una puta locura, que superó incluso las previsiones más optimistas, con un llenazo total y un público que, más que entregarse, puede decirse que entró en catarsis. Un público, por cierto, no tan solo circunscrito a nostálgicos geeks cuarentones, sino absolutamente transversal. A mí, por ejemplo, me hizo especial ilusión ver que las tres adolescentes que tenía en la fila de delante viendo Tiburón gritaban de susto con cada aparición del escualo protagonista. Han pasado 35 años, y la cinta de Steven Spielberg sigue siendo tan efectiva, tan rotunda, como el día de su estreno. Cuando el cine es bueno, es bueno y punto.

 

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Phenomena Experience y Phenomena Grindhouse: vuelve el cine

 

 

La experiencia Phenomena

   Pese al éxito evidente de la iniciativa, pocos de los asistentes sospechábamos que aquello, lejos de ser una sesión puntual, se iba a convertir en una cita habitual cada primer o segundo jueves de mes, y que íbamos a poder volver a ver en pantalla grande peliculones del pasado como Aliens, Terminator, Indiana Jones y el templo maldito, La cosa, Harry el Sucio, Desafío Total, Regreso al futuro… Y sin embargo aquí estamos, un año después: Phenomena ha hecho honor a su nombre para convertirse en un acontecimiento en la ciudad de Barcelona, en una celebración del cine por el cine sin artificios de márqueting, en un aquelarre pop colectivo. Los espectadores más veteranos vuelven a tener 15 o 20 años durante cuatro horas, y los jóvenes descubren títulos imprescindibles que, o no habían visto nunca, o solo habían podido disfrutar en DVD (un formato que brutaliza y resta intensidad a obras como E.T., o Acorralado, que nacieron para ser vistas en una sala oscura y llena de gente). Para quienes en su día nos formamos como espectadores de salas de reestreno (cada cual en su ciudad tendría sus favoritas; las mías, aquí en Barcelona, eran el Cine Céntrico y el Cinestudio Spring), Phenomena se ha convertido en algo imprescindible. Tras experimentarlo por primera vez, a uno solo le cabe preguntarse cómo había podido vivir sin ello tanto tiempo.

   El afianzamiento del formato ha sido tal, que en su segunda temporada Nacho Cerdà y su equipo han corregido y ampliado la oferta: sesiones en viernes y sábados en lugar de en jueves (el público ha respondido con creces, y supongo que al cine Urgel ya no le da miedo invertir en Phenomena sus días fuertes de la semana), subsecciones especiales como “Phenomena Grindhouse” (películas de serie B), o “Phenomena Spanish Bizarro” (que nos ha dado ocasión de repasar ¿Quién puede matar a un niño? y Pánico en el transiberiano), e incluso la aparición de iniciativas similares en otras salas y ciudades. De repente, te enteras de que el cine Verdi ha puesto en cartel El planeta de los simios (la buena, la de 1968), o de que una sala de Madrid ha pasado en sesión especial Gremlins y Los cazafantasmas.

 

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Pareja de figuras grindhouseras en el Phenomena del 27.01.12

 

 

Chuck Norris y Bruce Lee

   Este viernes 27, sin ir más lejos, tocaba otra vez Phenomena (sí, es como ir a misa). Se trataba de una sesión grindhouse compuesta por Desaparecido en combate(Missing in Action. Joseph Zito, 1984) y Furia Oriental (Fist of Fury. Lo Wei, 1972), a priori dos propuestas casposas y poco atractivas, aunque a la hora de la verdad allí nos reunimos tal cantidad de chalados como para acabar llenando la sala. Como de costumbre, el público se lo pasó en grande soltando comentarios jocosos, coreando las patadas voladoras de Bruce Lee y riéndose a mandíbula batiente con los “momentos pecho-lobo” de Chuck Norris. También como siempre, nos descojonamos con las cortinillas de Movierecord y los trailers vintage entre película y película (catetadas como Metralleta Stein, McQuade Lobo Solitario, o El pequeño padrino de Hong Kong). Una vez más, verbena grande en el cine Urgel.

   La primera de la noche, Desaparecido en combate, es una de las obras más celebradas de ese “fuori clase” interpretativo que es Chuck Norris. Decir que la película es terrible no es hacerle justicia: está tan mal narrada, con escenas que parecen cortadas a machete y diálogos telegráficos de lo más absurdo, que por momentos parece incluso cine surrealista. Si a Salvador Dalí le hubiese dado por hacer un remake de Rambo, el resultado final no hubiese discrepado mucho de lo que consigue Joseph Zito en Desaparecido en combate. Si a día de hoy todavía mantiene cierta validez y razón de ser, es principalmente por dos motivos: hace mear de risa (en serio, el paso de los años la ha convertido en una especie de precuela involuntaria de Hot Shots), y además sirve como efectiva reivindicación de lo buenas que eran, en el fondo, las pelis de la saga de John Rambo.

 

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Chuck Norris VS. Bruce Lee: tiros occidentales contra mamporros orientales

 

   Algo menos abracadabrante, más simpática y en cierto modo mejor conservada por el paso de las décadas es Furia Oriental, la película que completó la sesión. Furia Oriental es uno de los títulos gordos de Bruce Lee, icono por excelencia del cine de ostias finas (si en los sesenta se decía que cualquiera que se hacía fan de la Velvet Underground montaba una banda de rock, de igual manera puede afirmarse que en los setenta cualquiera que se hacía fan de Bruce Lee se apuntaba a una escuela de kárate). La peli está bien filmada para la época y los medios, tiene unas cuantas peleas dignas de aplauso, e incluso logra establecer cierta intensidad dramática con el espectador, pero al final lo que más llama la atención es lo mismo que en el caso de Desaparecido en combate: el guión absurdo (parece una trama descartada de Dragon Ball), los diálogos de vergüenza ajena y las estampas heroicas del protagonista (esas katas de Bruce Lee durante los combates, combinando grititos de caniche cabreado y pasitos de baile que parecen homenajes a Chiquito de la Calzada…). Enorme.

   Total, que lo que parecía en principio una sesión de relleno acabó resultando un inconmensurable festival del humor. Al parecer, no es que Desaparecido en combate y Furia Oriental hubiesen dejado de gustarnos, sino que ahora nos gustan por motivos diferentes: el LOL. En cualquier caso, otro triunfo de la experiencia Phenomena. Para próximas sesiones se apuntan títulos como Matrix, Dune, El secreto de la pirámide o Batman (la de los sesenta, com Adam West de barrigón hombre murciélago).

   ¿Quieres un consejo? No dejes que te lo cuenten./>

 

> Web Phenomena Experience y Phenomena Grindhouse

 

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