EL MISTERIO DEL DRAGÓN crítica: Golpe en la pequeña Rusia

Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan comen Chop Suey y beben vodka en El misterio del dragón

A priori, Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan se antojan una pareja tan extraña como si uniéramos a Hellboy y a Papá Pitufo en una buddy movie. Tanto por físico (Arnie mide casi 1,90 m. y pesa más de 100 kilos, mientras que Jackie no llega a 1,75 m. y pesa 65 kilitos), como por estilo (las hostias bestiajas occidentales de Arnie VS. los armónicos movimientos orientales de Jackie). Podría decirse que su único rasgo en común es cómo siguen destrozando la lengua inglesa después de toda una vida de carrera en Hollywood… Por eso valga nuestro reconocimiento al productor lumbreras que tuvo la genial idea de unirlos, aunque ya coincidieran hace quince años en La vuelta al mundo en 80 días: Jackie como un acertado Passepartout, y Arnie como un desorientado príncipe turco con peluca de Mafalda.

Más productiva ha resultado su unión en El misterio del dragón, aunque visto lo que se ha explotado en los materiales de promoción, resulte demasiado breve. Aún así, las pocas escenas que comparten las dos estrellas denotan una química incontestable que acaban por ser lo mejor de la peli, pelea incluida (no lo aceptaríamos de otra manera), por muy poco creíbles que sean las circunstancias que rodean a sus personajes, el alguacil de la Torre de Londres (Arnie) con unos métodos de dirección muy particulares, y uno de los presos en ella (Jackie) con la moral intacta a pesar de su cautiverio. En una esquina del cuadrilátero, con calzón rojo y mostachón de barón de Munchausen, Arnold Schwarzenegger; en la otra esquina con calzón blanco y greñas de conde de Montecristo, Jackie Chan. Hagan sus apuestas…

"Si me enseñas la Patada de la grulla, te libero"

Gracias a ellos El misterio del dragón se ha podido vender a nivel internacional, a diferencia de su primera parte, Viy (Transilvania, el imperio prohibido), que en España ni siquiera se estrenó tras su paso por el Festival Nocturna en 2014. Y no me sorprende, porque por mucho que la peli siga las atractivas andanzas por Transilvania del cartógrafo inglés del siglo XVIII Jonathan Green, enfrentándose a fuerzas oscuras, brujerías y posesiones, Viy es un peñazo de tomo y lomo, densa como las casi dos mil páginas de “Guerra y paz”. No en vano, su producción es rusa, su director es ruso, y la historia se basa parcialmente en el cuento de terror de Nikolái Gógol (de título precisamente “Viy”), por lo que no es de extrañar que Transilvania, el imperio prohibido sea todo lo tocha que puede llegar a ser una obra rusa.

“En una esquina del cuadrilátero con mostachón de barón de Munchausen, Arnold Schwarzenegger; en la otra esquina con greñas a lo conde de Montecristo, Jackie Chan”

El misterio del dragón es más digerible, pero sigue siendo una obra fallida en su conjunto, por presentar demasiados frentes abiertos deslavazados. Tenemos las andanzas del cartógrafo, nuevamente interpretado por Jason Flemyng, por Rusia primero y por China después; tenemos también a la mujer de éste y al zar de Rusia viajando en barco a su encuentro; la parte de la Torre de Londres con Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan; y para terminar, todo lo que acaece en China con una bruja que gobierna con sus artes oscuras el pueblo de los protagonistas. Demasiados elementos, demasiados personajes, y demasiadas subtramas mal conectadas, que lo único que consiguen es repartir de mala manera los tempos del filme, confundiendo al espectador sobre quién es el verdadero protagonista.

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La parte de China, reservada para el clímax, a pesar de presentar dragones, brujas, demonios y guerreros mágicos, no acaba de convencer por una combinación de infantilización y metraje sobrealargado. Gran golpe en la pequeña China, de la que El misterio del dragón parece haber tomado más de un elemento, era aún más rocambolesca y contaba con mayores idas de olla, pero paradójicamente resultaba todo más creíble porque todo estaba mejor contado. Además claro, contaba con Kurt Russell como Jack Burton, personaje mucho más carismático que el Jonathan Green de Jason Flemyng, a pesar de su potencial para realizar viajes fantásticos por tierras fantásticas como Gulliver. Pero tal como he apuntado, a diferencia de Transilvania, el imperio prohibido, donde era el protagonista absoluto, aquí se lo comen entre todos.

Peajes a pagar en las co-producciones, y como El misterio del dragón es una co-producción entre Rusia y China, pues hala, a recrear la sección China de Port Aventura con cartón-piedra digitalizado. Habitúense porque los productores han anunciado que la tercera parte de Viy ya está en marcha, y que en esta ocasión participará también La India, por lo que ya sabemos adónde viajará el cartógrafo Jonathan Green en la nueva entrega. De entrada es una premisa atractiva, igual que lo eran también las de los dos episodios existentes. El riesgo es que vuelvan a malograrla sobrecargando la historia con un exceso de personajes y tramas. Menos es más, que decía Van der Rohe, por eso con Jason Flemyng combatiendo monstruitos a lo Van Helsing mientras traza mapas, nos basta. Bueno va, y si Arnie y Jackie quieren repetir, también les dejamos.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: mitómanos cuyo encuentro entre Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan en La vuelta al mundo en 80 días les supo a poco.

No recomendada por Kuato a: quien preferiría ver juntos a Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan en una peli de Los mercenarios.

Ego-Tour de luxe por: ¿hace falta decirlo? Arnie & Jackie, la pareja con más química desde John Travolta y Olivia Newton-John.

Atmósfera turbínea por: que cuando se empieza una peli con una casualidad tan grande como la que relaciona la paloma de la Torre de Londres con los ocupantes de la mazmorra, mal vamos.

“Viy 2: Journey to China” (Rusia, 2019). Dirección: Oleg Stepchenko. Guión: Alexey Petrukhin, Oleg Stepchenko, Dmitry Paltsev. Reparto: Jason Flemyng, Xingtong Yao, Anna Churina, Jackie Chan, Arnold Schwarzenegger, Rutger Hauer, Charles Dance, Paul Allica, Narupornkamol Chaisang, Barret Coates, Chayanit Chansangavej, Vladimir Dolinskiy, Christopher Fairbank, Aleksandr Gorbatov.