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CÓDIGO EMPERADOR crítica: Tosareto, agente secreto

Espionaje a la española con Luis Tosar ejerciendo de George Smiley, James Bond y Anacleto a la vez

EL HOMBRE DE BOSTON

Por 25 pesetas, dígannos títulos de películas de espionaje españolas. Un, dos, tres, responda otra vez. Mmmmm… La rusa, A solas contigo, Beltenebros, Flores negras, El hombre de las mil caras… Y poco (o nada) más, lo que significa que el thriller de espionaje no es precisamente un género en el que se haya prodigado mucho el cine español a lo largo de su Historia. Pelis de la Guerra Civil o comedias para el programa “Cine de barrio”, a cascoporro, pero pelis de espionaje… ¡Aumph! ¿Y eso por qué? ¿Acaso no hay espías en España? Pues alguno habrá, si no, ¿dónde coño va a parar lo que pagamos todos los españoles para financiar el CNI (Centro Nacional de Inteligencia de España)?

Al menos hay uno, y ese es Luis Tosar, espía al servicio del gobierno español que igual sirve para un roto que para un descosido, ya sea investigar una trama de terrorismo internacional en el más puro estilo James Bond (bueno, de acuerdo, no tanto), limpiar los trapos sucios de personajes o empresas con intereses afines el Estado en el más puro estilo Sr. Lobo, o incriminar a políticos en temas de tetas, culos y chochitos, con el fin de controlarlo, en el más puro estilo Kevin Spacey en House of Cards (las tan cacareadas “cloacas del Estado”). Un trabajo de esos cuyo hedor a mierda es imposible de borrar por muchos baños perfumados y litros de colonias que uno se eche.

 

"Tú dices 'los tipos que fuman puro' y yo respondo 'tienen cara de canguro'"

 

De eso va Código Emperador, de todos los casos que lleva el espía Luis Tosar a la vez, siendo uno el principal y el resto secundarios, y de cómo va haciendo mella en él tanto esconder mierda, removerla y echarla sobre los objetivos fijados, sin importar si son merecedores de ello o pobres inocentes, hasta el punto de replantearse su existencia. El personaje de Luis Tosar es como el pistolero del lejano oeste que hastiado de apretar el gatillo, un buen día se le aparecen en sueños las caras de todos los hombres que ha asesinado, de las familias que ha destrozado, y de los gobernantes que han engordado atiborrándose de piñas coladas y langostas en Bora Bora a su costa.

Código Emperador es una película interesante cargada de buenas intenciones que toca muchos palos, pero no acaba de encontrar su sitio, al menos como thriller”

Por eso Código Emperador es una película interesante cargada de buenas intenciones que toca muchos palos, pero una película que no acaba de encontrar su sitio. Al menos no como thriller, pues está claro que al director Jorge Coira le interesa más plasmar la realidad sobre el espionaje español y realizar un estudio psicológico del personaje protagonista, que ofrecer un thriller cañero sustentado en la acción o en el suspense. ¿Realidad bien plasmada? Sí. ¿Realidad descafeinada? También, pues aquí no hay ni las pesquisas de George Smiley, ni los tiros de James Bond, ni las hostias de Jason Bourne (una sola escena de acción en toda la peli, no les digo más), ni los giros argumentales de Charada (lo siento, no podía escribir la crítica de una peli de espías sin mencionarla).

 

"Ahora es cuando coges una mierda de perro y me dices que se me ha caído un zurullo de coña"

 

Tampoco la puesta en escena ayuda a la película en su cometido, a no ser que el cometido sea pasar tan desapercibido como un espía de la Guerra Fría en plena misión (de eso era un experto Mark Rylance en El puente de los espías). La puesta en escena de Código Emperador es tan anodina como la de una serie de televisión de sobremesa, lo que tampoco suma puntos para aspirar a llenar el hueco vacante por el suspense y la acción. Sí lo hace en la medida que puede el retrato dibujado de Luis Tosar, la evolución de su relación con Alexandra Masangkay, y las escenas compartidas con Miguel Rellán como su superior, con unos jugosos diálogos que a la postre se revelan como lo mejor del film.

En fin, que Código Emperador se ve con la misma facilidad con la que se olvida, lo que demuestra que a diferencia de otros géneros como el terror (en los que tenemos peliculones punteros como Rec  o El orfanato), el fantástico (El día de la bestia, Abre los ojos), y el policíaco (No habrá paz para los malvados, La isla mínima), por citar sólo los géneros más venusvilleros, al cine español le falta todavía recorrer muchos kilómetros y pegar muchos tiros para acertar en la diana del cine de espionaje. Aún así, Luis Tosar compone un espía encomiable tan real que huele a café y porras por la mañana, a cocido y tinto al mediodía, y a Dyc y Ducados por la noche, aunque no le llegue ni a la punta del cigarro a Anacleto agente secreto, el mejor espía que ha dado el cine español.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: George Smiley, James Bond, Ethan Hunt y Jason Bourne, para que que sepan cómo se las gasta un espía “apañó”.

No recomendada por Kuato a: Cristiano Ronaldo, a quien no le hará puta gracia ver cómo lo dejan de maltratador. Porque es Cristiano Ronaldo, ¿no?

Ego-Tour de luxe por: las escenas compartidas entre Luis Tosar y Miguel Rellán, con los mejores diálogos desde Groucho y Chico Marx.

Atmósfera turbínea por: hombre, siendo la peli de espionaje, un poco más de suspense no habría venido mal, que por mucho que un espía trabaje para la Administración, no es un funcionario mondo y lirondo.

 

CÓDIGO EMPERADOR. Estreno en Venusville: 18/03/2022.

 

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