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ATRAPADOS EN LA OSCURIDAD crítica: Asesinos natos a la neozelandesa

Thriller en forma de road movie con psicópatas que tienen Wolf Creek como película de cabecera

BETO

Desde Nueva Zelanda nos llega el debut en el largometraje del director James Ashcroft, que se embarca en esta road movie con tintes de Carretera al infierno o Wolf Creek, aunque salvando las distancias. En este caso, un matrimonio y sus dos hijos, de viaje por los remotos parajes neozelandeses, se topan con Mandrake y Tubs, dos personajes más siniestros que los hermanos Cástor y Polux Troy, que acaban convirtiendo en un infierno el idílico viaje de la familia protagonista.

Tras unos minutos de presentación de la familia, con la irrupción de la pareja de asesinos, Ashcroft nos brinda unos veinte minutos cargados de tensión, con un desenlace bestial que nos deja con la boca abierta pero que ya intuimos que serán difícilmente superables. Es sin duda lo mejor de toda la cinta. La soledad de los paisajes neozelandeses, con esas carreteras solitarias que los atraviesan en las que es difícil toparse con alguien, son un magnífico escenario en el que poner en juego a nuestros protagonistas. Para conseguir ese efecto desolador, traumático y cargado de tensión, es esencial la fotografía de Matt Heneley, poderosa en todas las escenas.

 

"Somos la versión neozelandesa de Funny Games, pero sin huevos"

 

En toda road movie con asesinos de por medio, está claro que el invento funciona si el Mick Taylor (Wolf Creek) de turno nos pone nerviosillos y da mal rollito. En Atrapados en la oscuridad, la pareja de asesinos cumple con creces, sobre todo Daniel Gillies, con ese posado entre frío y estreñido. Su presencia es perturbadora, y aunque nunca sabes por dónde te va a salir, seguro que su respuesta será siempre jodida. Y si no, que se lo digan al empleado de la gasolinera o a los chavales que dan vueltas en un circuito. Para la Historia de las road movies queda ya su frase antes de que todo el mundo de los excursionistas se venga abajo: “Éste será el momento en que desearías haber hecho algo”. Premonitoria.

Atrapados en la oscuridad es una road movie con tintes de Carretera al infierno o Wolf Creek, aunque salvando las distancias”

Atrapados en la oscuridad es una película de personajes, eso es indudable. A un asesino o asesinos temibles se les tienen que oponer unos antagonistas a la altura para que la película funcione. Y si bien en este caso no están al nivel de Mandrake y Tubs, el matrimonio secuestrado Alan y Jill, tras el shock inicial, pone todo de su parte para fastidiar la fiesta que están montando los dos asesinos. Los diálogos en el interior del coche, cargados de tensión, junto con los misterios que se van desvelando, consiguen atraparnos para saber cómo se va a resolver el embrollo montado mientras circulan por esas carreteras poco iluminadas y carentes de vida.

 

"Mientras no seamos una versión de Mac, el grajo, y Bernabé, el simio, todo irá bien""

 

Ya hemos comentado que la primera media hora es lo mejor de Atrapados en la oscuridad. ¿Quiere decir que el resto no vale la pena? No, pero era imposible mantener el listón tan alto. Cuando la película toma los tintes de una road movie al uso es correcta, pero no aporta nada nuevo que no hayamos visto ya. Intentonas de huida varias aderezadas con cadáveres de por medio, aunque James Ashcroft, que también coescribe el guión, sabe esquivar los habituales finales de este subgénero y, en conjunción con esa lograda ambientación deprimente, nos tiene reservado un final alejado de los cánones habituales que consigue remontar de nuevo la historia.

Parece que Ashcroft ha querido apartarse de las road movies tradicionales, además de por lo comentado, por la incorporación de un elemento adicional que no suele aparecer en este tipo de películas: la venganza. El guión es más complejo de lo que puede parecer en un inicio, y lo que parecía un simple secuestro, puede que se convierta en algo más profundo y aterrador. Si tiene ganas de pasar un rato incómodo y no le asustan los asesinos sucios y chungos, anímese a ver Atrapados en la oscuridad.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: poseedores de autocaravanas ansiosos por descubrir mundo. Tal vez sea mejor ir de hotelito con un tour operador.

No recomendada por Kuato a: Sean Bean. Daniel Gillies (Mandrake) sí que es un tío chungo, no como él en su remake de Carretera al infierno.

Ego-Tour de luxe por: la escena tras la frase de Mandrake comentada anteriormente. Estos neozelandeses no se andan con chiquitas.

Atmósfera turbínea por: a pesar de ser tan chungos, por cómo se dejan robar la cartera tantas veces con variados intentos de escapada.

 

■ ATRAPADOS EN LA OSCURIDAD. Estreno en Venusville: 01/04/2022.

 

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