ELEMENTAL crítica: Polos opuestos

Nueva muestra de cine conceptual de Pixar, esta vez en forma de comedia romántica screwball

La fórmula secreta, o “ilrrifrisquisicriti”, que se decía en tiempos de La Casera… Disney tiene una, pero Pixar también tiene la suya. En el caso de Disney consiste en poner de protagonista a un personaje joven, algo atolondrado si es masculino (como Aladdin o Hércules), o seguro de sí mismo si es femenino (como Bella o Mulan), buscarle un compañero/a que contraste con su personalidad (como la aprisionada princesa Yasmin para el espíritu libre Aladdin, o el materialista John Smith para la espiritual Pocahontas), dotarle de una mascota graciosita (desde Pepito Grillo a Tuk Tuk, no hay Disney sin su animalito), de un villano (ídem de adem), y derrotarlo demostrando que es un/a joven de corazón puro.

Esa es la fórmula Disney, practicada a lo largo de 85 años de existencia. En cuanto a la de Pixar (más nueva, pues apenas tiene 30 años), consiste en crear un mundo imaginario habitado por seres fantásticos (sean juguetes, monstruos, emociones o almas), con una rutina de lo más ordenada, aburrida y repetitiva que, oh sorpresas de la vida, se rompe debido a la introducción de un detonante, teniendo los personajes principales que reconstruirla para volver a la normalidad (la mayoría de las veces recorriendo el camino de regreso a su mundo). Eso es lo que ocurre si lo piensan en la mayoría de títulos de Pixar, ya sean de los primeros como Toy Story, Monstruos, S.A. o Buscando a Nemo, o de los recientes como Del revés, Onward o Soul.

"Tendremos que preguntarles a Pícara y al Hombre de hielo cómo lo hacían"

Y eso es lo que ocurre también en Elemental, ya que sigue a pies juntillas “ilrrisfrisquisicriti” de Pixar. En esta ocasión, el mundo imaginario presentado no es el mundo de los monstruos, el cerebro humano o el cielo, sino Ciudad Elemento, una ciudad que no está habitada por monstruos, emociones de colorines, elfos o almas, sino por los elementos naturales básicos, eso es seres de cuatro clases: hechos de fuego, de agua, de aire y de tierra (pese a lo que pueda parecer, la banda sonora no está compuesta por temas del grupo musical Earth, Wind and Fire…). Y en esta ocasión, el detonante que origina la ruptura de la rutina no es perderse por otros mundos, una resurrección parcial o una muerte accidental, sino una love story (¡sigh!).

“Elemental recuerda demasiado a Del revés y Soul, aunque en cuanto a calidad cinematográfica esté al mismo nivel”

Una comedia romántica en forma de screwball, con chica fuerte, segura y echá palante, y chico tímido, inseguro y tontaina, que bien podrían protagonizar Katharine Hepburn y Cary Grant o Jennifer Aniston y Ben Stiller. Dos personajes a priori incompatibles, tanto de forma natural como socialmente, por ser de dos elementos tan diferentes y opuestos como son el fuego y el agua. Y digo también socialmente, porque como acostumbra a hacer Pixar en sus películas, no se limita a contar historias de forma simple y superficial, sino que aprovecha para revestirla de numerosas capas, introduciendo temas de lo más complejos como son en esta ocasión la inmigración, la integración, la diferencia de clases, los prejuicios raciales y la aceptación de la diferencia.

"Si Tim Robbins y Samantha Morton conseguían hacerlo en Código 46, nosotros también podemos"

Y como acostumbra a pasar también en Pixar, a pesar de que parezca que el público se está cansando de ver siempre lo mismo (el pinchazo de Elemental en Estados Unidos ha sido monumental), funciona, y funciona pero que muy bien. Porque los cineastas de Pixar, y Elemental es una vez más la prueba, saben narrar (el prólogo cuenta sin diálogos de forma magistral la historia de toda una vida de manera parecida a Up), saben crear personajes carismáticos, saben hacer secuencias bonitas (el buceo en burbuja), y saben tocar la fibra (a veces incluso demasiado, como en la mencionada Up o en el final de Al revés). Y saben animar. Con Elemental se sube un nuevo nivel técnicamente plasmando el movimiento natural de los elementos en los propios personajes.

Lo malo es que por tirar de fórmula se corre el riesgo de resultar repetitivo, y Elemental recuerda demasiado a Del revés y Soul, aunque en cuanto a calidad cinematográfica esté al mismo nivel. No llega a ser Toy Story, Los Increíbles o Wall-E, pero ni falta que hace, porque viniendo de una etapa de sequía en la que se encadenó Cars 2, Brave, Monsters University, El viaje de Arlo y Buscando a Dory, así como tras las recientes televisivas Luca y Red, una peli como Elemental sabe a gloria. Habrá que ver por eso cómo planifica Pixar la línea a seguir en el futuro. De momento llegará Elio, de ciencia ficción (nueva prueba de fuego) y las secuelas Toy Story 5 y Del revés 2. Así que el futuro de Pixar dependerá en gran medida de la acogida que tenga Elio. Elemental, querido Watson.