SITGES 2022: LA NIÑA DE LA COMUNIÓN rueda: Comunión en Sitges

Víctor García presenta La niña de la comunión con todo el equipo en autocar para la ocasión

FESTIVAL DE SITGES, 14/10/2022. ¿Qué sería una edición del Festival de Sitges sin películas de terror patrio? Este año habremos tenido Venus, Viejos y La niña de la comunión, la primera película rodada en castellano por Víctor García tras títulos como Retorn to House on Haunted Hill, Mirrors 2, Hellraiser: Revelations, Gallows Hill y An Affair to Die For. Sólo por eso esta película ya es motivo de celebración, pues ya era hora de que el chaval (es un decir, pues a pesar de su juvenil cara, cuenta ya casi 50 tacos) demuestre qué puede hacer en la primera división del terror, después de arrastrarse durante toda su vida por campos de segunda y tercera por esos mundos de Dios.

Lástima que la rueda resulte tan desangelada por la falta de público y de preguntas (y de interés en general, no nos engañemos, que en Venus estaba a petar).Y eso a pesar de que en la mesa está todo el equipo artístico: director, guionista, productores, reparto (la prota y tres secundarios), e incluso más personas que al no caber, ocupan sitios de la primera fila. Quién sabe, a lo mejor la productora ha fletado un autocar para traerlos todos juntos y han venido cantando canciones populares como la de “Qué  buenos son los padres productores, que nos llevan de excursión”...

"La muñeca también se llama Annabelle, pero es pura casualidad"

Pero venga, empecemos. Todos conocemos la leyenda urbana de la chica de la curva, ¿pero y la de la niña de la comunión? Como hay que empezar por las primeras cosas primero, y por la A antes que por la B, le pedimos a Víctor García que nos la cuente. Si fuera la leyenda urbana de Ricky Martin y la mermelada, no haría falta, pero siendo la de la niña de la comunión, pues si la cuenta mejor. “Es la historia de una niña que presuntamente desapareció el día de su comunión, y que se aparece (ella o su fantasma) vestida con el típico vestido blanco de la comunión”.

Esa es la premisa, sólo esa, así que García confiesa que todo lo que sale en la peli se lo inventaron para que la peli no durara sólo cinco minutos. “Como icono nos pareció interesante y a partir de ahí lo desmontamos todo, intentando generar una historia con mitología propia y elementos de los 80, porque en esa época las comuniones eran más importantes”, explica. “Construimos el mito desde cero, con referentes muy locales que fueran reconocibles, y toda una mitología de elementos para vestir la historia”.

“Obviamente las películas de James Wan son un referente"

Entonces, la muñeca de porcelana también vestida de comunión, prima hermana de Annabelle, ¿no sale en la leyenda urbana? “Uy no”, confiesa Víctor, “la inventamos nosotros. Queríamos una muñeca con diseño propio, así que le pedimos a la empresa de efectos digitales que nos creara una, y cuando tuvimos el prototipo, fuimos retocándole pelo, ojos y vestidos, hasta obtener lo que queríamos y lo que se ve en la película”. Pues desde Venusville felicitamos a la empresa de efectos digitales, porque la muñeca creada da más yuyu que la misma Annabelle.

¿Podemos decir entonces que La niña de la comunión es la versión española del Warrenverso, formado por las pelis de Expediente Warren, Insidious y Annabelle, entre otras? “Obviamente las películas de James Wan son un referente, y son las películas que más veces vi durante el proceso de producción, pero a la hora de empezar a rodar, son las primeras de las que me alejé para contar una historia distinta”. Mmm... O sea que no, pero se las tragó todas cuando preparaba su peli… Sospechoso.

"Hagámonos un selfie y se lo enviamos a James Wan"

¿Y qué cuentan los actores del rodaje? La historia se enmarca en los años 80 y todos ellos son nacidos después del 2000, o sea que la década ochentera les debe parecer una época pleistocénica como poco… Pues así es, ya que todos coinciden en que tuvieron que vestirse diferente, peinarse diferente e incluso hablar diferente, pero Víctor García ilustra mejor la explicación con dos ejemplos: “Un personaje tiene un póster de Sabrina en su habitación, y debimos explicarle al actor quién era. Y las máquinas recreativas, ninguno sabía qué eran. Tocaban las pantallas porque creían que eran táctiles”.

Y ya para acabar, viendo el final abierto que dejan, ¿habrá La niña de la comunión 2? Víctor García se muestra cauto en la respuesta, aunque reconoce que esa es la intención: “Dejamos el final abierto porque hay mucho más para explorar, todo un universo que sería interesante de desarrollar, por eso dejamos cuatro pistas sin finalizar, por si se hace una secuela, poder seguir explicando la historia”. Más rotundos se muestran los productores ante esta posibilidad: “Así lo esperamos, cuando el cine español apuesta por este tipo de películas, salen cosas tan estimulantes como La niña de la comunión”.

■ SITGES 2022