EL FRAUDE crítica: Pretty Woman meets Colombo

Pretty Woman meets Colombo Investigación de Tim Roth Colombo con el Richard Gere de Pretty Woman como principal sospechoso Por Ray Zeta

<Bueno, quien realmente encuentra a Colombo no es “Pretty Woman” sino Edward Lewis, el personaje interpretado por Richard Gere en la mítica comedia romántica de Garry Marshall. Le recuerdan, ¿verdad? (claro, cómo iban a olvidar a un Richard Gere de 40 años de incipiente canosidad trajinándose a una Julia Roberts de 20…). En Pretty Woman, Gere interpretaba a un tiburón de las altas finanzas de Wall Street que además de ser un putero redomado que contrataba prostis de calle por semanas para que le amenizaran sus estancias en Los Angeles, se dedicaba a comprar empresas y desmantelarlas para venderlas por trozos (de hecho se pasaba la peli yendo detrás de una para cerrar la operación, dirigida por Ralph Bellamy para más señas). Un yuppie cuarentón que compagina los negocios con amores de pago sin compromiso a los que llevarse a las cenas de negocios, a los partidos de polo y a los que violar sobre pianos de cola.

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   Pues aquí en El fraude también es un tiburón de las altas finanzas (ya sesentón, como marcan los tiempos), que también se pasa la peli yendo detrás de una empresa financiera para cerrar una operación crucial para su carrera. Un sesentón felizmente casado con Susan Sarandon (lo siento por los románticos empedernidos que se hicieron un hartón de llorar cuando le vieron emular a un caballero que se dirigía a rescatar a la Roberts como si fuera una princesa en peligro), igual de putero pero que ha dejado las putinguis de calle en pos de amantes fijas a las que les pone un pisito en el que visitarlas. ¿Recuerdan cuando en Pretty Woman pacta en 3000 dólares el precio que pagará a Julia Roberts por una semana de servicio exclusivo? “Lo hubiera hecho por 2000”, dice a la Roberts; “Te hubiera dado 4000”, replica él… Pues aquí en El fraude cuando cierra la operación financiera que persigue por 5000 millones de dólares, mantiene el mismo diálogo con el otro negociador. “¿Cuánto hubiera pagado?”, le pregunta; “6000”, le responde éste; “Yo hubiera vendido por 4000”, concluye Gere… Talmente como si estuviéramos viendo al Edward Lewis de Pretty Woman 20 años después.

   Y si Richard Gere hace de Edward Lewis, Tim Roth no se corta un pelo a la hora de imitar (en un papel que recuerda mucho al que interpreta en la serie Miénteme) al teniente Colombo, el mítico detective inmortalizado por Peter Falk. Investigando un accidente automovilístico en el que ha habido una muerte, y en el que Richard Gere es el principal sospechoso, va interrogando a los diferentes personajes con aire de despistado pasota de los que continuamente se están dejando la plancha en el horno, siempre apareciendo por todas partes como si pasara por allí casualmente, y siempre preguntando esto y aquello como si no tuviera nada que ver con el tema, hasta convertirse en una auténtica mosca cojonera. Como si siguiera el buen manual “El método Colombo editado por fascículos”, por no hablar de sus posturas repanchingadas cada vez que se sienta en una butaca en el más puro estilo Bertín Osborne en el programa concurso “Contacto con tacto”. Vistan a Tim Roth con una gabardina mugrienta, pónganle un ojo de cristal y denle un coche destartalado, y se podría titular perfectamente a esta película “Nuevos casos de Colombo”.

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   Y eso es El fraude además de un cross over de Pretty Woman y Colombo, una investigación policiaca ambientada en el mundo empresarial financiero filmada en un formato más televisivo que cinematográfico por muchas estrellas que salgan, del que no sobresale ninguna subtrama o personaje debido a la poca ambición del debutante Nicholas Jarecki. Una investigación policial en la que en ningún momento sufres por su conclusión ni por ningún personaje porque no empatizas con ninguno de ellos, ni con Richard Gere como sospechoso putero, ni con Tim Roth como investigador colombiano. Porque todo en El fraude se mueve en la linealidad sosa más absoluta. Nada es ni demasiado bueno para elogiar ni demasiado malo para criticar, destacando tan solo que el trío de personajes protagonistas formado por Richard Gere, Susan Sarandon y Tim Roth, son moralmente cuestionables y reprobables, pues todos engañan, mienten, encubren, o esconden la verdad de alguna manera, lo que acaba haciendo de este El fraude un fraude sólo a medias./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: los que siempre quisieron saber qué habría sido del Edward Lewis de Pretty Woman 20 años después.
		No recomendada por Kuato a: los que hubieran deseado verlo al lado de Julia Roberts. Esos que revisen Novia a la fuga.
		Ego-Tour de luxe por: las posturas repanchingadas de Tim Roth en las butacas. Sólo le falta estirar las piernas, poner los pies sobre la mesita, rascarse la entrepierna, tirarse un pedo y echarse a roncar.
		Atmósfera turbínea por: mucha operación macro-financiera multi-millonaria, y el trato se cierra en un bar negociándolo como quien regatea unas babuchas en un bazar turco.