THE EQUALIZER 2 crítica: Los Cronocrímenes

Denzel Washington vuelve a cronometrarse como equalizador justiciero en The Equalizer 2

Después del estreno de El libro de Eli allá por el 2010, decíamos que Denzel Washington era lo más parecido a la reencarnación negra de una hipotética deidad divina. Ocho años más tarde no nos queda más remedio que reafirmarnos en la creencia, porque el Robert McCall de The Equalizer tiene todos los puntos para convertirse en un verdadero mesías urbano: letal con los malignos, bondadoso con los desfavorecidos, y siempre dispuesto a ayudar a los necesitados. Después de la gloriosa presentación del personaje en 2014 como el justiciero de la ferretería, capaz de taladrarle el cráneo con una Black & Decker o traspasar la mandíbula con un sacacorchos a cualquier miserable sabandija que se le pusiera por delante, la verdad es que nos quedamos con ganas de ver más escabechinas cronometradas, y haciendo una excepción en sus carreras y para regocijo de los fans de este nuevo superhéroe, Denzel Washington y Antoine Fuqua han accedido obsequiarnos con esta secuela The Equalizer 2, que sigue desarrollando un personaje que cada vez nos gusta más.

Si en The Equalizer asistíamos al tímido nacimiento de ese pacífico viejecito retirado que leía “El viejo y el mar”, y que se convertía en un letal vengador de seres indefensos, aquí ya vemos a un justiciero desbocado que no podrá volar como Superman ni tendrá la agilidad de Spider-Man, pero que cuando pone su cronómetro en marcha, que Dios te coja confesado, porque te la va a clavar con lo que tenga a mano. Cuando se pone en acción es mortífero por naturaleza, reuniendo la frialdad de John Wick, ese análisis visual del entorno del Sherlock Holmes de Guy Ritchie, la inventiva de McGyver, y ese ensañamiento sangriento con el enemigo de la Mamba Negra de Kill Bill… Y todo eso, sin que le veamos caer ni una miserable gota de sudor por su frente.

"Como me he dejado el reloj, me cronometraré cantando como Bruce Willis en El gran halcón"

Huelga explicar la trama porque The Equalizer 2 no es más que un vehículo para que Denzel Washington demuestre ese tremendo impacto que tiene en pantalla, y que como gran actor franquicia que es, se pone la peli a cuestas. Sigue manteniendo su disciplina de samurái, vegetariano por supuesto, con su omnipresente sobre de té, su obstinada lectura de clásicos, y esa exasperante calma zen que desconcierta a sus enemigos. Si en la primera parte una ferretería era el entorno clave para desarrollar su potencial y equilibrar la justicia en el universo, esta vez nos va de chofer-psicólogo de la plataforma Lyft (un clon informal de Uber), sermoneando sin piedad a sus sufridos pasajeros.

"The Equalizer 2 es un vehículo para que Denzel Washington demuestre ese tremendo impacto que tiene en pantalla"

Si uno mira atrás en la filmografía de Washington, se da cuenta de que siempre ha tenido compañeros en pantalla a quien machacarles el cráneo con frases grandilocuentes para guiarlos espiritualmente. Lo vimos en Training Day, en Imparable, cómo no en El invitado, en 2 Guns… Siempre adoptando esa pose de viejo sabio que te intenta marcar el camino a tu salvación moral. Ese aspecto altruista también forma parte de la personalidad del personaje Robert McCall, quien si ya en The Equalizer liberaba a una putita de unos proxenetas rusos, y ayudaba a un latino entrado en carnes a ser guardia de seguridad, esta vez les ha tocado el turno a un viejecito senil superviviente del Holocausto, y al hip-hopero Ashton Sanders, quines recibirán las arengas mesiánicas del padre McCall para encauzarlos en la vida.

"Trato hecho, si Narcos 5 sucede Nueva York, te enchufo como villano"

Pero bueno, dejando de lado la indudable personalidad de Washington, y que el dibujo de su personaje empatiza con el espectador, la mano de Antoine Fuqua es fundamental para darle el toque de violencia controlada a la película y huir de las comparaciones con ese Liam Neeson de Venganza o similares. Sigue siendo marca de la casa y sello de esta franquicia incipiente, esa dureza tarantinesca donde se conjuga ese dolor sangriento sin piedad con esa electricidad en sus movimientos de ataque cuerpo a cuerpo que recuerdan mucho a Matrix. Al igual que la primera, The Equalizer 2 también nos deja escenas para el recuerdo, como ese quebramiento de muñecas que hace daño a la vista acompañado de ese rajamiento con tarjeta de crédito Platinum, por no decir ese arpón que atraviesa un cráneo como si fuera una perforadora, dignas del mejor action killer.

Si bien no impactará tanto como la primera por perder el factor sorpresa, y que, no nos engañemos, lo de machacar a los rusos era como revivir los gloriosos 80, The Equalizer 2 mantiene el nivel profundizando en ese justiciero con conciencia perdonavidas, aparte de consejero y orientador social. Denzel Washington ya tiene ese personaje y esa franquicia para perpetuarse en la historia del cine: esperemos que dé mucho de sí.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: los que querrían tener un padre como Denzel Washington, la perfección hecha persona.

No recomendada por Kuato a: los que tengan como prototipo de héroe de acción a Tom Cruise o Daniel Craig. Denzel Washington ni corre, ni salta por azoteas, ni va haciendo fantasmadas por doquier… Eso sí, ni puñetera falta le hace.

Ego-Tour de luxe por: ese ensayo que aparece hasta dos veces “Entre el mundo y yo”, de Ta-Nehisi Coates, un alegato antirracista donde se expone lo dura que es la vida para los negros. Chapeau por promocionar esa obra antisistema.

Atmósfera turbínea por: que no se le ha sacado todo el jugo a un Pedro Pascal que sin su bigotito a lo Clark Gable nos mola más. Una lástima.

■ THE EQUALIZER 2. "The Equalizer II" (EUA, 2018). Director: Antoine Fuqua. Guión: Richard Wenk. Reparto: Denzel Washington, Pedro Pascal, Ashton Sanders, Bill Pullman, Melissa Leo, Jonathan Scarfe, Sakina Jaffrey, Lexie Roth, Caroline Day, Donald Cerrone, Abigail Marlowe, Alin Halajian, Annie Pisapia, Joseph Oliveira y Tamara Hickey. Estreno en Venusville: 10/08/2018.