3 DÍAS PARA MATAR crítica: Nannyespía con su churumbel

Nannyespía con su churumbel

Kevin Costner se alquila por horas tanto para
hacer de killer del gobierno como de canguro

Por Robert Thornhill

<Siempre ha dado mucho juego la combinación en tono de comedia de contemplar el día a día de la arriesgada vida del espía, y su infructuoso intento de mantener la cohesión familiar mintiendo como cosacos, mientras se fingen rutinarios trabajos con jornadas de 8 horas aderezados por periódicos viajes de negocios a quién sabe dónde. Quizás la obra cumbre de este género sea la magistral Mentiras arriesgadas, donde James Cameron hizo una perfecta mezcla entre una peli de espías súper ochentera insertando toques de humor fino muy bien logrados. Otro caso fue el de Sr. y Sra. Smith, con la pareja de moda del momento, "Brangelina", que gracias a su indiscutible glamour y una gran química en pantalla, a parte del evidente oficio de Doug Liman, dejó como resultado una más que honrosa comedia de acción para quien no odiara a la pareja más cool de Hollywood. Y no nos olvidemos de los problemas conyugales entre Mr. Increíble y Elastigirl por la tendencia del primero a no renunciar a su condición de salvador del mundo, en una de tantas obras maestras de Pixar, Los Increíbles.

Pues en éstas estamos con 3 días para matar, el último producto de la factoría Luc Besson, que es claramente un intento de iniciar otra franquicia siguiendo el exitoso modelo de Venganza, sustituyendo al grandullón y vetusto Liam Neeson por otra vieja gloria hollywoodiense como es Kevin Costner. Un modelo ideado para el lucimiento de la estrella de turno, con historias llenas de explosiones, tiros y persecuciones livianas, que permiten pasar un buen rato sin sufrir demasiado por la salud del prota de turno. Y aunque es marca de la casa y son usuales los gags humorísticos y el tono distendido en las producciones de la productora de Besson, Eurocorp, esta vez se han pasado un poco con no tensionar al espectador como si estuviera viendo una de David Fincher, y aunque la película tiene un comienzo prometedor que nos hace presagiar un thriller de espías ruidoso y con tipos duros, se ve perjudicada por una tierna historia de amor paterno-familiar con un pachucho Kevin Costner que está más preocupado de que su hija no se vuelva una golfilla que de liquidar a los malos.

"Para que crezca tu admiración por mí como padre, te llevo a ver Bailando con lobos"

Así, se van sucediendo de forma paralela dos tramas independientes que se tocan tangencialmente sin que se produzca una natural conjunción que permita seguir la peli como un todo y no como dos historias diferentes. Por un lado, tenemos a un achacoso Kevin Costner, de profesión agente secreto, que como última misión antes de colgar las pistolas debe liquidar a un peligroso terrorista de tópico nombre "Lobo", y simultáneamente, nos cuentan su conmovedora lucha por recuperar a su familia que tenía abandonada, porque como bien sabe James Bond, para un espía no es fácil llevar una vida hogareña porque se ve obligados a ir regando jardines allá donde el destino les lleve. No hace falta decir que el rollo familiar, con escenas tales como ver al papaíto Costner enseñando a montar en bicicleta a su repelente hija (la sabionda niña de Valor de ley) o enseñándole de aquella manera a bailar, no hacen más que distraer de lo que se supone que debería ser la peli: un thriller de acción con exhibición pirotécnica y alto nivel de decibelios. Hubiera bastado, como ocurría en Venganza, con sacar de la pista a su hijita con un secuestro que hubiera catalizado la acción y eliminado más de una escena azucarada.

"Se ve perjudicada por una tierna historia de amor paterno-familiar con Kevin Costner más preocupado de que su hija no se vuelva una golfilla que de liquidar a los malos"

El más favorecido en esta historia es sin duda Kevin Costner, que habiendo pasado hace más de un lustro su etapa de galán y ya rozando los 60 tacos, su apariencia canosa y su barba de tres días le hacen un más que convincente héroe carroza con estilo y personalidad, que si bien no le permitirían unirse al selecto grupo de Los mercenarios, sí que permiten vislumbrar el inicio de una nueva carrera como ha hecho Liam Neeson participando en películas donde se requieran rostros serios pero agradables con aires pesimistas, convirtiéndolos en action-heros que no requieran grandes alardes físicos.

"Que sea la última vez que dices que Open Range es una mala copia de Sin perdón"

Caso bien distinto es el de Amber Heard, una actriz con una incontestable belleza y prometida del pillín de Johnny Deep. Si yo fuera ella, le regalaría un Ego-Tour de luxe a Groenlandia a su representante, porque la filmografía que se está tejiendo la nena es para echarse las manos a la cabeza. Desde Los diarios del ron, pasando por Furia ciega, ola estrenada recientemente El poder del dinero, vemos cómo ese tremendo bellezón es desaprovechado en papeles que no la dignifican como la sex-symbol que es y que no la dejan brillar como es debido. En 3 días para matar vuelve a enseñar palmito como la femme fatale de la peli y se le otorga incomprensiblemente poco protagonismo, aunque su enigmática presencia haga clavar los ojos en la pantalla y provoque querer más. En una hipotética segunda parte que Besson deja abierta, no dudamos que su presencia será mayor.

En fin, es posible que si Luc Besson hubiera elegido a algún director habitual de su cortejo, como Pierre Morel o Olivier Megaton, el resultado hubiera sido más atractivo para el espectador que busque escenas adrenalíticas y acción a tope, y aunque fuera lógica la elección de McG como un especialista en conjuntar la comedia con la acción como vimos en la patética Los Angeles de Charlie y en Esto es la guerra, definitivamente esta vez se les ha ido de la mano con un facilón humor doméstico que no necesitaba una película cuyo título nos hacía presagiar grandes emociones "Made in Besson"./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita



		Recomendada por Kuato a: quien se sienta identificado con el sentido paternalista de Bruce Willis en *La jungla de cristal 5* o de Liam Neeson en *Venganza* . Costner es todo eso multiplicado por 10.

		No recomendada por Kuato a: los que esperaban un típico producto Eurocorp, como *Venganza, Colombiana* o *Desde París con amor*. Ésta es una peli más adecuada para ver en familia que para disfrutar con tus palomitas y tu refresco de cola.

		Ego-Tour de luxe por: ese Kevin Costner que, rememorando los tiempos de *El guardaespaldas*, saca en brazos a su traviesa hija de una discoteca. Sólo faltaba el "I Will Always Love You".

		Atmósfera turbínea por: ¿hacía falta ver a un sesentón como Costner intentando enseñar a bailar a su hijita? Una patética escena que nos la podían haber ahorrado.