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12 PASOS SIN CABEZA. LA LEYENDA DE UN PIRATA crítica: Dos piratas y un destino

   

Dos piratas y un destino

Versión adulta real de Vicky el vikingo, inspirada
en las figuras de Butch Cassidy y Sundance Kid

Por Ray Zeta

 

<Todos aquellos espectadores que se perdieron la adaptación real de Vicky, el vikingo están de enhorabuena, porque este 12 pasos sin cabeza. La leyenda de un pirata es lo más parecido que podrán encontrar a una versión adulta de la serie animada que tenía por protagonista al niño vikingo que se frotaba la nariz antes de tener una ingeniosa idea. Imagínense que Vicky ha crecido, y muerto su padre Halvar, se lleva a la tripulación habitual a piratear por el mar Báltico. Y es que no falta ni un solo miembro: está el forzudo, el cascarrabias, el jovencito… Igualito como si Fax, Tejure y Snorre estuvieran también a bordo. Hasta tiene una novia en tierra clavadita a como sería Ylvi con quince años más… Lástima que la acción tenga lugar a finales del siglo XIV y sus personajes sean alemanes en vez de suecos, porque si no en vez de “La leyenda del pirata”, su subtítulo bien podría ser “La leyenda de Vicky, el vikingo pirata”.

   Esa es la propuesta que nos ofrece el director Sven Taddiken, una historia de piratas alemanes que se dedican a atacar los barcos de comercio de la Liga Hanseática enviados desde Hamburgo a los países escandinavos. El capitán Klaus Stöertebeker y su segundo de a bordo y lugarteniente Göede Michels, los bandidos más guapos y simpaticotes desde los Butch Cassidy y Sundance Kid de Dos hombres y un destino. Da igual que te aborden, te maten y te roben, son tan encantadores que uno mismo se anuda una bala de cañón al cuello y se arroja al mar cediéndoles toda la mercancía de su embarcación si así se lo piden. Porque lejos de mostrarnos las penurias propias de la vida de piratería o reflexionar sobre la política de la Europa del norte en los siglos XIV y XV, 12 pasos sin cabeza es un canto a la amistad, al colegueo y al buen rollito en forma de peliculita de aventuritas, emanando un optimismo que poco tiene que ver con la realidad histórica.

 

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"El que pierda a los chinos deberá saltar y gritar `¡Estoy entusias-ma-do!`"

 

   Filmada hace tres años con un presupuesto más que ajustado (recuerden que rodar en alta mar siempre dispara los gastos, y si no que se lo pregunten a Jerry Bruckheimer tras producir cuatro Piratas del Caribe), es ahí donde la propuesta de Taddiken se queda a medias por ofrecernos un producto más light y blandengue que otras cosa, tanto por no mostrarnos detalles de la cotidianeidad piratesca (las travesías son tan suaves que parecen paseos en Las Golondrinas de Barcelona; imaginen que la pilla Terry Gilliam, la mugre hubiera traspasado la pantalla y no hubiera salido un solo pirata sin roña en los dientes) como por sisarnos detalles de violencia explícita que al menos a un servidor le hubiera alegrado la vista (ah, qué tiempos aquellos en los que Paul Verhoeven se venía de vacaciones a España, y con cuatro amigotes y cuatro cañas te hacía un retrato medieval tan crudo, sucio y violento como Los señores del acero…).

 

  "Klaus Stöertebeker y su lugarteniente Göede Michels, los bandidos más guapos y simpaticotes desde Butch Cassidy y Sundance Kid"  

 

   Ni un degüello, ni una amputación, ni siquiera una estocada en condiciones… Por muchos abordajes y combates que salgan, el director pasa de puntitas por la posible violencia filmándolo todo con encuadres generales y sin un solo plano que pudiera mostrar en todo detalle una muerte por pinchazo, corte o sección de órgano vital. Como también hizo Gary Ross con Los juegos del hambre, sólo que la adaptación de la famosa novela de Suzanne Collins es un producto puramente pre-adolescente (o sea infantil, que es lo mismo), y en cambio estos 12 pasos sin cabeza (nunca un título se ha avenido tan poco con el espíritu del film) no. Con lo que relaja hacer la siesta en un cine de verano bien fresquito gracias al aire acondicionado, viendo unas cuantas cabezas cortadas, unos cuantos miembros cercenados, y unos cuantos cráneos aplastados, con borbotones de sangre emanando de la pantalla hasta salpicar la platea…

 

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"Recuerda que Butch era el listo y que tenía derecho a roce con la novia de Sundance"

 

   Como las citadas Los señores del acero, Black Death, Centurión o Templario. Películas todas ellas de bajo presupuesto, cutre en cuanto a dirección artística si quieren, y un guión tan simple como una redacción escrita por un alumno de primaria, pero que guardan un recuerdo especial en el fan del género gracias a su violencia cafre y descarnada, a su mala leche, a la mugre y al barro que los envuelve y sumerge, y a la sangre que derrama a base de espadazos, flechazos y lanzazos, que sientan como un revitalizante elaborado con cafeína, ginseng y vitaminas. Y es que a mí, ya lo he dicho en más de una ocasión, lo que me relaja en el cine son los espadazos. Qué quieren, a otros les pasa con las puestas de sol, los bebés o los perritos, pero a mí me pasa con los espadazos. Sea Mel Gibson aplastando un cráneo con una maza en Braveheart, Russell Crowe decapitando a dos manos a un oponente en la arena del circo en Gladiator, o cualquier salvajada de los títulos arriba citados, me relaja como las aguas termales del mejor balneario contra el estrés.

   Y 12 pasos sin cabeza, teniéndolo todo para formar parte de tan selecta lista (ejem), como es la escasez de medios y el desconocimiento de su equipo fuera de sus respectivas casas a las horas de comer, opta por facturar un producto ligero, simpático y agradable, pero de índole familiar con vocación más televisiva que cinematográfica. Sus puntos de interés radican entonces en pertenecer a una filmografía tan desconocida como es la alemana, y a situar la acción en un marco de la Historia tan poco común cinematográficamente como el relacionado con la Liga Hanseática post-medieval. Por todo lo demás, un producto políticamente perfectamente correcto apto para todos los públicos, a excepción de algún diálogo soez por su vocabulario. Algo es algo./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
  Recomendada por Kuato a: fans de Vicky el vikingo y los Butch Cassidy y Sundance Kid de Dos hombres y un destino. Estos Klaus Stöertebeker y Göede Michels son una mezcla de ambos.
     
  No recomendada por Kuato a: quien no conciba una peli de piratas sin latigazos, colgar a alguien por los pulgares o pasarlo por la quilla. Bueno, aquí practican el esquí acuático modalidad tonel, pero no hay sangre.
     
  Ego-Tour de luxe por: que gracias a que ambos capitanes son 100 % heterosexuales, los niños de hoy que sólo han visto Piratas del Caribe no creerán que todos los piratas pierden aceite como Jack Sparrow.
     
  Atmósfera turbínea por: ¿una catapulta y un cañón son los grandes avances del siglo XIV? ¡En Los señores del acero practicaban hasta la guerra bacteriológica y estaban en la Edad Media!.

 

 

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Versión adulta real de Vicky el vikingo, inspirada
en las figuras de Butch Cassidy y Sundance Kid

Por Ray Zeta


 

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1 Respuesta

  1. Anónimo
    roso23<br />Seguro que se deja ver pero a priori tiene pinta de ser muy mala...

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