CARNE DE NEÓN artículo: Bienvenidos al Hiroshima

Bienvenidos al Hiroshima No hay mejor regalo de un hijo a una madre que regresa tras una larga ausencia que ponerle un puticlub Extracto del pressbook facilitado por Morena Films

<"Las luces de neón se ven desde la lejanía. Hemos llegado al Hiroshima Club, un negocio de los suburbios en la cara B de la calle". Éste es el punto de partida de Carne de neón, una película que según Paco Cabezas, su director, "transcurre en sótanos, en trastiendas ilegales, en los sitios donde nunca tenemos acceso". Pero en esta ocasión, nos colamos en ellos por un agujero cinematográfico donde se mezclan elementos como el sarcasmo, los suburbios, la comedia, la violencia y el amor.

   No todas las películas pueden presumir de haber surgido del éxito arrollador de una pequeña idea plasmada en un cortometraje. Carne de neón es una de ellas. Como cortometraje, triunfó en la crítica y se proyectó en más de 22 festivales internacionales. Paco Cabezas escribió primero el guión del largometraje, que finalmente se adaptó para el corto. Tras el tremendo éxito del cortometraje, no quiso desaprovechar la oportunidad de embarcarse en el proyecto completo, y que se tradujo en el largometraje Carne de neón, producida por Morena Films y rodada en Argentina y España.

   Una comedia de los bajos fondos, fresca pero con aires decadentes, trepidante, humor negro y con giros de luces y sombras que se perfilan como los rasgos clave de una de las películas del año, acompañado por un reparto donde la frescura de Mario Casas, Blanca Suárez, Macarena Gómez, el poderoso trabajo de Vicente Romero o Dámaso Conde, se entremezclan con la veteranía de Ángela Malina y Darío Grandinetti.

Intérpretes del tema "La cara B de la calle"

   Carne de neón convierte un viejo y desvencijado club en la localización central de una historia de chulos, prostitutas, drogas y mafias. Una combinación de elementos característicos del cine negro, que Paco Cabezas ha fusionado en una película de ficción, que sin embargo se acerca a la realidad de muchos prostíbulos de hoy en día. El Hiroshima Club es un lugar de bajos fondos, de sueños buscados y de sueños rotos, que nuestro protagonista, el joven de vida marginal Ricky, pone en marcha para su madre, recién salida de prisión. Cual emprendedor "tradicional" de nuevas formas de negocio, Ricky se hipotecará para ofrecer a su madre una mayor calidad de vida llevándola al frente de un negocio de éxito garantizado en un barrio como en el que él ha crecido.

   Cabezas crea así una idiosincrasia muy concreta, que combina secuestros, trata de blancas, posesión de armas, todo bajo el paraguas protector y al mismo tiempo esclavo de nuestros protagonistas. Con esta estética, el director se distancia de las historias tradicionales, donde Ricky y su madre, Pura, en vez de poner en marcha un puticlub, "abrirían un restaurante y ella sería una camarera que vuelve de un largo viaje por Europa", como comenta jocosamente el propio Cabezas.

   El Hiroshima Club, un edificio palaciego pero decadente, rodeado de un jardín abandonado como muchos de los personajes, tiene una decoración interior en clave barroquiana, con terciopelos granates, azules y dorados, y bolas de espejos imitando a Studio 54, ofrecerá al espectador muchas de las principales secuencias de Carne de neón. Se convertirá en lugar de reunión, de "trapicheos", de planes furtivos y de delitos varios, de historias de lealtad, negocios, de comedia, de violencia y de amor. Las vicisitudes hasta su creación y sobre todo las dificultades para su buen mantenimiento centrarán una compleja trama donde no sólo veremos la cara "B" de la vida, sino también los sentimientos y valores que todo ser humano, provenga del lugar que sea, puede llegar a manifestar; ya sea la importancia de la amistad, la lealtad, el amor o la ingenuidad.

Culo de neón

Habla Paco Cabezas, guionista y director

   El guión de Carne de neón lo llevo a cuestas desde hace ocho años, más o menos. Empecé a escribirlo un día que decidí que ya no podía más con mi vida rutinaria y aburrida y que quería soñar con hacer cine. De repente pensé que ese guión quedaría guardado en un cajón y que nunca más saldría de él; sin embargo, ahora es real.

   Carne de neón fue antes un corto que un largometraje, aunque en realidad estaba antes el guión del largometraje. Es como la gallina y el huevo, ¿qué fue antes? Pues la verdad es que no tengo ni la menor idea. Creo que antes fueron las ganas de contar algo y de hacer una película que fuera un reto. Es una película sobre gente que tiene que luchar cada día por encontrar un poco de dignidad en su absurda vida, y de alguna manera, son personajes que necesitan amor, pero no saben cómo, y la única manera que encuentran es a través de la violencia, de los tiros y de la sangre.

   Es un thriller con tintes de comedia, que a mí me gustan como espectador y que ahora tengo la suerte como director de llevarlos adelante. Y también es echar la vista atrás hacia los personajes con los que me crié, porque muchos de los de Carne de neón son como los del barrio de los Pajaritos o de cualquier otro barrio de Sevilla; son como ‘delincuentes encantadores’ que han formado parte de mi mundo real y que ahora quiero que formen parte de mi mundo ficticio"./>

Paco Cabezas (en el centro) con sus criaturitas de neón

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