VENECIAFRENIA crítica: El turismo no es un gran invento

Slasher anti-turístico de Álex de la Iglesia para poder visitar Venecia sin aglomeraciones

Si el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra, Álex de la Iglesia es el director que tropieza, se da de bruces y se parte los dientes, una y otra vez en el mismo pedrusco. Nada que objetar a su dirección, a sus atmósferas, a sus ácidas críticas, y a su humor bestia y cafre, por mucho que tenga tendencia al exceso, a la exageración y a la desmesura, pero los finales… ay, los finales... Los finales siguen siendo su tendón de Aquiles, su herida sangrante y su asignatura pendiente (y por extensión, la de su habitual co-guionista Jorgue Guerricaechevarría), y lo son ya desde El día de la bestia.

Finales atropellados (El día de la bestia), ridículos (Las brujas de Zugarramurdi), innecesarios (Perfectos desconocidos), o simplemente malos (Crimen ferpecto), la mayoría de ellos, que han hecho un error marca de la casa del director. ¿Qué películas de Álex de la Iglesia se consideran redondas con un buen final? ¿La comunidad? ¿800 balas? ¿Balada triste de trompeta? La sensación con la mayoría de las películas de Álex de la Iglesia es que no sabe cómo acabarlas, y en muchos casos incluso tampoco cómo continuarlas, y de ahí que sufran un bajón a medio metraje y acaben con un final que no esté a la altura de lo propuesto.

"Poned cara de congrio o les va a dar lástima que nos maten"

Y eso (y alguna cosita más) es precisamente lo que ocurre en Veneciafrenia (gracias Álex, sabíamos que no nos defraudarías). Porque Veneciafrenia es una crítica a la plaga que es el turismo en forma de slasher homenaje al giallo, pero también es una peli que pese a estar rodada en la misma Venecia, respira serie B por los cuatro costados y parece estar hecha deprisa y corriendo (será que tenía prisa por rodar la segunda temporada de la serie 30 monedas). También es el primer título de “The Fear Collection”, el sello creado por Álex de la Iglesia con su productora Pokeepsie junto a Sony y Amazon, para producir pelis baratitas de terror a modo de Blumhouse española, a la que deseamos mejor suerte que la que tuvo la Fantastic Factory de Filmax.

“Veneciafrenia es una crítica a la plaga que es el turismo en forma de slasher homenaje al giallo, pero también es una peli que parece estar hecha deprisa y corriendo”

Grupito de jóvenes españolitos que viajan a Venecia por el Carnaval, con el único objetivo de salir de fiesta y emborracharse disfrazados de Capitán Garfio y Reina de Corazones (más barato les saldría hacerlo en cualquier fiesta popular española, pero en fin), que se topan con una secta asesina anti-turista. Y grupo de jóvenes españolitos tan gilipollas, que es imposible empatizar con ninguno de ellos. ¿Crítica de de la Iglesia al turismo? Claro. ¿Truco cinematográfico para que nos pongamos del lado de los turismófobos? También. Pero también la presentación de los personajes es tan forzada que el primer tercio de película resulta irritante, lo que no le hace ningún favor a la peli.

"Iba para Joker y me quedé en Ronald McDonald"

A partir de ahí, referencias a Eyes Wide Shut sin Tom Cruise o Nicole Kidman, desaparición en forma de la clásica y mil veces vista desaparición indemostrable resuelta de la manera más patillera (¿de verdad debemos creernos que en plena era del móvil, uno de esos energúmenos va a llevarse a Venecia una cámara de súper 8?), un par de muertes slasher, unos villanos desafortunadamente desdibujados a los que apenas se les saca partido (lástima, porque apuntaban ser tan potentes como la Momia Rosa de Los Cronocrímenes), y un final que como ya hemos adelantado, se revela tan inapropiado como una peli de Fast & Furious sin coches tuneados.

Un final que para más inri es de los peores de toda la filmografía de Álex de la Iglesia, lo que es mucho decir. El final de Veneciafrenia es el anticlímax total, carente de sentido y de toda lógica, y encima llega en el peor momento. Tras un episodio original, imaginativo y bien resuelto (el “títere” del teatro), que se revela como lo mejor de la peli, y que nos prepara para un final supuestamente cañero, impactante y contundente, cae el jarro de agua fría sobre nuestros cogotes. Álex de la Iglesia no sólo nos quita de la boca el caramelito que nos había puesto, sino que también nos da dos piedras tras ponérnosla dura. Lo más honesto de Veneciafrenia, aunque sea involuntario, es que tras el visionado de la peli se van las ganas de viajar, incluso a Venecia.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: quien quiera hacerse un pack con Amsterdamned: Misterio en los canales.

No recomendada por Kuato a: turistas que viajen en grupos organizados masificados cuales plagas de langostas, devorando todo a su paso. O mejor sí, se la recomiendo, a ver si así se les pasa las ganas de viajar.

Ego-Tour de luxe por: el homenaje al comisario Brunetti de Donna Leon.

Atmósfera turbínea por: ¿hace falta decirlo? El final, hombre, el final.

■ VENECIAFRENIA. Estreno en Venusville: 22/04/2022.