THE BOX crítica: Caja o faja

Caja o faja Richard Kelly adapta un cuento de Richard Matheson añadiendo elementos fantásticos tan injustificados como la presencia de Cameron Diaz completamente vestida

   EL HOMBRE DE BOSTON    

   <Siempre que veo a Cameron Diaz la recuerdo tal como hace aparición en Los ángeles de Charlie, moviendo el culito en bragas a ritmo de música disco y coqueteando con un repartidor guapetón acerca de “meter objetos por su ranura”. Es superior a mí, da igual que la vea matando en una comedia negra como Very Bad Things, con los sobacos más poblados que Chita en Cómo ser John Malkovich, de puta portuaria en Gangs of New York, o en cualquier otro intento por apartarse del estereotipo de guapa tontita. Yo siempre la recuerdo moviendo el culito en bragas.

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  De nada sirve pues que interprete a una madre de familia que recibe junto a su marido una oferta con más mala leche que la de Proposición indecente, que muestre su pie tullido desprovisto de dedos como lo haría un veterano de Vietnam en un bar de moteros, o que se erija en una improvisada agente Scully durante tres cuartas partes del metraje. Porque eso es lo que ha hecho su guionista y director Richard Kelly, convertir el cortísimo relato “Botón, botón” del genial Richard Matheson (adaptado ya como episodio de The Twilight Zone la temporada 1985-86) en un Expediente X de tercera regional.

   ¿Aceptarían ustedes que se asesinara a un desconocido secreto por un millón de dólares? Ésa es la original premisa utilizada por el autor de Soy leyenda para criticar la ambición humana, y eso es lo único que el otrora inspirado director de Donnie Darko aprovecha para crear un thriller sobrenatural plagado de elementos fantásticos tan injustificados como la presencia de Cameron Diaz completamente vestida. ¿Que queremos que el personaje de Frank Langella quede aún más misterioso pese a faltarle medio rostro? Pues hacemos que haya resucitado tras haber muerto por el impacto de un rayo. ¿Que necesitamos que gente corriente vigile a la pareja protagonista? Pues hacemos que vecinos, alumnos y compañeros de trabajo marchen en fila india hipnotizados cuales ratones de Hamelín y los programen lavándoles medio cerebro. ¿Que el marido está en una biblioteca pública y no va a llegar a tiempo a casa para ver “Los payasos de la tele”? Pues hacemos que sea absorbido por una columna de agua a lo Stargate y aparezca por la cara en su dormitorio. ¿Que el final no queda lo bastante impactante? Pues lo calcamos de Seven. ¿Que queremos que una madre transmita todo su sufrimiento por quedar su hijo ciego y sordo como los protas de No me chilles que no te veo? ¡Pues ponemos a Cameron Diaz!

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   Menos mal que contamos con Frank Langella componiendo un personaje antológico como el del Sr. Steward. Su oferta rebosante de mala leche, digna del mejor John Milton, servida con su rostro a lo Harvey Dent y sus modales de Hannibal Lecter, hará las delicias de todo venusvillero amante del buen gusto, que comprobará además con regocijo cómo se adueña de la función y se merienda de un bocado a sus compañeros de reparto. James Marsden se pasea por el conjunto aún más soso si cabe que haciendo de Cíclope, y Cameron Diaz ya lo he dicho, intenta un supuesto registro dramático que no le permite ni salir en bragas, ni mover el culo, ni bromear acerca de su “ranura”. Una indecencia. Que haga Los ángeles de Charlie 3 para poder volver a interpretar un personaje a su medida y a la de su culito, o que me traigan inmediatamente una caja cuyo botón la haga desaparecer./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita
		Recomendada por Kuato a: vendedores ambulantes de promociones. Se ahorrarán los cursillos de técnicas de ventas y captación del interés del cliente.
		No recomendada por Kuato a: amas de casa de dedo fácil con dificultades para llegar a fin de mes.
		Ego-Tour de luxe por: Frank Langella. Su enigmático personaje Arlington Steward merece un lugar de honor en el Venus Hall of Fame de villanos venusvilleros.
		Atmósfera turbínea por: haber deshonrado tanto a los fans de la literatura de Richard Matheson como a los amantes del culito de Cameron Diaz.

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