TOTAL RECALL (DESAFÍO TOTAL) crítica: Siempre nos quedará Venusville

Siempre nos quedará Venusville Colin Farrell revela a Arnie en su lucha contra Cohaagen sin Marte, sin Venusville y sin Kuato Por Ray Zeta

<Evaluar a un segundo hijo no es fácil, y menos aún cuando el primogénito ha sido la niña de nuestros ojos y el primero en todas las facetas académicas desde las asignaturas del cole a las clases de inglés pasando por los cursillos de natación. El listón está tan alto que por mucho que se esfuerce, por mucha voluntad que le ponga, y por muchas buenas intenciones que demuestre, jamás logrará estar a la altura del hermano mayor haga lo que haga. Esto es lo que ocurre con el remake de un clásico de nuestros amores como es Desafío total, uno de los títulos que ha marcado nuestra vida hasta el punto de utilizar su mitología a modo de homenaje a la hora de crear un fanzine de cine fantástico que luego evolucionó en revista y actualmente es una web (“Diario de Venusville, la web de cine fantástico más mutante de Marte”) con una tritetona a modo de logo (aplausos).

   Por eso cuando leemos que se está gestando en Hollywood un remake de nuestra peli del alma nos llevamos las manos a la cabeza y clamamos al cielo ante semejante sacrilegio. Pero empiezan a sonar nombres: Len Wiseman en la dirección, Colin Farrell retomando el papel de Arnold Schwarzenegger, Kate Beckinsale el de Sharon Stone, y Jessica Biel el de Rachel Ticotin, lo que nos hace pensar que quizás no esté tan mal, reforzándonos esta idea las primeras fotos y las primeras imágenes en movimiento que vemos. Hasta que como con un segundo hijo que apunta maneras para seguir los éxitos del hermano mayor, nos frotamos las manos al imaginar cómo será la recreación de Marte y de Venusville con los avances tecnológicos del siglo XXI, cómo se habrán diseñado con una producción de primer orden los mutantes deformes que allí habitan, y, cómo no, con qué virguerías digitales nos sorprenderán en la animación del gran Kuato, auténtico y soberano líder del siglo XX cuyo espíritu resistencionista impera aún en nuestros corazones.

"Me pido una espía buenorra que sea más famosa que Rachel Ticotin"

   Pero para sorpresa y estupefacción nuestra, este Total Recall se pasa por el forro la premisa del relato de Philip K. Dick en el que se basa y el guión del Desafío total original, y no se menciona Marte en ningún momento y menos aún se viaja hasta él (la primera en la frente), porque aquí no se sale de la Tierra durante toda la peli. Aquí el presidente Cohaagen no tiene intereses económicos en Marte sino en las antípodas del planeta (Australia), zona llamada “La Colonia” en el que se apiñan las clases sociales menos favorecidas, que por su look oriental, sus carteles luminosos, su alta densidad demográfica, y su llovizna constante, recuerda Blade Runner, y desde donde se viaja cada día a trabajar a la “Unión de la Federación Británica” (el Londres y por extensión la Europa que conocemos) en un transbordador que atraviesa el planeta por su eje central (por si creían que el Eurotúnel que atraviesa el Canal de la Mancha era el súmmum de los túneles).

   Olvídense pues de Marte, de Venusville y de mutantes videntes desfigurados por la atmósfera turbínea. Colin Farrell acude a Rekall (antes Memory Call), aquí una empresa de implantación de falsos recuerdos con pinta de fumadero de opio o de puticlub oriental (“¿es su primera vez?”, le pregunta una chinaca buenorra a modo de madame al verlo nervioso, “pues relájese, ha venido a disfrutar”… y dicho esto, esperas a que empiecen a desfilar pilinguis de un momento a otro…), y se ve inmerso en una trama de espías en la que una Resistencia liderada por un tío completamente normal (Bill Nighy en una aparición tan fugaz como desaprovechada) al que no le sale ningún mutante del pecho (la segunda en el pecho: tampoco tenemos Kuato, lo que ya roza la condenación eterna de los impulsores del remake), combate los planes de un presidente cabrón que por intereses económicos aspira a volar de un bombazo la zona más degradada del planeta con sus habitantes incluidos (La Colonia), como si ansiara edificar un lujoso complejo turístico con viviendas para multimillonarios.

"Bueno, al menos a ésta se la conoce por El ilusionista y El Equipo-A"

      Nos movemos así en un futuro con elementos de ciencia-ficción como son coches voladores (pero nada de Johnnytaxis) y policías robots que recuerdan los centinelas de X-Men pasados por un filtro starwarsiano, en el que Len Wiseman dirige con buen pulso y buen ritmo las escenas de acción (con La jungla 4.0. ya demostró con creces que es un director que sirve para algo más que para dirigir mordisquitos de vampiros y de hombre lobos), siendo la master-piece una persecución automovilística aérea (¿alguien dijo Minority Report? Será que el espíritu de Philip K. Dick sobrevuela por cada una de sus obras), en el que Colin Farrell se muestra en su papel más inseguro que Arnold Schwarzenegger (nada que ver con la chulinería con la que le espetaba a Sharon Stone la frase “Considéralo un divorcio”, pero es que claro, ya sea contra amenazas terroristas o contra complots robóticos futuros, Arnie ya había salvado al mundo unas cuantas veces, y eso se nota), Jessica Biel se limita a ejercer de chica florero (pero eso sí, qué florero), y sorprendentemente Kate Beckinsale se revela como la mejor del terceto al fusionar en su personaje los de Sharon Stone y Michael Ironside originales bien dirigida por su maridito con una determinación y un convencimiento casi insultante.

   Una sociedad futurista que del Desafío total original sólo aparece a modo de guiño la prosti tritetona como regalo para los fans… Hace 22 años Desafío total, con Arnie pegando tiros por Marte, el distrito de Venusville, sus mutantes deformes, la prosti tritetona de “El último suspiro”, y el gran Kuato, entre otros elementos fantásticos como el microchip localizador implantado en el cerebro, los Johnnytaxies y los efectos de la atmósfera turbínea marciana, significó un festival para los sentidos de todos los amantes del fantástico. Ahora este remake, en vez de seguir la premisa del buen remake de exagerar los elementos que salen en el original, opta por seguir las líneas generales de su argumento suavizando sus elementos más fantásticos hasta "desfantastizarlos" u obviarlos directamente, obteniendo un Desafío total correcto en cuanto a acción se refiere pero mucho más pobre, lineal y soso que el original. ¿Porque si desproveemos a Desafío total de sus elementos fantásticos más emblemáticos qué nos queda? Pues un “desafío parcial”, claro.

   En fin, siempre nos quedará Venusville./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: quienes nuca quisieron ver a Colin Farrell  paseándose con una toalla mojada enrollada en su cabeza.
		No recomendada por Kuato a: quienes esperaban volver de vacaciones a Venusville sin necesidad de contratar un Ego-Tour de luxe en Memory Call. Perdón, quería decir Rekall.
		Ego-Tour de luxe por: la aparición de la prosti tritetona claro, único cameo testimonial de un original cuya cada una de sus invenciones fantásticas ha devenido un clásico del género.
		Atmósfera turbínea por: hombre, ya que nos sisan Marte, Venusville y el gran Kuato, podrían haber tenido los huevos al menos de implantar el microchip localizador en el cerebro como en el original, en vez de situarlo como nenazas en la palma de la mano…

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