CABALLEROS, PRINCESAS Y OTRAS BESTIAS crítica: Torrente en la Tierra Media

Torrente en la Tierra Media Tanto es el parecido que no entendemos cómo la frase promocional de la peli no es "La espada tonta de la ley" Por Da II

<En un drama una buena interpretación puede salvar la película, o al menos dejar un agradable regusto, como en una película de acción donde un par de buenas escenas, una persecución por ejemplo, puede compensar hasta cierto punto. Incluso en la ciencia ficción una puesta en escena poco conseguida puede darle un toque gracioso de Serie B. En la comedia es más complicado. Funciona o no. Dos buenas bromas, o chascarrillos ocurrentes, te pueden arrancar algunas carcajadas, o al menos una sonrisa, pero no suelen quitarte la sensación de haber tirado el dinero.

   Lo mismo vale para el género de la parodia, aunque en este caso sí que un par de buenas ocurrencias pueden llegar a merecer la película. “Caballeros, princesas y otras pollas” no es exactamente una parodia, a pesar de que cuente con bastantes elementos de la misma, pero quizá se asemeje más a esos filmes a la gloria de un cantante (Elvis o Raphael) donde se arrea con un argumento sin pies ni cabeza ya que lo importante es lucir el palmito de la figura. En este caso para lucir el personaje de Danny McBride en su versión De culo y cuesta abajo, un tipo desagradable con el chiste zafio sexual siempre en la boca (hasta con un lacayo con cierto aire al amigo tonto que lo acompaña en la televisión).

"¿Sabéis el de la polla que quiere ser futbolista en sus ratos libres?"

   En el fondo vendría ser como una mala versión de Un yanqui en la corte del rey Arturo, porque si bien en la serie de televisión como jugador de béisbol fracasado todavía enganchado a su minuto de gloria ejerciendo de profesor, en la primera temporada, tiene su gracia (idéntica, tanto la gracia como el personaje, por cierto que como profesor de Taekwondo) en esta cinta medieval la pierde toda. En buena medida porque es actor de un solo registro y en otra porque las zafiedades aquí vienen sin ton ni son, sin ninguna gracia.

   Sí, la película es eso. El amigo Danny soltando chistes de pollas, mientras se suceden sketches de ambigüedad homosexual en todas las relaciones de los personajes masculinos. Ah, y Natalie Portman. Uno no sabe muy bien lo que pinta la chica aquí. Si le han pagado un pastón indecente por enseñar tanguita y culito respingón (con todos las precauciones digitales) o la tipa se jugó en una noche de juerga que era capaz de interpretar un papel todavía más ridículo que el de mama Leia. Ahora se debe estar descojonando con los colegas.

"Yo por ese culo te perdono haber sido la reina Amidala y lo que haga falta"

   Mención aparte merece James Franco, actor sobre mimado y que aquí vuelve a sus orígenes, o sea a poner cara de bobalicón (bueno nunca se la ha quitado del todo). Coincidiendo de nuevo con su colega de Superfumados, luciendo melena como en los viejos tiempos. Como curiosidad, la amada del amigo es la hermana de Bones

   Más allá de la previsibilidad, de la falta de gracia o del aburrimiento general de toda la cinta, el problema es la desconexión de los chistes pollaceos del prota y el resto de la trama, como si cada uno fuera por su lado. En el fondo es como si aquí alguien tuviera la ocurrencia de rodar una película con Torrente como protagonista (no Santiago Segura, Torrente, el personaje) con sus chistes y zafiedades, con el palillo, incluso sería colchonero, metido en la edad media y encima rodeado de todos los personajes de El laberinto del fauno (todas las bestias o criaturas la verdad es que tienen cierto parecido). Vamos, un desvarío./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita
		Recomendada por Kuato a: por poner a alguien, a algún reprimido obseso por la masturbación o a preadolescentes en plena excitación por el descubrimiento de sus genitales.
		No recomendada por Kuato a: todos aquellos que todavía se les erizan las pestañas al recordar la rata muerta que llevaba sobre la cabeza Nicolas Cage en el peluquín fantasma. LA permanente que lleva el amigo J. Franco es también de escalofríos.
		Ego-Tour de luxe por: hombre, en esta época digital, centrarse en la redondez de las nalgas de la Portman es como celebrar el triunfo en el Tour antes de los resultados del dopaje. Sin embargo, al menos está especialmente hermosa.
		Atmósfera turbínea por: aparte del moldeado de James Franco, el amuleto de rabo de toro (y no me refiero al que se suele utilizar en la cazuela) que se cuelga el amigo Danny durante el tramo final.

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