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SITGES 2021 crónica 2: Mártires

Coming Home in the Dark; Caveat; In the Earth; The Deep House

CHEMA PAMUNDI

Alguna vez ya he contado que, a fin de poder mantener el ritmo loco de estas crónicas, tan importantes son las películas que veo como las que a última hora decido no ver. Escuece saltarte un Zhang Yimou para sobar una hora más o para poder comer sentado, pero a veces eso es lo que marca la diferencia entre ser persona el resto del día o irte arrastrando como un gusano de Dune, quedándote tieso en las sesiones que de verdad te interesan e incluso acabando por no recordar siquiera lo que has visto (hubo un año mítico en el que me cortocircuité totalmente y escribí una reseña mezclando el argumento de dos películas distintas...).

Claro, esto implica por fuerza que me voy a perder varios de los títulos gordos del festival; pero hace tiempo me di cuenta de que cubrir bien Sitges, o al menos lo que a mí me deja con la sensación de haberlo cubierto bien, no es tanto reseñar tal o cual película concreta, sino poder mostrar una panorámica general de por dónde han ido los tiros en el cine fantástico de ese año. En la presente edición, por ejemplo, me quedaré sin ver The Sadness y The Innocents, que tienen pinta de ser dos de las películas más importantes de la temporada. Pero, justo por eso, son dos películas sobre las que ya va a opinar mucha otra gente, así que no hay problema. Lo que seguramente resultará más difícil es encontrar opiniones detalladas de rarezas como Coming Home in the Dark, Caveat o In the Earth ¿Y sabes dónde vas a encontrarlas? Pues mira, justo aquí debajo.

 

 

COMING HOME IN THE DARK (James Ashcroft, Nueva Zelanda, 2021)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

La historia tantas veces vista sobre "familia de vacaciones acosada por paletos" sigue funcionando bastante bien cuando se hace con personalidad, mala hostia, complejidad emocional y voluntad de subvertir tópicos, que es justo lo que hace Coming Home in the Dark durante un buen rato, hasta que empieza a cambiar de registro hacia algo todavía más oscuro y nauseabundo, que hace a la audiencia replantearse lo que está viendo sin dejar por ello de sufrir morrocotudamente. Es una película que te zarandea y no te suelta hasta que aparecen los créditos finales.

La familia en cuestión, un matrimonio cincuentón con dos hijos que están estrenando adolescencia, anda de viaje en coche por parajes diversos de Nueva Zelanda cuando, en un páramo especialmente desolado, tiene la mala suerte de toparse con dos psicópatas que parecen no haber tenido una buena idea en su vida. Uno de ellos, claramente el líder, es dado a una verborrea filosófica y juguetona (se hace llamar “Mandrake”) que recuerda a ilustres psicópatas lenguaraces como el Max Cady de El cabo del miedo o el Micky de Asesinos natos. El otro es la antítesis: no dice nunca ni media palabra y obedece con una frialdad escalofriantemente robótica todas las órdenes del primero. La familia quedará destruida de manera irreversible en los primeros 20 minutos de la función, y a partir de ahí ya solo les quedará tratar de recoger los pedazos y hacer con ellos lo que puedan para sobrevivir.

 

"Al menos nuestro psicópata no fuma los apestosos puros de Max Cady"

 

Ahora bien, ¿seguro que lo ocurrido ha sido un encuentro casual, un simple caso de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado? Ah, ahí es donde la trama pega un giro y desciende de verdad a los infiernos. Come Home in the Dark expone lo ambivalentes que pueden ser las condiciones de víctima y verdugo cuando se dan en una misma persona en periodos distintos de su vida (¿cuál de las dos pesa más? ¿Se anulan la una a la otra? ¿O quizás deben juzgarse por separado?), y pone sobre la mesa una serie de excelentes argumentos para demostrar hasta qué punto la frase “lo pasado, pasado está” contiene un cúmulo de afirmaciones moralmente indefendibles. El director y guionista James Ashcroft hace todo esto con una contundencia, un estudio de personajes, un manejo de la tensión y una cinematografía de alto nivel. Habrá quien la encuentre un ejercicio de torturar audiencias gratuitamente cruel. A mí me ha parecido devastadora.

 

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

 

 

CAVEAT (Damian Mc Carthy, Reino Unido, 2020)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Barret le ofrece a Isaac un trabajo de apariencia fácil y jugosa: cuidar de Olga, su sobrina veinteañera, que sufre una especie de trauma autista presuntamente producido por la muerte de su padre y vive aislada en una casa de campo abandonada, que se cae a pedazos. El encargo durará cinco días, a razón de 200 libras diarias, y lo único que se le pide a Isaac es que “haga compañía” a Olga. Isaac no obstante, no acaba de verlo claro. Para empezar, sufre algún tipo de amnesia y no tiene constancia de conocer de nada a Barret, que insiste en que ambos son viejos amigos. En segundo lugar, la propuesta le parece rarísima. “Seguro que aquí hay algo más”, le dice a Barret, y entonces aparecen las letrazas del título sobre pantalla negra: “Caveat”, una palabra que tiene mala traducción literal pero que, en este caso, podría venir a significar “Gato encerrado”. El arranque de Caveat, seco y directo, es estupendo.

Lástima que el resto de la cinta se pierda estirando una situación que gira en círculos sin aportar demasiado, con el protagonista pasando todo tipo de penurias por la casa (el motivo por el que no puede simplemente coger el portante y largarse hay que verlo para creerlo), cuya única finalidad parece ser justificar la duración de largometraje; y ya tiene delito que una película de 88 minutos se haga larga.

 

"Mi versión en arte feísta de Roger Rabbit"

 

El debutante director Damian Mc Carthy demuestra conocer bien las teclas del género, sin ser demasiado obvio y exprimiendo al máximo su ridículo presupuesto para compensar la falta de efectos especiales con un uso inteligente de la luz y el sonido (o la ausencia de ambas cosas), detalles como un inquietante conejo de juguete que parece detectar el mal (se pone a tocar el tambor cada vez que va a suceder algo chungo) y una puesta en escena que, si bien no resulta demasiado realista (la casa está tan destartalada y tiene tantos pasajes secretos y paredes con doble fondo que acaba pareciendo una atracción de parque temático), sí que logra generar una atmósfera como mínimo inquietante, erizándote el pelo ante la anticipación de sustos que muchas veces ni siquiera necesitan culminarse.

Lo que le falta a Caveat, por desgracia, es un guion a la altura de su prometedora premisa. Tiene una revelación sorpresa que resulta bastante efectiva y un clímax que logra redondear la historia de manera más o menos convincente, pero a medio camino de su buen principio y su buen final había sin duda un películón que no acaba de hacer acto de presencia. Por lo tanto, diremos que se queda en entretenimiento apañado.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

 

IN THE EARTH (Ben Whitley, Reino Unido, 2021)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Lo que no se le puede negar a Ben Wheatley es que tiene una voz tan única como inconformista en el panorama fantástico. Su cine no se baja del burro ni en lo visual ni en lo narrativo, no atiende a ninguna moda y se diría que ni siquiera le importa demasiado el espectador. Eso explica que, a menudo, sus incursiones en el género aturdan, fascinen y aburran a partes iguales. Pasaba con la desconcertante Kill List, la flipadísima A Field in England o la caótica High Rise, y vuelve a pasar con In the Earth, quizás la obra más extraña de una filmografía que no tiene apenas ningún título fácil de clasificar (si exceptuamos su remake de Rebecca para Netflix, que entraría de lleno en la categoría de “insustancial”).

In the Earth tiene como protas a diversos científicos que, durante una pandemia sospechosamente parecida a la que hemos vivido en el mundo real, se van a un bosque aislado para investigar “cosas que el hombre no debería conocer”, basadas en ciertos mitos locales sobre una supuesta entidad milenaria llamada Parnag Fegg. Lógicamente, acaban todos con el cerebro más frito que los aros de cebolla de un McDonalds. La película es un lunático batiburrillo de ideas prestadas (no exactamente referencias directas), que pesca tanto en el barril de la ciencia ficción metafísica como en el del folk horror o en el del torture porn (una larguísima escena de amputación de los dedos de un pie, en la que el director parece jugar con la audiencia a ver quien dice antes “basta”).

 

"Yo que venía por las setas alucinógenas de A Field in England, y nada"

 

Pero, sobre todo, lo que más parece es una secuela de la ya mencionada A Field in England, aquella paranoia de setas alucinógenas y terror cósmico ambientada durante la guerra civil inglesa del siglo XVI. In the Earth podría tener lugar incluso en las mismas localizaciones que aquella, pero 350 años más tarde; y, con esta afirmación, quien ya haya visto una de las dos sabrá instantáneamente si le conviene o no ver la otra.

In the Earth es a ratos embrollada, opaca y exasperante, pero siempre hipnótica, turbadora y con toques de un humor cafre que la redime cuando más se le está yendo la pinza. Saca buen partido a una ominosa banda sonora de Clint Mansell, a una fotografía que sabe jugar con los colores forzados y los efectos estroboscópicos y a una sensación constante de imprevisibilidad. A mí me ha gustado, pero no sé si me atrevería a recomendársela a nadie que no sepa de qué pie calza Ben Whitley.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

 

THE DEEP HOUSE (Alexandre Bustillo y Julien Maury, Francia, 2021)

Trailer, fotos, sinopsis y ficha

Alexandre Bustillo y Julien Mauri ya no nos engañan. Perdieron esa capacidad hace tres o cuatro películas, tras demasiados intentos fallidos de recuperar la inspiración de A L’interieur, que cada vez más parece un solo de flauta irrepetible, algo que les salió redondo por casualidad. O igual es que se quedaron sin nada más interesante que decir en el cine fantástico, vete a saber. Sea como sea, la mayoría de sus títulos posteriores han sido un quiero y no puedo que cojea siempre de la misma pierna: una saturación de ideas reguleras que atiborran la narración, la puesta en escena, la construcción de personajes, TODO, hasta ahogar al espectador. En ese sentido, The Deep House podría considerarse casi una obra austera dentro de su filmografía, porque solo se fundamenta en dos conceptos: 1) Casa encantada, 2) Debajo del agua. El resultado estomaga notablemente menos que casi todo lo que han hecho antes. O sea, que te acaba gustando porque no es tan pesada como imaginabas. Bueno, algo es algo.

En realidad, la historia de una pareja que convierte en vídeos de You Tube sus viajes vacacionales a lugares extraños se sostiene bien durante casi una hora. Es el tiempo que los directores se toman para que conozcamos a los dos protagonistas (él es un pesado y un idiota con tendencia a gastar bromas a destiempo; ella es una blanda que le deja hacer), para que estos descubran la existencia de un lago en cuyo fondo descansa una mansión casi intacta y para que la exploren buceando. La parte de la exploración es quizás un punto exhaustiva pero está bien rodada, mezclando planos estándar con otros de estilo found footage, desde las cámaras de sus escafandras o las del dron que llevan consigo, y logra establecer una sensación de agobio creciente. Sabemos que va a ocurrir algo y no va a ser bueno.

 

"Lo más fantasmagórico es que te tiras un pedo y no salen burbujas"

 

Cuando por fin ocurre (la casa, en la que tuvieron lugar hechos espantosos cuando estaba en la superficie, se empeña en no dejarles escapar de allí, y el oxígeno de las botellas se les va acabando), la tensión todavía aguanta un rato, impulsada por momentos malrolleros como una figura de Cristo crucificado que abre y cierra los ojos, ventanas que estaban despejadas y de pronto están tapiadas, o pianos que suenan en la habitación de al lado (sí, en el fondo de un lago…). Pero entonces, ¡Ay!, a Bustillo y Mauri se les vuelve a ir la mano. Quizás forzados por las limitaciones que implica un rodaje submarino, enseñan demasiado a sus fantasmitas, hasta que incluso empiezan a parecer… ridículos (uno se acaba acordando de aquel gag de Top Secret en el que se simulaba una pelea de saloon del oeste bajo el agua). Pero en fin, media buena película de Bustillo y Mauri es ya media buena película más de lo que yo esperaba ver.

 

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

 

SITGES 2021

 

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