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SHAZAM! crítica: El héroe anónimo

Nueva incursión superheroica de DC con Shazam!, mezcla de Big y la serie El gran héroe americano

CHEMA PAMUNDI

DC/Warner necesitaba como el comer un Shazam! Esto es, un producto fresco, ligero, gamberro, con las pretensiones justas, que apelara a la audiencia infantil y juvenil, que estableciera una mitología propia alejada de la órbita de Liga de la Justicia (esa versión fofa de Los Vengadores) y que ampliara la paleta de colores de un universo superheróico que, en cierto momento, llegó a desteñirse como el payaso de Micolor a base de acumular películas fallidas que confundían el drama con la murga y que, mira tú qué cosas, de un tiempo a esta parte ha estado logrando sus mejores resultados tanto artísticos como de taquilla (Wonder Woman y Aquaman) a base de alejarse de toda esa estomagancia para empezar a hacer un poquito de caso a lo que la gente quiere ver en un filme de superhéroes: justo eso, superhéroes. ¡Oh, sorpresa!

El protagonista de Shazam! es Billy, un adolescente inadaptado y que lleva enfadado con todo el mundo desde que su madre lo abandonó cuando era muy pequeño. En cuestión de pocos días, Billy deberá enfrentarse a dos crisis vitales bastante tochas: por un lado, adaptarse a una nueva familia de acogida en una casa llena de otros chicos y chicas en su misma situación. Por el otro lado, una serie de carambolas sobrenaturales harán que le caigan encima los superpoderes de un guardián ancestral de las esencias mágicas del universo (Djimon Hounsou, con una barba y una peluca postizas de no dar crédito), en uno de esos típicos casos de “estaba esperando para pasarle el testigo a un campeón de corazón puro, pero se nos echa encima el apocalipsis, así que le voy a enchufar el marrón a este tolay que pasa por aquí”.

 

Shazam!

"Mientras de súper adulto no te interprete Dani Rovira, todo irá bien"

 

El pack de superpoderes en cuestión es bastante completito: la sabiduría de Salomón, la fuerza física de Hércules, la resistencia de Atlas, la energía arcana de Zeus, el valor de Aquiles y la rapidez de Mercurio (lo de “Shazam” es de hecho un acrónimo formado con la primera letra del nombre de cada uno de dichos dioses). El chaval ni siquiera se tiene que poner el uniforme de licra: le basta con decir “¡Shazam!” en voz alta y se convierte de inmediato en un adulto hipermusculado y con capa. La mar de práctico. Por desgracia, convertirse en superhéroe rara vez sale gratis, y en este caso la factura incluye tener que salvar al mundo de un villano megalómano que ha liberado a los siete pecados capitales (versión monstruitos lovecraftianos) y los está utilizando como esbirros para... bueno, para sus mierdas megalómanas.

Es posible que Shazam! fuese todavía mejor película si su personaje titular no pareciera una completa sosería, una especie de Superman de Aliexpress con un trasfondo vago y pillado por los pelos (¿el protector y avatar de la magia es un tío vestido de trapecista, que vuela y tira rayos?), un personaje que apenas tuvo tebeos memorables hasta que guionistas modernos como Jeff Smith, Alex Ross o Grant Morrison lo pillaron por banda y le dieron una vuelta de tuerca. Un superhéroe que, para mayor sorna, en sus orígenes se llamaba... ¡Capitán Marvel! (hasta que Marvel Comics dijo que nanay, claro). Sin embargo, precisamente todo lo anterior lo convertía en un personaje cómodo con el que trabajar, sin la carga añadida de presión paralizante que a menudo ha supuesto adaptar a los héroes más icónicos de la editorial DC. Shazam! era un lienzo en blanco en el que se podía pintar lo que uno quisiera. Por una vez, en Warner podían hacer una peli de superhéroes con más ilusión que miedo a cagarla; y lo han aprovechado bien.

“DC/Warner necesitaba como el comer un Shazam!, un producto fresco, ligero, gamberro, con las pretensiones justas, que apelara a la audiencia infantil y juvenil”

Las referencias de la película son, por supuesto, todo el cine de superhéroes anterior a ella, pero también cosas como Big o la vieja serie de TV El gran héroe americano. Toda la primera mitad de Shazam! es en gran medida una mezcla de esas dos obras: un chico que de repente adquiere el cuerpo de un adulto y una sarta de poderes a cual más tocho, y que no tiene ni puñetera idea de cómo gestionar una cosa ni la otra. De ahí nacen los momentos más inspirados de la cinta, una mezcla orgánica de comedia y cine de superhéroes que consigue funcionar a la vez en ambos géneros. Nada de eso es nuevo, por supuesto: Shazam! se limita a poner en práctica la misma fórmula ya vista en Deadpool, Kick Ass o Spider-Man: Homecoming (incluyendo los ya obligatorios créditos finales de dibujos animados con canción rockera). Pero es una fórmula que de momento no cansa y que, de hecho, está insuflando vida nueva al género de superhéroes.

Dos buenos actores sostienen el armazón dramático: Mark Strong como el Dr. Thaddeus Sivana, que con ese nombre está claro que no podía ser otra cosa que el supervillano del asunto, y Zachary Levi como Shazam cuando es Shazam (Asher Angel, el chavalín que interpreta a Billy, simplemente hace lo que puede). La faena de Levi representando a un teenager espitoso en el cuerpo de un adulto con el poder de un semidios era complicada, y el tipo sale más que airoso gracias a una interpretación muy física y bastante carismática, con un punto de sketch de Saturday Night Live y apoyada en unos diálogos chisposos. En cuanto a Strong, está tan solvente como de costumbre en este tipo de papeles, si bien su personaje es un tanto plano, un malo demasiado de manual que no quedará para el recuerdo. Funcionan, eso sí, particularmente bien las escenas entre ambos: la actitud ultraborde, oscura y cruel sin matices del genio del crimen rollo Voldemort, contrapunteada por la ligereza, las caras de susto y los chascarrillos nerviosos del héroe que es consciente de ser un patán.

 

Shazam!

"Me recuerdas al malo de Kick-Ass"

 

Aparte de estos dos, el personaje más interesante de Shazam! es Freddy, el “amigo del alma” de Billy. Lo encarna Jack Dylan Grazer, que ya era de largo el mejor actor infantil en el remake de It y aquí repite logro. Freddy, un chaval que tiene que caminar ayudándose de una muleta y que es megafan de los superhéroes (los de DC, claro), ejerce de voz del espectador al recordarle una y otra vez a Billy que debería dar gracias por haberse convertido en uno de los seres más poderosos del planeta y por estar rodeado de gente que se preocupa por él, en vez de andar todo el rato quejándose y haciendo el emo por las esquinas. Billy es sin duda el héroe de la función, pero a quien te gustaría tener como amigo en la vida real es a Freddy.

Quizás el tono marcadamente juvenil, las pulcras escenas de acción para todos los públicos y el larguísimo tramo inicial de descubrimiento y aceptación del superheroismo (“oh-cielos-las-balas-me-rebotan”) provoquen algún que otro bostezo a ciertos espectadores adultos que ya han visto lo mismo mil veces antes y con una épica más acorde a sus gustos, pero es que Shazam! no está pensada para ellos, sino para un público aún no resabiado, que lo tendrá fácil para identificarse con un prota que cumple de la noche a la mañana varias de las friki-fantasías más comunes, y que al mismo tiempo se partirá de risa al verle comerse de morros todas las cornisas de Nueva Jersey mientras intenta aprender a volar. O sea, que ningún problema. Lo que tenemos aquí es un acierto bastante notable en el intento de dar a las pelis DC una nueva dirección más amplia de miras, más acorde con aquello que hizo grandes a sus personajes en la era de oro de los tebeos. Shazam! va sobre un superhéroe que se esfuerza por encontrarse a sí mismo, que es más o menos lo mismo que está empezando a hacer el universo extendido de DC. Buenas noticias.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien quiera recuperar la esperanza en las pelis del universo DC.

No recomendada por kuato a: quien busque turras melodramáticas a cámara lenta estilo Zack Snyder.

Ego-Tour de luxe por: facturar, por fin, una peli de DC con la suficiente humildad como para reírse a carcajadas de sí misma, algo que no veíamos desde los Batman de Tim Burton, y que es sanísimo.

Atmósfera turbínea por: la cansina subtrama de los matones de instituto. Esto sí que lo hemos visto ya mil veces y no aporta nada.

 

■ ¡SHAZAM! "Shazam!" (EUA, 2018). Director: David F. Sandberg. Guión: Darren Lemke. Reparto: Zachary Levi, Asher Angel, Jack Dylan Grazer, Mark Strong, Grace Fulton, Faithe Herman, Ian Chen, Jovan Armand, Cooper Andrews, Marta Milans y Ron Cephas Jones. Estreno en Venusville: 05/05/2019.

 

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