SITGES 2012: LOOPER rueda: Dos veces yo

Regreso al pasado

Rian Johnson regresa al Festival de Sitges en
la máquina del tiempo inventada para Looper

Por Ray Zeta

<A Rian Johnson ya le conocimos cuando le entrevistamos en el Festival de Sitges de 2006 a raíz de Brick, un original thriller que trasladaba los tópicos del cine negro clásico al mundo de los adolescentes. Por eso cuando le he visto con su pareja en el bar del hotel Gran Melià, no he dudado en acercarme a saludarle y para mi sorpresa recordaba el Diario de Venusville (siempre he dicho que nuestro logo tritetón deja huella). Han pasado seis años y pese a contar ya 40 tacos sigue teniendo el mismo aspecto de niño empollón de antaño. Agradable y educado, recordamos momentos estelares de su primera estancia en Sitges, y más tarde, cuando entra en la sala de prensa para ofrecer la rueda, me saluda afectuosamente como si fuéramos grandes amigos para sorpresa de algunos compañeros. “Es que somos uña y carne”, miento yo con un culo que no me cabe en la silla…

En la rueda se respira un buen rollo poco habitual. Es la última del festival (Looper es el título elegido para ser proyectado durante la gala de clausura) y se efectúa justo después de la lectura del palmarés, por lo que sala Tramuntana (sala grande de prensa que este día substituye la habitual pequeña sala Llevant) está abarrotada de periodistas que aún no la han abandonado, y por si fuera poco, entre los dos actos hemos sido invitados a tomar un cóctel de frutas con alcohol que está haciendo que más de uno se olvide del programa restante del día, hecho que el mismo Rian Johnson se encarga de comentar al no pasarle desapercibido: “Esta es la rueda de prensa más cool a la que he asistido porque es la única que tiene un bar con barra libre incorporado”, ha bromeado a modo de primera intervención…

"Llegamos a saber que hay priva gratis y Bruce Willis no se pierde esta rueda"

A partir de ese momento, la rueda se ha ido desenvolviendo hablando sobre todo de los viajes temporales en el cine y la dificultad de escribir una buena historia con ellos. Johnson nos ha contado así que en una película de dos horas es muy difícil contar cómo funcionan los viajes en el tiempo y que la historia salga bien sin agujeros ni incoherencias, así que optó por no explicarlos demasiado, “porque si se explicara todo te pasarías las dos horas de la película explicándolo”. También que su mayor influencia a la hora de escribir el guión ha sido el primer Terminator: “Intenté emular muchos de los elementos de Terminator. Como contador de historias, lo importante es que la historia tenga sentido, y para ello hay que marcar unas reglas que se han de respetar en el marco de la película”.

"La rueda se ha ido desenvolviendo hablando sobre todo de los viajes temporales en el cine y la dificultad de escribir una buena historia con ellos"

Sobre el futuro cercano que ha ideado para el film, que no quiso darle un look superfuturista para que el espectador se sintiera familiarizado con él, con la tecnología más avanzada conviviendo con objetos antiguos, y no se despistara con toda la información ofrecida durante la primera media hora. Que pese a mostrar un futuro con violencia en las calles, claras diferencias entre las clases sociales, y un alto índice de inseguridad ciudadana, no se planteó la causa que podría haber llevado al mundo hasta esa situación porque no es importante para la historia. Y sobre si tuvo en cuenta el combustible que podrían llevar las motos voladoras diseñadas para el film, tampoco, ya que si lo supiera lo inventaría para ser utilizado ahora en el presente y hacerse millonario (“¿por qué no el azúcar?”, ha preguntado irónicamente…).

"Cualquier cosa antes que tener que mangarles plutonio a unos libios"

Nos ha contado también que envió el primer borrador de guión a Shane Carruth, director de Primer, para que le echara un vistazo, y éste le dio unos cuantos consejos muy útiles que introdujo en las siguientes reescrituras (considera a Primer como una de las mejores películas sobre viajes en el tiempo, mejor incluso que Looper). Y sobre los actores de la película, que el trabajo más intenso de preparación corrió a cargo de Joseph Gordon-Levitt, quien creó su personaje imaginando cómo sería Bruce Willis con 30 años menos a partir de películas recientes en vez de estudiarlo en trabajos antiguos como Luz de luna o La jungla de cristal (inciso divertido aquí por su expresión de perplejidad al explicarle que el título original “Die Hard” fue traducido en su día como “The Crystal Jungle”). A Bruce Willis en cambio no lo dirigió tanto ya que “ver actuar a Bruce Willis es como volver a la escuela de cine por lo mucho que aprendes”.

Y ya que estábamos hablando de viajes en el tiempo, nos ha contado una anécdota que considera un viaje en el tiempo en sí mismo. La noche anterior estaba bailando en una discoteca a altas horas de la madrugada cuando vio que era el único que estaba bailando en la pista. Entonces reparó que había otro tío que también bailaba. El otro tío le miró, se acercó hasta él, y se presentó. “Era Nacho Vigalondo de Los Cronocrímenes”. Risas generalizadas en la sala, y pregunta simpática para seguir la buena onda: ¿comentaste alguna vez con Bruce Willis que él ya había interaccionado con una versión de sí mismo más joven en la comedia familiar The Kid? “Ejem, es que no he visto The Kid, por eso agradezco a Bruce que nunca sacara el tema, sino me hubiera sentido muy avergonzado”. Nuevas risas, y oportuna intervención por parte de la prensa que le da la puntilla al tema recordando que también en 12 monos Bruce Willis compartía escena con su yo de niño. “El año que viene haremos un ciclo de Bruce Willis mirándose a sí mismo”, ha intervenido el director del festival Ángel Sala riendo y sumándose a la fiesta... Y entre las carcajadas de los presentes, Rian Johnson ha puesto la guinda final al acto con su habitual ironía marca de la casa: “Vaya, yo que creía que había sido original, y ahora resulta que es un subgénero en sí mismo”./>