RUNNER RUNNER crítica: La tapwebera

La tapwebera

Versión de La tapadera con Justin Timberlake
trabajando en una web en vez de en un bufete

Por El Hombre de Boston

<Runner Runner tienen el morbo añadido de ser la primera película que estrena Ben Affleck tras conocerse la noticia de que será el nuevo Batman en al menos tres películas: El hombre de acero 2, Batman vs. Superman y La Liga de la Justicia (y si la cosa chuta, una nueva trilogía de Batman para él solito, más todas las secuelas que se generen). Así que es inevitable imaginárselo embutido en el interior del traje de Hombre Murciélago hablando con voz grave cada vez que sale en pantalla. Y más aún cuando interpreta al personaje veterano de la función (el multimillonario propietario de una web de juego online), que tiene a sus órdenes al talentoso aprendiz de turno deseoso de triunfar (Justin Timberlake), componiendo ambos una libre actualización del dúo dinámico formado por Batman y Robin.

Ben Affleck y Justin Timberlake como Batman y Robin, ¿se los imaginan? Pues más les vale, ya que si dejan volar su imaginación, la proyección de Runner Runner les pasará más rápido y tendrán por el mismo precio elementos con los que divertirse. Porque Runner Runner es un soso thriller del montón construido a topicazos tan mal integrados, que de no ser por este morbo añadido que nos ha brindado el destino, no soportaría el visionado siquiera del espectador más dócil. Una peli mil veces vista peor realizada que las demás, y poco creíble tanto por las motivaciones de sus personajes como por la facilidad con las que las llevan a cabo (empezando por la decisión de Justin Timberlake de ir al encuentro de Ben Affleck, y acabando por la manera de ejecutar el plan final).

"Hijo, si algún día te eligen para Batman todo esto podrá ser tuyo"

Una empresa de éxito que ofrece el cielo a sus empleados, pero que a medida que avanza la peli se va viendo que tiene gato encerrado, un joven con hambre de comerse el mundo que será captado primero, tentado por el mundo fácil del dinero, las tías buenas y todos los lujos imaginables segundo, y presionado por el FBI tercero, hasta encontrarse con un pie en una cuerda floja y un pie en una piel de plátano. Como en La tapadera de Sidney Pollack, pero con una empresa virtual en vez de un bufete de abogados, y con Justin Timberlake y Ben Affleck en vez de Tom Cruise y Gene Hackman.

"Una peli mil veces vista peor realizada que las demás, y poco creíble tanto por las motivaciones de sus personajes como por la facilidad con las que las llevan a cabo"

Añádanle a la trama el personaje del padre de Justin Timberlake tan metido a martillazos (John Heard), que sólo nos lo enseñan y lo sacan cuando les conviene, y un agente del FBI tan poco creíble en su manera de hacer (Anthony Mackie), que ni los mismos personajes de la película a los que se dirige le toman en serio. Y una chica florero para alegrar la vista, claro (Gemma Arterton), que dé colorido a las fiestas paseándose moviendo el culo en ceñidísimos vestidos, cuya línea de diálogo más larga sea decir gracias cuando le dedican un cumplido (si ya en Quantum os Solace, Furia de titanes y Prince of Persia, Gemma Arterton tenía un papel meramente de adorno, siendo supuestamente importantes, imagínense aquí que no lo es).

"No jodas que para llegar a Batman tengo que pasar primero por Daredevil"

Y como estamos en Costa Rica, claro, presentar a este país como la república bananera más chunga, aún cuando en la realidad se trata del país más rico, con menos paro y menos delincuencia de Centroamérica. ¿Recuerdan la escena final de El silencio de los corderos en que Hannibal Lecter telefonea a Clarice para decirle que el mundo está mejor con ella dentro? ¿Recuerdan dónde se encuentra y cómo va vestido? Pues parece que director y guionista se hayan inspirado en esta escena para describir Costa Rica. Gángsteres por doquier, putas a tuti pleni, todo quisqui vestido con sombrero de paja y camisa floreadas, y corrupción, mucha corrupción, porque aquí todo el mundo es corrupto, desde la policía al gobierno pasando por el aeropuerto. Una cajita de puros con un sobrecito dentro, y todo arreglado sea lo que sea.

Una lástima, porque todos estos detalles serían pecata minuta si la película funcionara. Pero ésta no funciona ni en guión, personajes o dirección, porque quiere ser mil cosas a la vez y acaba por no ser ninguna: un thriller de juego estilo Rounders, de estafadores estilo Confidence, o de empresas chanchulleras estilo La tapadera, con unos personajes que transitan moviéndose en la más pura ambigüedad de la manera más caricaturesca: Justin Timberlake entre ser un genio de las finanzas y el más absoluto pardillo, y Ben Affleck entre ser un genio empresarial y un mafioso de tomo y lomo (la escena en la que arroja a dos tipos a los cocodrilos es sencillamente patética). Puestos a quedar ridículos, que hagan de Batman y Robin./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita



		Recomendada por Kuato a: morbosos que quieran ver a Ben Affleck a cara descubierta antes de que se encasquete el traje de Hombre Murciélago.

		No recomendada por Kuato a: los costarricenses. Ver continuamente a sus agentes del gobierno aceptando sobornos mientras están borrachos entre putas en bragas, no es precisamente la mejor publicidad para su país.

		Ego-Tour de luxe por: el loable intento de Ben Affleck de parlotear español, y la mala idea del director. Si no sabe pronunciar la doble r, ¿por qué lo putea haciendo que uno de los personajes se llame “Herrera”?

		Atmósfera turbínea por: ¿alguien se cree a Ben Affleck como mafioso que arroja peña a los cocodrilos, como hacía TomWilkinson a los cangrejos en *Rocknrolla*? Que no se lo hagamos a él si la caga de Batman...