EL CIRCO DE LOS EXTRAÑOS artículo: Crepsley, el amigo de los niños

Crepsley, el amigo de los niños

Lo que nos faltaba pal duro: los vampiros relegados a animadores infantiles de bautizos y comuniones

Por El Hombre de Boston

<¿Saben ese cántico que dice “Hasta los huevos, estamos hasta los huevos” entonado con la melodía del Guantanamera? Pues así estoy yo cada vez que veo una peli de vampiros con un tratamiento indigno del que es el monstruo cinematográfico por antonomasia.

Si hace tan solo dos semanas no tuvimos bastante con La saga Crepúsculo: Eclipse, que tal como dije en el artículo que escribí al respecto, muestra a los vampiros como unos seres guapetones cuya única consecuencia si les da el sol es que sus rostros brillen como si se hubieran maquillado con purpurina para ir en la carroza de la reina el día del Orgullo Gay (pa cagarse), ahora este Circo de los extraños (Circo de los vampiros extraños, debería titularse), nos los presentan como si fueran grandes amigos de los niños.

Con todos ustedes, el paya..., perdón, queremos decir, el vampiro Crepsley, el amigo de los niños

Como lo leen. Igualito que el payaso Ronald McDonald, Tortell Poltrona o Charlie Rivel. Si ustedes tienen niños y una noche desean salir y no encuentran canguro, déjenle sus retoños al vampiro Crepsley y verán cuán encantados quedan sus hijos. Crepsley les ofrecerá una función de lo más didáctica (aprenderán la belleza está en el corazón, como dicen en La bella y la bestia, y que no hay que juzgar a las personas por su físico, como dice Danny DeVito), les dejará jugar con Madame Octa, su mascota, una araña muy simpática y vivaracha, jugará a palmitas con ellos, y los llevará a caballito (sólo le falta actuar en comuniones y fiestas de cumpleaños como animador infantil).

¿He dicho que tal como se muestra a los vampiros en Eclipse era pa cagarse? Pues tal como se muestran en este Circo de los extraños es pa irse por la pata abajo hasta Algeciras. Estamos hablando de vampiros, señores, de vampiros, v-a-m-p-i-r-o-s, monstruos chupasangres, y no payasitos ejerciendo de canguros en sus ratos libres.

"Igualito que el payaso Ronald McDonald o Tortell Poltrona. Si no encuentran canguro, déjenle sus retoños al vampiro Crepsley y verán cuán encantados quedan sus hijos"

Vale con que estén concienciados y no asesinen a personas para alimentarse de su sangre, lo dije en el artículo de Eclipse y lo repito ahora, pero joder, de eso a que para convertir a alguien en vampiro deban hacerlo jugando a palmitas, que cuando se desplacen con alguien lo hagan llevándolo a caballito, y que con sólo una bocanada de su aliento dejen inconscientes a los humanos como si se hubieran zampado toda una ristra de ajos, atenta contra la dignidad de la mitología vampírica de toda la vida.

¿Y qué me dicen de los dos chavales captados por los respectivos bandos vampíricos rivales? Dos medio mierdas imberbes sin apenas pelos en los huevos, utilizados por cada uno de ellos de manera tan patillera como en las pelis que se sacan de la manga una profecía, o eligen a un “elegido” precisamente porque lo anuncia una profecía (¡cuánto mal hacen a los géneros las comedias para adolescentes!).

Si este picha floja va a ser el líder de los vampiros malosos, apaga y vámonos

Miren, el chaval protagonista aún (Chris Massoglia), porque al ir de bueno y tener cara de bobalicón no desentona del todo en el bando de vampiros blandengues, pero lo que es el otro (Josh Hutcherson), es de juzgado de guardia: un pipiolo chulito que no levanta medio palmo del suelo, escogido por los vampiros cabrones para convertirlo en un sádico asesino. Es que viene a matarme a mí como hace con su profe, y me muero yo solo de un ataque de risa.

Sin mencionar que el Sr. Tiny, el humano que lidera a los vampiros cabrones, es clavao a Balowski, el gordo calvo que salía en la mítica serie The Young Ones dando siempre por saco a los protagonistas, disfrazado de Conde Draco (sólo le faltaba contar enanos mordedores…).

¿Saben qué? Como no lo resisto, ahora mismo voy a chutarme una proyección intravenosa de Blade 2 y 30 días de oscuridad, que aunque tengan sus defectos, los vampiros que salen no insultan ni atentan contra la dignidad del fan del género. Lo necesito./>