Categorías

SOMOS LO QUE SOMOS crítica: Guisos con fundamento

De la mexicana Somos lo que hay a Somos lo que somos substituyendo burritos por hamburguesas

SAPO

Ciertamente el cambio climático es un hecho. Cada vez se producen más y mayores fenómenos atmosféricos extremos con consecuencias devastadoras, especialmente en el tercer mundo cuyas infraestructuras no están preparadas para contener los excesos de la madre naturaleza. Aunque también en el primer mundo, por ejemplo en el corazón del estado de Nueva York, la lluvia torrencial puede provocar serios problemas, como que se desentierren decenas de cadáveres y sus huesos se vayan navegando río abajo.

Precisamente eso es lo que ocurre en la película Somos los que somos (por una vez y sin que sirva de precedente, un título traducido literalmente: ¿estaba de baja el iluminado de las distribuidoras que pone los títulos en castellano?) de Jim Mickle, remake de una producción mexicana de Jorge Grau del 2010 (Somos lo que hay).

 

"Gracias Señor, por permitirnos aprender repostería viendo Sweeney Todd"

 

¡Un remake tras tan sólo 3 años! Pues si: business is business. Una película en lengua vernácula, aún con un buen guión, tendrá una difusión limitada en Estados Unidos así que ¿por qué esperar décadas para hacer caja con su versión propia? Y, aunque en muchas ocasiones este tipo de producciones pierden fuerza respecto al original, ya que la adaptación al American style of life no es siempre fácil, en esta ocasión el resultado ha sido positivo y convincente.

Somos lo que somos podría catalogarse como una película de aires costumbristas, a mitad de camino del terror y el thriller que arranca con la desgraciada muerte, en vísperas de Navidad, de una madre de familia que deja huérfanos a tres hijos, dos chicas adolescentes y un niño pequeño, a cargo de un patriarca de rígida a la par que  moral. La familia vive en una solitaria casa (sólo una vecina en la cercanía) que han habitado por generaciones. Tras el luctuoso suceso, el padre solicitará encarecidamente a sus hijas que asuman todas las atribuciones de la difunta madre y, cuando digo todas, son todas y algunas indescriptiblemente desconcertantes.

"Aunque en muchas ocasiones este tipo de producciones pierden fuerza respecto al original, en esta ocasión el resultado ha sido positivo y convincente"

La trama familiar se entremezcla con otra claramente de investigación policial a partir de las pesquisas del veterano médico del pueblo por una serie de mujeres desaparecidas en el transcurso de los años, entre ellas su propia hija, y tras el hallazgo de un hueso humano aparecido por la riada donde no debía. Y no hace falta decir nada más si uno no quiere caer en un abismo de spoilers.

Si bien el guión de la película contiene algunos planteamientos excesivos, el conjunto transmite una gran solidez. Es verdad que la acción recurre a giros argumentales clásicos como el que la policía es la última que sospecha del origen criminal de algunos indicios (suele pasar también en la realidad) o que incluya elementos de despiste para confundir al espectador, pero son los justos y necesarios para mantener la tensión del relato. Además, la trama tiene su guiño de seguridad ciudadana. En caso de tormenta torrencial no coger el coche si no es estrictamente necesario.

 

"Ya te decía que ante la duda debemos coger siempre la más tetuda"

 

A la buena factura de la película contribuye el impecable trabajo de los actores y de una puesta en escena bien dirigida. Las chicas están soberbias en su composición entre tierna y turbadora, con su blanca palidez. El padre de aires luteranos hiela la sangre con sus miradas mientras el galeno suple la fragilidad de su cuerpo avejentado con una enorme determinación. El hecho de que los actores no sean demasiado conocidos, además, le confiere a la película un aroma de credibilidad superior. Una fotografía en tonos grises velados que transmite frío ambiental y espiritual construye el entorno perfecto para la acción.

A golpe de pala y corte de cuchillo la película avanza hacia un final que se presume trágico pero nítido. En una última cena, la familia apela al altísimo antes de zamparse un suculento guiso de viandas seleccionadas. De repente surgen pulsiones dignas del anticristo para un desenlace de inesperada indigestión en el espectador. Por un instante una luz liberadora parece que ilumina el futuro pero no es más que el flash que perpetúa el desasosiego que se siente durante toda la proyección.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los que gustan de saborear el terror con pequeños sorbos pero que cada sorbo sea más siniestro que el anterior.

No recomendada por Kuato a: los que durante el episodio del mal de las vacas locas se hicieron vegetarianos.

Ego-Tour de luxe por: la escena en que cráneos, tibias y húmeros se escurren riachuelo abajo sin que el patriarca dé abasto para contenerlos cual malabarista anatómico.

Atmósfera turbínea por: la evolución morfológica que el paso del tiempo ha provocado en Kelly McGillis, la protagonista de la mítica Top Gun, que le permite ser una vecina solvente pero te deja en estado depresivo total.

 

SOMOS LO QUE SOMOS. Estreno en Venusville: 16/01/2015

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario