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CRUELLA crítica: El diablo viste de dálmata

Precuela de 101 dálmatas a modo de live action Disney con Cruella de Vil a lo “Cruella Begins”

RAY ZETA

Cruella es sin duda el live action más ambicioso de cuantos Disney ha adaptado hasta el momento, tanto por su costosa producción, como por su pretensión de crear una franquicia a partir de la precuela de un personaje. Y no de un personaje cualquiera, simplón y facilón, como podría ser el héroe de cualquier cuento de hadas, sino de uno tan complicado, complejo y oscuro nivel marronazo como el de Cruella de Vil, villana del  clásico animado de 1961 101 dálmatas. Señora obsesionada con los abrigos de pieles, propietaria precisamente de una fábrica de ídem, y encaprichada hasta límites psicóticos con hacerse uno de cachorros de dálmata. Todo un personaje, ya lo ven, que daría para una precuela terrorífica… si no estuviéramos hablando de una película Disney.

Porque una cosa es ser el villano oficial como un personaje secundario, y otra muy distinta es ser el protagonista de una película familiar. Por eso claro, antes hay que suavizar al personaje lavándolo con Perlán, y eso le ocurre tanto a Cruella de Vil como a otras villanas como Maléfica o a la misma Harley Quinn. Y más aún si tenemos en cuenta que en los tiempos tan políticamente correctos que corren, están mal vistos los abrigos de pieles, y la versión actual del personaje en cuestión está interpretada por la angelical y virginal Emma Stone. Nada que ver pues esta Cruella de Vil con la Cruella animada o con las recreadas por Glenn Close en las versiones reales 101 dálmatas (¡Más vivos que nunca!) y 102 dálmatas, o por Victoria Smurfit en la serie Once Upon a Time.

 

“Que se entere todo el mundo que Harley Quinn me ha copiado el peinado”

 

Lo de Glenn Close en el díptico real de 1996 y 2000 fue otro nivel conservando todos y cada uno de los rasgos del personaje original, en cambio de la Cruella de Vil light de Emma Stone sólo se conserva el color de su cabello (que encima esconde durante más de media peli) y su pasión por la moda y la alta costura. Un balance demasiado escaso para que nos creamos que estamos ante el mismo personaje, cuya bondad se ensalza aún más por contraste al compararse con el personaje interpretado por Emma Thompson, villana (ésta así) oficial de la película. Y es que si Cruella aquí no es mala, hay que buscar a alguien que lo sea, y que lo sea mucho aunque nos pasemos de frenada, y por eso hay que crear un villano malvado, pérfido, perverso y sin sentimientos, nivel Joker versión caricatura.

“La Cruella de Vil light de Emma Stone sólo conserva el color de su cabello y su pasión por la moda y la alta costura”

Aunque sea una villana totalmente desproporcionada para moverse en el mundo de la moda y contar la historia de la rivalidad entre dos modistas de éxito, simbolizando una el tradicionalismo, o sea lo viejo (Emma Thompson), y la otra la modernidad, o sea lo nuevo (Emma Stone). Cruella se revela así como una versión Disney de El diablo viste de Prada aún más exagerada de formas, aunque convirtiendo la relación de ambos personajes en una clara historia de superhéroes. Su conexión, sus personalidades a modo de némesis, la doble personalidad de Cruella, sus apariciones… Elementos existentes en la génesis de todo superhéroe que nace para derrotar a un supervillano, que encima ha ejercido de creador indirecto, complementándose y necesitándose ambos para existir.

 

“Hay que conseguir 98 más como sea o no hay secuela”

 

Por eso Cruella se queda a medio camino de todos los frentes que ataca a pesar de contar con un exagerado metraje de 135 minutos. Se queda a medio camino como precuela de la villana que debería ser y nunca será, y a medio camino con su conexión con los dálmatas (puramente testimoniales); a medio camino como película de ladrones (pues eso es al principio); a medio camino como película de superhéroes; a medio camino como nueva versión de El diablo viste de Prada; a medio camino con la relación que mantienen los personajes, ya sea Cruella con los hermanos Gaspar y Horacio Badún (desaprovechado Paul Walter Hauser) o Emma Thompson con Mark Strong (aún más desaprovechado incurriendo en delito); y a medio camino de convertirse en una nueva versión de Harley Quinn.

No deja de ser paradójico que una película enmarcada en el Londres de los años 70, con el punk-rock por bandera, salpicada de una banda sonora con canciones como “One Way or Another” de Blondie, “These Boots Are Made For Walking” de Nancy Sinatra, o “Should I Stay or Should I Go” de The Clash, mantenga el freno de mano puesto durante todo el metraje, como un dálmata paseándose con la correa atada en corto. Mulan arriesgó con una propuesta más extrema y pinchó estrepitosamente, por lo que Disney ha optado por facturar con Cruella un producto bien vestido (nunca mejor dicho), soft en todas sus categorías sin mojarse en ninguna de ellas, para contentar al mayor público posible poco exigente. Quien quiera ver a la Cruella de Vil de verdad, que revisione la peli animada o que recupere a Glenn Close.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien tras ver las promos de la película, haya creído que Cruella es un perfume anunciado por Emma Stone.

No recomendada por Kuato a: quien hubiese querido ver a Glenn Close rejuvenecida digitalmente.

Ego-Tour de luxe por: la escena post-créditos, lo más “cientoundalmatiano” de toda la peli.

Atmósfera turbínea por: que puestos a imitar a El diablo viste de Prada, no lo hayan hecho con Anne Hathaway y Meryl Streep directamente.

 

CRUELLA. Estreno en Venusville: 28/05/2021.

 

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