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SICARIO crítica: Donde pongo la ceja pongo la bala

Sicario, otro thriller de narcos latinos chungos para la colección de Benicio Del Toro

ROBERT THORNHILL

Tras el apoteósico final de Sicario, uno se da cuenta de que acaba de ver una película con sello de clásico como nuevo referente del narcocine, colocándose en la pole position para iniciar la carrera hacia los Oscar al ser de lo mejorcito que se ha estrenado este año en nuestras pantallas. Cuando ya pensábamos que habían pasado los grandes tiempos de Martin Scorsese y Robert De Niro, con aquellas historias de capos mafiosos, traficantes y esbirros asesinos a sueldo, estamos viviendo una nueva hornada nada desdeñable de dosis de criminales despiadados y tipos duros fuera de la ley.

Primero con ese biopic tan sangriento, directo y violento como Black Mass, con un Johnny Deep irreconocible. Después con Narcos, esa sensacional serie emitida online de Chris Brancato donde se relata la vida y obra de Pablo Escobar estando presentes todos los clichés del mundo de la droga con sus venganzas, traiciones, sobornos, sexo y poder. Y acabando con esta amalgama de géneros que supone Sicario, donde por momentos nos recuerda a otra peli rompedora como fue Traffic, con instantes de acción militar cien por cien La noche más oscura, y una pobre y sufridora Emily Blunt que nos trae a la mente a ese Ethan Hawke puteado con saña por Denzel Washington en Training Day. Aunque la imponente presencia de Benicio Del Toro, esa versión portorriqueña de Charles Bronson, da un plus de personalidad a una película donde la tensión se masca en todo momento.

 

Sicario

"Con lo tranquila que estaba yo haciendo dramas de época como La reina Victoria"

 

Aunque en el lento psychothriller Prisioneros, demasiado familiar y con un guion tramposo, ya empezó a apuntar maneras, la verdad es que ni el experimental drama psicológico Enemy ni mucho menos esa road movie fraternal por Oriente Medio que es Incendies, nos inspiraban mucha confianza para que Denis Villeneuve pudiera desenvolverse en el particular submundo de los capos de la droga, los mercenarios yanquis machos-machotes y esos puebluchos mejicanos fronterizos sin-ley llenos de camellos bigotudos (un universo más afín a Michael Mann, David Ayer y por supuesto a Martin Scorsese). Pero vaya, todas nuestras dudas se ven disipadas con un inicio arrollador para ponernos a tono con una agente del FBI y su equipo entrando en una casa de un narco mexicano aniquilando a todo el que se encuentran por delante, descubriendo unas habitaciones con unas paredes muy especiales en una escena asquerosa digna de Expediente X, con lo que ya nos damos cuenta de que la cosa va en serio.

"Colocándose en la pole position para iniciar la carrera hacia los Oscar al ser de lo mejorcito que se ha estrenado este año en nuestras pantallas"

Lo mejor que tiene este director es que se entretiene dibujando a sus actores protagonistas sin importarle que haya escenas lentas que nos ayudan a empatizar con cada uno de ellos, sin que necesariamente tengan que ser unos los buenos y otros los malos. La película se sostiene por ese sentido antagonista de la justicia que representan Benicio Del Toro y Emily Blunt, el primero con esa aura pétrea de aquellos legendarios justicieros ochenteros como Chuck Norris, Clint Eastwood o Steven Seagal, de verbo escaso, mirada profunda y moral firme, que representa el brazo sucio y despiadado de la ley, mientras que la humilde e idealista Blunt es la Jodie Foster de El silencio de los corderos o la agente Skully de Expediente X, metódica como nadie convertida en pardilla aprendiz adiestrada por Del Toro y Josh Brolin, quines la introducen en el juego sucio de los Estados Unidos contra la droga.

 

Sicario

"Tengo que superar a Jordi Mollà en películas de narco como sea"

 

Aparte de esa impecable escena de videojuego en que un grupo de élite armado hasta las cejas y ataviado con gafas nocturnas entra en una galería de pozos subterráneos del cártel dispuestos a liquidarse todo lo que se mueva, y que recuerda a la toma y muerte de la casa de Bin Laden en La noche más oscura,  Benicio Del Toro es sin duda el que nos ofrece los mejores momentos, con sus frases lapidarias, su porte a lo John Wayne, y esa serenidad de la que presume que hace que sus crueles asesinatos nos parezcan virtuosos, arengando siempre que puede a sus víctimas.

Un final brillante pone la guinda a una película dura que invita al debate moral sobre los instrumentos del estado para acabar con los grandes delincuentes sin cuestionarlos, poniendo a Denis Villeneuve en un pedestal dejándonos expectantes para ver lo que puede hacer con la esperada secuela de Blade Runner.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los que estaban de acuerdo con los métodos de los GAL y el que se lo haya pasado a lo grande con Narcos.

No recomendada por Kuato a: los que sufrieron por Ethan Hawke en Training Day.

Ego-Tour de luxe por: como hizo en Prisioneros, la escena final de la película es de aquellos memorables sin buscar el final feliz.

Atmósfera turbínea por: esas escenas familiares en casa de uno de los policías corruptos, que no pasaría nada si no estuviesen.

 

SICARIO. Estreno en Venusville: 13/11/2015

 

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