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SAM SHEPARD noticia: Sam Shepard muere a los 73 años

Sam Shepard muere a los 73 años víctima de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica)

“El mito es un medio en extremo poderoso porque va dirigido a las emociones y no a la cabeza. Nos arrastra al ámbito del misterio”. Lo escribió Sam Shepard sobre Bob Dylan, pero funciona perfectamente si se lo aplicamos a él mismo. Porque Sam Shepard alcanzó la figura de mito al ser un actor y un dramaturgo que interpretó más de sesenta películas y escribió cuarenta obras de teatro, ganando el Premio Pulitzer en 1979.

Al principió de su carrera en los años 60 se dedicó por completo al teatro, representando la corriente beatnick y el expresionismo abstracto, describiéndole la prensa como una combinación entre Samuel Beckett y John Steinbeck, siendo muy populares en esa época pese a estar casado sus romances con la cantante Patti Smith y Jessica Lange (con quien se casó posteriormente hasta 2009).

A finales de los 70 debutó en el cine y obtuvo una nominación al Oscar a Mejor Secundario en 1983 por Elegidos para la gloria, interpretando la mayoría de las veces personajes secundarios sureños de fuerte carácter alternando sin complejos héroes y villanos como en Días del cielo, El informe Pelicano, Operación Swordfish, Blak Hawk derribado, Stealh: La amenaza invisible, Caza al espía, El invitado o Mátalos suavemente.

Criado como estuvo en una granja en contacto directo con los animales (en su juventud sólo le interesaban los rodeos y las carreras de caballos y su primera vocación fue la de ser veterinario), no rechazó jamás un western cuando se lo propusieron, como se demuestra de sus participaciones en Todos los caballos bellos, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Bandidas, Blackthorn y Frío en julio.

A raíz de este último título, Jim Mickle nos contó durante la presentación de Frío en julio una anécdota que ilustra a la perfección la calidad de Shepard como actor y dramaturgo. Mickle no acababa de encontrar el tono en el diálogo en la escena en la que el personaje de Sam Shepard decide qué hacer con respecto a su hijo. Por más que la ensayaban no funcionaba, así que Shepard pidió permiso para reescribirla. Entró en su caravana y a los pocos minutos salió con la metáfora de qué es lo único que se puede hacer con un perro rabioso al que no se le puede dejar en libertad ni tenerlo toda la vida amarrado.

 

Frío en julio

Sam Shepard en Frío en julio

 

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