SCREAM VI crítica: The Final Girls

**Nuevo y sexto episodio de Scream tras someterse con éxito al proceso de rejuvenecimiento**

Con tan solo dos películas, Scream (V) a modo de presentación y Scream VI como consolidación, Melissa Barrera y Jenna Ortega como las hermanas Carpenter, se han apropiado de la saga Scream haciéndonos olvidar a Neve Campbell, Courteney Cox, David Arquette y compañía, como si la franquicia siempre hubiera sido suya. Lo que no consiguieron actores más experimentados como Boyd Holbrook o Mackenzie Davies en otras sagas como Predator o Terminator, lo han conseguido estas dos jóvenes actrices de bagaje televisivo y aspecto de culebrón latino, sin despeinarse (bueno, despeinándose un poco sí, sobre todo cuando Ghostface las persigue cuchillo jamonero en mano).

El mérito es de Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett y Chad Vilella, conocidos como Radio Silence, que han sabido interpretar a la perfección lo que era la saga Scream y cómo debía continuarse para las generaciones actuales con solo una película de puente. Fenómeno fan juvenil, terror adolescente en forma de slasher, autoparodia del género, mucha autoreferencia, diversión palomitera, y el reparto original pasándole el relevo a un nuevo elenco formado por jóvenes canteranos. Y todo ello con esa grasia y ese salero que Dios le ha dado a una franquicia que nunca se ha tomado demasiado en serio del todo, consciente que a diferencia de otras sagas terroríficas como La noche de Halloween, Viernes 13 o La matanza de Texas, jugaba en una liga menor por presentar un tono más ligero.

"Si NY nos agobia nos vamos a Haddonfield, que dicen que es muy tranquilo"

Así, la sexta entrega de Scream deja de ser una película de tanteo para erigirse en un episodio con entidad propia desarrollando las bases sentadas en Scream V. Adiós para siempre a Neve Campbell. Si quiere cobrar más, que llame a Denise Richards para hacer Juegos salvajes 2 que aquí no la necesitamos, pues tenemos a Melissa Barrera y a Jenna Ortega, y ellas se bastan y se sobran para acabar con cualquier Ghostface que les salga al paso con ganas de correr los cien metros con obstáculos. Tampoco necesitamos seguir estando en Woodsboro, pues a nuestras nuevas heroínas se les ha quedado pequeño, y por eso emigramos a una gran urbe como es Nueva York. ¿Quién dijo que Scream es una saga menor? Piensa en grande y serás grande.

“La sexta entrega de Scream deja de ser una película de tanteo para erigirse en un episodio con entidad propia desarrollando las bases sentadas en Scream V”

Por el resto, tal como dicen en la misma película siendo conscientes de que este episodio es la secuela de una recuela, más de lo mismo pero más espectacular, con más exteriores, más personajes, más acción, y más de todo. Y como no podía ser de otra manera, con Ghostface (o Ghostfaces en plural) reapareciendo con el más mínimo pretexto para volver a sembrar el caos a cuchilladas en forma de whodunit, aunque el asesino (o asesinos, en plural) sean tan previsibles como el final de una comedia romántica, por mucho que la credibilidad se sostenga con pinzas. Esto es Scream, así que pedirle credibilidad a la trama sería como pedirle a Hannibal Lecter que se hiciera vegano, así que quien quiera credibilidad en un whodunit, que revisite Agatha Christie.

"Si el Joker cogía el metro disfrazado de Joker, yo no voy a ser menos"

A favor, el jueguito referencial que se sigue llevando con respecto a las pelis anteriores (este episodio parece por momentos un remake de Scream 2) y el rollito de metaficción que se consigue, sacando provecho de los tópicos del cine de terror del subgénero slasher (hasta los mismos personajes de la peli bromean acerca de ello), y la alta dosis de violencia en las cuchilladas. Se diría que las hermanas Carpenter (el apellido de ficción no es una casualidad) han hecho un curso de ataque con cuchillo con el mismo Michael Myers de profesor, y un seminario de descuartizamiento de canales de cerdo con Leatherface de instructor. Si son ustedes espectadores de primera fila, no olviden el chubasquero.

Prueba superada pues, por lo que podemos decir que la saga Scream ha conseguido actualizarse con éxito tras su proceso clínico de rejuveneciemiento. En una época en la que la recuperación de sagas clásicas está de moda saldándose con más fracasos que éxitos (entre secuelas y remakes, recientemente hemos tenido continuaciones o actualizaciones de Alien, Predator, Terminator, Star Wars, Blade Runner, Rambo, Rocky, Halloween, Matrix, Ghostbusters, y próximamente Indiana Jones, ahí es ná), Scream se consolida junto a Creed y Cazafantasmas: Más allá (las favoritas de la crítica y el público) como una de las mejores secuelas. ¿O deberíamos decir “recuela”? Ya nos lo contarán Melissa Barrera y Jenna Ortega en Scream VII.

INFORME VENUSVILLE

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