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ANOMALISA reportaje: Charlie Kaufman se anima

Se anima, y anima Anomalisa en stop-motion adaptando al cine su propia obra teatral

■ 20th CENTURY FOX. La primera película animada dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson nació como una obra de teatro en 2005,  formando parte del intrépido proyecto teatral del compositor Carter Burwell en el Theater of a New Ear. Este reunió a los guionistas y directores Charlie Kaufman, Joel y Ethan Coen para la representación de dos obras de ‘radioteatro’ en Nueva York, Londres y Los Ángeles. Burwell ha compuesto tanto la banda sonora de Cómo ser John Malkovich, Adaptation (El ladrón de orquídeas), escritas por Kaufman, como la de muchas de las películas de los hermanos Coen. Para estas representaciones, contó con una orquesta de cámara para el acompañamiento en vivo junto a los efectos de sala del artista de foley Marko Constanzo. “Hope Leaves the Theater”, de Kaufman, con Hope Davis, Peter Dinklage y Meryl Streep, y “Sawbones”, de los hermanos Coen, se desplegaron sobre un escenario vacío,  y los actores leyeron sus líneas desde taburetes al estilo de las antiguas obras radiofónicas.

Kaufman, que se niega a pronunciar palabra alguna sobre lo que tratan sus obras, prefiere que el público saque sus propias conclusiones y confiesa en broma que Anomalisa –en su versión animada–  “dura una hora y media”. Tras una exitosa campaña de Kickstarter, Kaufman, Johnson y Tran lograron reunir a un grupo de expertos en stop-motion capaces de dar vida animada a las dificultades y sufrimientos de Michael Stone y Lisa Hesselman y todo lo que les sucede en el Hotel Fregoli. La mayor parte del guion teatral se mantuvo igual. “Los personajes son los mismos, los actores son los mismos, el guion es el mismo –casi el mismo”, asegura Kaufman. Johnson añade que “desde el principio hubo la sensación de que el guion podía convertirse en una película de animación –se presta para ello”.

 

Anomalisa: cine de animación

Charlie Kaufman y Duke Johnson, amigos y animadores de Anomalisa

 

Kaufman y Johnson trabajaron juntos para crear la estética y el ambiente distintivos de Anomalisa. Junto a Tran, buscaron a los mayores talentos en stop-motion y reunieron a especialistas en escultura, moldura y fundición; diseño de vestuario y peluquería; pintura para escenografía; ambientación y animación de marionetas. Esta última consiste en un complejo proceso a la hora de grabar los movimientos de marionetas de unos treinta centímetros de altura, que se convirtieron en los personajes de la película, poniéndolas sobre el escenario en diferentes poses y volviendo a ajustarlas para cada toma. Aunque Anomalisa es un proyecto de animación, su historia desvela un mundo que sin duda parece real y cotidiano: desde la desaliñada ropa de los personajes hasta las monótonas habitaciones de hotel, los pasillos, los bares de copas y las salas de convenciones que aparecen.

“Nuestro objetivo fue hacer que los personajes parecieran conmovedores y expresivos”

El equipo de Anomalisa se esforzó en todos los niveles de producción para lograr que el mundo de la historia pareciese real, con diseñadores centrados en detalles minuciosos de los personajes como los ojos relucientes, las facciones toscas, las manos gruesas y otras características realistas. “Queríamos que los cuerpos pareciesen reales”, afirma Kaufman. “Las marionetas son muy pequeñas y requerían movimientos sumamente precisos por parte de los animadores para infundir vida a sus miradas. Nuestro objetivo fue hacer que los personajes parecieran conmovedores y expresivos”. Los directores dejaron visibles las costuras en las caras de Michael, Lisa y otros personajes a propósito para alejar la animación de las típicas películas en stop-motion, donde las dos partes frontales del rostro del personaje –la frente y la zona inferior de la cara– están separadas y, por lo general, tapadas con pintura digitalmente para crear un aspecto más uniforme y antropomórfico.

 

Anomalisa: cine de animación

Después del barco pirata de Playmobil, el set de Anomalisa

 

Kaufman y Johnson preferían revelar los defectos e imperfecciones, en armonía con el drama existencial de Michael Stone. “Cuando ves las películas de animación de gran presupuesto que utilizan esa técnica, las marionetas se retocan en postproducción hasta tal punto que pueden intercambiarse visualmente con los personajes creados por ordenador”, comenta Kaufman. “Es muy difícil notar la diferencia. No queríamos luchar contra los materiales que estábamos utilizando. Simbólica y metafóricamente, esta decisión creativa influyó en lo que queríamos hacer y decir en la película, por eso optamos por mantener las costuras intactas”.

En pantalla, Anomalisa encaja a la perfección junto a otros trabajos firmados por Kaufman, entre los que se incluyen Cómo ser John Malkovich, Adaptation (El ladrón de orquídeas), ¡Olvídate de mí! y Synecdoche, New York, clásicos modernos que muestran a protagonistas desdichados, aunque sin duda inolvidables, atravesando la noche oscura del alma en unas circunstancias surrealistas y oscuramente cómicas. Con un juego de palabras en su título que evoca el profundo amor del director por estos y por la lengua en sí, Anomalisa aborda los distintivos temas de Kaufman como son el aislamiento, soledad, melancolía, depresión, y la búsqueda de una conexión o, en palabras del director, “cierta esperanza de conexión”.

 

■ ANOMALISA. Estreno en Venusville: 19/02/2016

 

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