SIN TREGUA artículo: Canción triste de Ayer Street

Canción triste de Ayer Street David Ayer se basa en sus vivencias del barrio para contarnos una historia a lo Canción triste de Hill St. De Avalon

<Al haberse criado en las calles de South Central, Los Ángeles, la vida podría haber sido muy distinta para el guionista y director David Ayer. Creció en un barrio azotado por la violencia de las bandas, pero en lugar de unirse a ellas, Ayer canalizó estas experiencias transformándolas en historias mientras servía en la Marina de los Estados Unidos. Sus relatos empezaron a tomar forma y pronto se convirtieron en guiones que resultarían en películas tan aclamadas como Training Day (Día de entrenamiento). “Ir de Training Day (Día de entrenamiento) a Sin tregua supone, en muchos sentidos, cerrar un círculo”, afirma Ayer. “Hay algo que hace que me resulte fácil escribir sobre policías. Tengo el gen del ‘escritor policíaco’”.

   Tras la retahíla de películas policiales que siguieron a Training Day (Día de entrenamiento), entre las que figuran S.W.A.T.: Los hombres de Harrelson y Dueños de la calle, Ayer, preocupado porque le encasillaran en Hollywood, evitó el género durante algún tiempo. “Estaba claro que me estaba encasillando”, afirma Ayer, “pero uno de mis mentores (el aclamado director Wesley Strick) me dijo que tenía que encontrar mi nicho y explotarlo. Fue entonces cuando me dije: ‘Conozco este tema, tengo que retomarlo’”. Pero esta vez Ayer le dio un enfoque totalmente distinto. Su amistad con varios agentes de la ley le hizo querer contar “su historia”. Mientras que sus anteriores trabajos se centraban en policías mafiosos o corruptos, este guión giraba en torno a su trabajo real.

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   Ayer retomó las películas de policías de Los Ángeles con el guión de Sin tregua, que escribió en seis días. Aplicó todas las técnicas que había aprendido a lo largo de los años para contar una historia muy tradicional, una que no había sido realmente contada antes. “Quería plasmar la historia de unas personas que salen ahí fuera, se dejan la piel, hacen su trabajo y son, fundamentalmente, buena gente”, comenta Ayer. “Lo que nos han enseñado a esperar del cine policíaco no lo vamos a encontrar en esta película. Es la realidad, el aburrimiento, cómo conecta la gente, cómo conectan los policías entre ellos. Es como asomarse a un mundo secreto”.

   Su planteamiento de darle la vuelta a todos los clichés del género atrajo la atención del productor John Lesher. “Lo que me pareció realmente especial del guión de Ayer fue que no era la típica película policíaca o una historia de polis corruptos”, comenta Lesher. “Era la historia de dos grandes amigos, de su día a día en el cuerpo de policía. La película tiene su dosis de acción y violencia, pero es, sobre todo, una historia de amistad, familia y de todos esos temas universales con los que todo el mundo puede sentirse identificado”.

   Como asesor técnico policial de la película y veterano del Departamento Policial de Los Ángeles, con 15 años de servicio a sus espaldas, Jaime FitzSimons agradeció el empeño de Ayer en contar una historia fidedigna. “Creo que, por la manera en la que está rodada la película y por cómo la ha escrito David, tanto los agentes de policía como la gente de la comunidad irán a verla y pensarán: ‘Por fin, por fin alguien muestra las dos caras de la moneda: lo que es vivir en una comunidad como ésta y lo que supone para dos agentes que son como hermanos patrullar en una comunidad como esta’. Ayer ahonda en la importancia de su compañerismo y en lo que significa para sus parejas y sus familias, y toca todos los aspectos de la vida de los dos agentes”, afirma.

   La acción de Sin tregua se desarrolla como en un documental. Ayer construyó la película para que fuera intensamente visceral, para que el espectador se sintiera dentro de cada escena. “Buscaba una perspectiva realista”, asegura Ayer. “Quería que fuera como cuando ves un vídeo en YouTube y algo en tu interior te dice que es real. En ese aspecto confluye con Training Day (Día de entrenamiento)”. Durante el rodaje, Ayer secuenció cada toma para que el público se sumergiera por completo en ese mundo. Para él,Sin tregua combina una excelente producción con la sensación visceral y de realidad de los vídeos de YouTube.

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   Desde la relación de los agentes hasta las localizaciones reales, pasando por la diversidad de ángulos de filmación, la autenticidad era clave en el éxito de Sin tregua. Para hacer que la acción fuera más inmediata y sumergir al espectador por completo en la escena, las cámaras filmaban los 360º de la acción. En todo momento había cuatro cámaras rodando, incluyendo dos que llevaban los actores Jake Gyllenhaal y Michael Peña para acentuar el realismo de la escena (el personaje de Gyllenhaal está haciendo un curso de cine como parte de la preparación a sus estudios de Derecho, y las cámaras están a la vista y entretejidas de manera orgánica en la historia).

   “La gente va a sentir que está trabajando junto a Brian Taylor y Mike Zavala”, asegura el asesor técnico Jaime FitzSimons. “Van a sentir que les acompañan, en el aspecto policial, en su compañerismo y en sus relaciones de fuera”. La historia empieza con una trepidante persecución en coche en la que vemos a los agentes Brian Taylor (Jake Gyllenhaal) y Mike Zavala (Michael Peña) recorrer a toda velocidad las calles de la jurisdicción de Newton, South Central (Los Ángeles), mientras intentan dar alcance a un vehículo repleto de pandilleros. Una cámara situada en el salpicadero del coche patrulla de Taylor y Zavala captura cada giro de la persecución, que acaba en un tiroteo durante el cual una de las balas alcanza el chaleco antibalas de Taylor. Gajes del oficio. Con cada nuevo aviso llega la incertidumbre, un nuevo desafío y el apremio para los dos jóvenes agentes. Al final de cada turno escriben “EOW” (End of Watch) en el registro y se van a casa./>

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