AQUAMAN crítica: El sirenito

Nuevo standalone de Warner-DC con Jason Momoa como la nueva reina de los mares en Aquaman

Difícil tarea la de DC Cómics, que a pesar de disponer de un elenco de superhéroes lo bastante interesantes para ofrecernos unas aventuras memorables, ha ido coleccionando una serie de títulos de calidad más bien dudosa, con la excepción de Wonder Woman y de Batman v Superman: El amanecer de la justicia (que es una buena película aunque tenga que nadar a contracorriente). En esta ocasión el estreno de Aquaman nos hacía mantener ciertas expectativas, ya que por un lado en Liga de la justicia el personaje interpretado por Jason Momoa era el más divertido de la película, y por el otro James Wan era el encargado de la dirección, lo cual hasta la fecha ha sido sinónimo de éxito.

Ya de entrada vemos que a diferencia de otros títulos de DC, en Aquaman se nos pone en cuestión de pocos minutos al día de la historia de Aquaman y de su madre (una Nicole Kidman que queda fuera de lugar en su papel de reina de los atlantes), de una forma muy clara y concisa, y en menos de tres minutos ya entramos en acción. James Wan va directo al grano y se centra en crear una película de aventuras a la vieja usanza, con muchos toques de humor (no puede ser de otra forma teniendo a un héroe que habla con las especies marinas y se monta en caballitos de mar gigantes) y de argumento muy sencillo: nuestro héroe tiene que encontrar un tridente perdido de un rey atlante que le permita enfrentarse en combate a su hermano pequeño, que aspira al trono de los siete reinos marinos para atacar a los humanos terrestres. Punto.

"¡Yo quería parecerme a Ariel, no al Rey Tritón!"

Para ello Wan se aleja del dramatismo existencial habitual de los personajes de DC. Aquaman es consciente de su situación, apartado del mundo marino para su protección, pero al mismo tiempo es un tío que bebe jarras de litro de cerveza o se va de fiesta con sus fans, y cuando hace falta interviene para atajar una amenaza. El gigantón Momoa triunfa con un personaje divertido y contundente al mismo tiempo. James Wan consigue que Aquaman sea una película con mucha personalidad, disparatada hasta límites inverosímiles, como en la batalla final, en la que se enfrentan atlantes montados en toda serie de animales marinos contra un ejército de seres que parecen parientes de los cangrejos, con un arsenal de bichos disparatados que recuerdan a los ejércitos de insectos de Starship Troopers. Todo un delirio de batalla.

"James Wan consigue que Aquaman sea una película con mucha personalidad, disparatada hasta límites inverosímiles"

Antes de llegar a esa batalla, en Aquaman hay momentos para todo. Ver el entreno de Momoa cuando era un niño a cargo de Willem Dafoe nos hace recordar a Christopher Lambert y Sean Connery en Los inmortales. También hay momentos de películas de aventuras de corte más clásico, como cuando Momoa y su partenaire Amber Heard (qué bien le queda el traje marino… ¡Qué narices, qué bien le queda todo a esta chica!) llegan a las ruinas de la tribu de los desertores, o cuando sufren la persecución en el pueblecito italiano. La huella de la saga de las películas de Indiana Jones es más que evidente. Hasta hay momentos especialmente divertidos, como es el caso de la presentación previa al primer enfrentamiento entre Aquaman y su hermano, como si tratase de un videojuego. Entre los puntos flojos del personaje están los de ser mestizo y borracho…

"Yo no me voy de la película sin cantar el 'Bajo del mar'"

James Wan no se sonroja por convertir Aquaman en un delirio, y éste es tal vez su mayor acierto. ¿No son los cómics historias alocadas y sin mucha lógica en muchos casos? Y puestos a embarrase en lo estrafalario, Wan proporciona a la película una estética pulp en todo lo que concierne al mundo de los atlantes, desde sus exagerados uniformes y sus armas gigantescas, a las monturas de los mismos (caballitos de mar gigantes, delfines, etc.), que recuerdan al ejército alado de Vulcan en Flash Gordon (sin duda, de todas las películas referenciadas ésta es la que refleja más el espíritu del que Wan quería dotar a su Aquaman).

Ojo, porque estamos hablando de delirio, pero llevado con sentido. El argumento, sencillo, es plasmado en una serie de aventuras inverosímiles, con humor, repletas de acción trepidante, pero factibles, ya que estamos en un mundo en el que puede pasar cualquier cosa. El mérito de Wan es conseguir que nos creamos que todo eso puede ser posible, y gracias a ello podemos decir que estamos ante la mejor película de DC hasta la fecha. Tal vez la solución sería que James Wan dirigiese otros títulos de DC, ya que tras dirigir películas de terror y de acción con acierto, la ha vuelto a clavar en el cine de superhéroes.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: Ben Affleck. Para que no se tome su personaje de Batman con esa cara de estreñido. No hace falta que sea Robert Downey Jr., pero…

No recomendada por Kuato a: Taika Waititi. No sea que piense que su Thor: Ragnarok haya servido de inspiración a James Wan.

Ego-Tour de luxe por: la batalla final. Todo un delirio con cangrejos-catapultas, delfines kamikazes y un Craken de por medio. Tremendo

Atmósfera turbínea por: Nicole Kidman. Ya nos quedó claro en Batman Forever que lo suyo no son las pelis de superhéroes.

■ AQUAMAN. "Aquaman" (EUA, 2019). Director: James Wan. Guión: Will Beall: Reparto: Jason Momoa, Amber Heard, Willem Dafoe, Nicole Kidman, Dolph Lundgren, Patrick Wilson, Temuera Morrison, Yahya Abdul-Mateen II, Ludi Lin, Michael Beach, Kaan Guldur, Patrick Cox, Otis Dhanji y Connor Zegenhagen. Estreno en Venusville: 21/12/2018.