WINCHESTER crítica: Villa Meona victoriana

Terror gótico con fantasmas en una mansión con más baños que Villa Meona en Winchester

Por si no lo sabían, la historia de Winchester es real. Sarah Winchester, viuda multimillonaria del magnate William Winchester, inventor del famoso rifle de repetición del mismo nombre, creía estar maldita por los numerosos muertos que había provocado la novedosa arma de su marido, y una médium le aconsejó que construyera y viviera en una casa gigante para que los espíritus de los difuntos encontraran la paz. Y dicho y hecho, a finales de siglo XIX, Sarah Winchester compró un terreno de 25 hectáreas en California, y estuvo construyendo una mansión durante 40 años hasta el momento de su muerte, que ríanse ustedes de la Mansión de los Plaff.

Algo así como Villa Meona, la casa de 1500 metros cuadrados que Isabel Preysler y Miguel Boyer se hicieron construir en 1992 con una quincena de cuartos de baño, pero con el estilo de las grandes mansiones victorianas de finales de siglo XIX. O sea, que entre la casa encantada que está en permanente crecimiento, que la historia está basada en un personaje real, y que éste está interpretado la siempre magnífica Helen Mirren, Winchester prometía apartarse y distanciarse para bien de todas las insulsas producciones recientes de terror con casas encantadas, que hay muchas (desde las últimas de Insidious y Annabelle hasta la nueva Amityville).

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Sólo prometía, porque al final la cinta de terror dirigida por los hermanos gemelos alemanes Spierig, que sorprendieron con la novedosa Daybreakers y decepcionaron con la anodina Saw VIII, se ha revelado como una película más de casas encantadas como tantas otras del montón, aquejada de los mismos males que sus parientes cercanos citados: la comercialidad facilona basada más en efectos terroríficos simplones que en un guión elaborado de calidad, que va mareando la perdiz hasta llegar a un clímax cimentado en la casquería con más traca que en una verbena de San Juan, el 14 de julio en Francia y el 4 de julio en Estados Unidos, todo junto.

“Winchester se ha revelado como una película más de casas encantadas como tantas otras del montón”

Media peli de presentación de trama y personajes con sustitos facilones de puertas que se abren y se cierran, caras de fantasmitos que se aparecen de golpe, y subidas estridentes de volumen (sí, la mar de original todo), hasta llegar al despimporre final, todo en un conjunto que por poco creíble tal como se presenta, se antoja más forzado que un elefante en el maletero de un 600. Una lástima, porque los personajes protagonistas interpretados por Helen Mirren y Jason Clarke, ella como la enigmática viuda Winchester, y él como el psiquiatra putero, borrachuzo y drogata contratado por la empresa Winchester para evaluar la salud mental de su primera accionista, tenían más potencial.

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Aunque para potencial desaprovechado, el de la casa. ¿Imaginan las posibilidades de una mansión victoriana en constante construcción y crecimiento? Podría haberse erigido como un personaje en sí mismo, más que eso, en protagonista absoluto del cuento gótico, y se ha quedado como mero atrezo decorativo donde los tramoyistas del set se han limitado a dejar los tablones sobrantes, desperdiciando toda su posible carga metafórica y poética. Llega a estar bien diseñada y definida, y deja a Manderley de Rebeca y al hotel Overlook de El resplandor a la altura de chabolas, por no hablar ya de otras casas embrujadas como las de Amityville, House of Haunted Hill, La guarida o la de Los otros.

Nueva oportunidad desperdiciada por los hermanos Spierig para afianzarse en el género, pues, demostrando que en lo que a temas de casas encantadas y fantasmitos juguetones recientes, las dos primeras Insidious y los Expediente Warren siguen siendo las obras a batir. Todas cuatro, miren por dónde y no por casualidad, dirigidas por James Wan, lo que demuestra que para contar historias de terror que funcionen y dejen el culito de los espectadores más respingadito que el de la Pitufina, no hacen falta grandes presupuestos ni efectos, sino talento. Crear algo que parezca nuevo aunque no lo sea, y no repetir perezosamente clichés y tópicos, con una mansión victoriana gigante que se antoja como un chalet prefabricado.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: quien quiera ver a Helen Mirren protagonizando el spot de Halloween de Port Aventura.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera los fantasmas primos hermanos de Darth Maul como los de Insidious.

Ego-Tour de luxe por: la presentación de Jason Clarke como psiquiatra putero, drogata y borrachuzo. Que me digan dónde pasa consulta que voy a visitarme.

Atmósfera turbínea por: que el fantasma villano tenga tanta cara de tontaina.

■ WINCHESTER. “Winchester” (2018). Dirección y guión: Michael y Peter Spierig. Reparto: Helen Mirren, Jason Clarke, Sarah Snook, Angus Sampson y Emily Wiseman. Estreno en Venusville: 09/03/2018.